La pastora
Mi dilecta Señora
es de ovejas pastora.
Rebaños apacienta
de pensamientos, que conserva blancos;
los libra de barrancos,
en la altitud fragante los sustenta
y al guardarlos, de noche, los recuenta.
Ledas colinas huellan sus pisadas;
valles seguros, hondos y señeros;
en aquel tierno seno los luceros
más puros pueden lanzar sus miradas.
Mi dilecta Señora
es de ovejas pastora.
De vista nunca pierde
sus pensamientos niños;
aunque trisquen y salten en lo verde
los cuida su cariño.
Tal es de circunspecta,
tal de recta,
por ser de su alma guardadora.
Mi Señora dilecta
es de ovejas pastora.
Traducción: Manuel Beltroy.
Renuncia
No debo pensar en ti; y, cansado pero fuerte,
Evito el amor que acecha en todo deleite
El amor de ti, y en la altura del cielo azul,
Y en el más querido pasaje de una canción.
Oh, justo más allá de los pensamientos más dulces que aglomeran
Este pecho, el pensamiento de ti espera oculto pero brillante;
Pero nunca, nunca debe aparecer a la vista;
Debo detenerte cerca de ti todo el día.
Pero cuando el sueño se cierra cada día difícil,
Cuando la noche pausa la larga guardia que mantengo,
Y todos mis lazos que necesito deben soltarse,
Debo deshacerme de mi voluntad como vestiduras, –
Con el primer sueño que viene con el primer sueño.
Corro, corro, estoy reunido en tu corazón.
La pastora
Mi dilecta Señora
es de ovejas pastora.
Rebaños apacienta
de pensamientos, que conserva blancos;
los libra de barrancos,
en la altitud fragante los sustenta
y al guardarlos, de noche, los recuenta.
Ledas colinas huellan sus pisadas;
valles seguros, hondos y señeros;
en aquel tierno seno los luceros
más puros pueden lanzar sus miradas.
Mi dilecta Señora
es de ovejas pastora.
De vista nunca pierde
sus pensamientos niños;
aunque trisquen y salten en lo verde
los cuida su cariño.
Tal es de circunspecta,
tal de recta,
por ser de su alma guardadora.
Mi Señora dilecta
es de ovejas pastora.
Traducción: Manuel Beltroy.

