Alphonse Mucha, Imperio austriaco, 1860-1939

Alphonse Mucha (1860- 1939) es uno de los máximos exponentes del modernismo europeo. La trayectoria artística del pintor e ilustrador checo se encuentra irremediablemente unida al estilo art noveau. En realidad su nombre ha sido en ocasiones usado como sinónimo del art noveau o modernismo. Sin duda alguna nos encontramos ante un artista de sensibilidad excepcional que fue capaz de crear una atmósfera propia y claramente identificativa e inconfundible que ha venido a ser denominado como el “estilo mucha”.

Alfons Mucha nació el 24 de julio de 1860 en la localidad de Ivancice situado al sur de la región de Moravia. . Gracias a su capacidad para el canto, Alfons Mucha pudo acudir a la ciudad Brno (capital de la región de Moravia) para continuar su formación. Sin embargo cuando intentó entrar en la Academia de Bellas Artes de Praga sufriría su primera decepción al ser rechazado. Este hecho, hizo que durante un breve periodo de tiempo Alfons Mucha trabajase como secretario del tribunal, aunque intentó también realizar trabajos dentro del área de la pintura decorativa y rápidamente volvería a intentar encauzar su carrera artística hacia esa dirección

Una de las primeras obras en pastel del artistas sería la realizada en el año 1857 en el que Alfons Mucha realizó su representación de Juana de Arco en la Hoguera y donde ya se aprecia su estilo inconfundible.

En busca de oportunidades, Alfons Mucha se trasladaría a Viena que en ese momento era uno de los focos más importantes del modernismo europeo y donde se desarrollaría el movimiento denominado Secesión Vienesa, quizás en busca de oportunidades que le permitieran desarrollar su creatividad y capacidad artística. Allí realizaría varias decoraciones teatrales, murales, ilustraciones para libros, retratos.. Así como sus trabajos en el Castillo Emmahof en Heusovany nad Javiskou para la familia Khuel- Belasi.

El Conde Khuel Belasi tendría una importancia trascendental en la vida y carrera de Alfons Mucha ya le encargaría las primeras obras de trascendencia en su vida ( El Castillo de Emmahof o los trabajos en el Castillo de Gandegg en el Tirol. Junto al Conde Khuel Belasi, Alfons Mucha viajaría por Italia y sería gracias a este Conde que Alfons Mucha podría iniciar sus estudios artísticos en Alemania y en París.

Sin embargo no sería en Viena quien le brindará la verdadera oportunidad a Alfons Mucha ya que no sería allí donde Alfons Mucha llegaría a gozar del reconocimiento y desarrollaría buena parte de su obra. La ciudad que el ofrecería la gran oportunidad sería indudablemente París, donde Alfons Mucha llegaría a ser la figura internacionalmente consagrada que es en la actualidad.

Fue a partir de que Alfons Mucha finalizase sus estudios en París en el año 1889 cuando el artista comenzaría a trabajar en las ilustraciones de revistas parisinas que tanto identificarían su carrera artística. Alfons Mucha tenía claro que quería llegar a ser un gran pintor, su obra llena de sensualidad, recibió influencias del arte japonés, creando su estilo personal, simbólico y ornamentado, en donde los colores y las formas se combinan llenos de armonía, mostrándonos la imagen una mujer sensual y como no, influidapor lo ideales de la mujer romántica. La obra de Alfons Mucha se encuentra llena de simbolismo, no hay que olvidar que Alfons Mucha perteneció a una logia masónica llegando a ser Gran Maestro de la Gran Logia de Checoslovaquia.

Un año clave en la obra de Alfons Mucha sería el año 1867, ya que la Exposición Universal de París le ofreció grandes posibilidades para visualizar y afianzar su trabajo.

En 1894 comenzaría una alianza profesional que sería muy beneficiosa tanto para Alfons Mucha como para la actriz Sarah Bernhardt. En este año, Alfons Mucha realizaría el primer cartel de teatro para la actriz Sarah Bernhardtóve, a partir de este momento realizaría un amplio conjunto de carteles como por ejemplo: La Dama de las Camelias en 1866, Medea en 1868, el cartel teatral Lorenzaccio (1896), Cartel de Gismonda (1894/ 1895), el cartel teatral del Buen Samaritano, el cartel de la “Tosca” en 1899., Hamlet (1899), el Cartel del Zodiaco para la revista parisina La Plume..

En 1896 realizaría una obra que se convertiría en una claro ejemplo de la destreza de Alfons Mucha y de la sensualidad que desprendería en su obra la figura femenina. Es la famosa sería de las Cuatro Estaciones.

Algunas obras importantes en la carrera profesional de Alfons Mucha de estos años y que merecen la pena mencionar son por ejemplo: La Hora del Día pintada en 1899, Las ilustraciones realizadas por Alfons Mucha para el calendario Galletas Lefevre-Utile (1897), Fruta Litografía a colores (1897)… entre otras.

El año 1900, sería fundamental para Mucha ya que también se le encargaría el trabajo del Pabellón de Bosnia Herzegovina para la Exposición Universal de 1900 en París. Sin duda alguna Alfons Mucha alcanzó el reconocimiento del pueblo parisino y consolidó su carrera profesional en estos años. La relación de reconocimiento creada entre Alfons Mucha y París sería profunda y duraría durante toda la vida del artista.

Sin embargo, durante este tiempo también comenzaron a alzarse voces críticas que ponían en duda la moral y la ética de la obra artística de Alfons Mucha. Es posible que quizás por este motivo decidiera viajar a los Balcanes y a España en busca de inspiración y tranquilidad.

De 1906 a 1910 Mucha se instalaría en EEUU donde conseguiría mecenas (como Charles R Crane) que le apoyarían posteriormente en una de sus obras más significativas que le harían volver a Chequía su patria e instalarse en Praga. Esta obra fue un conjunto de murales de claro carácter patriótico sobre la nación eslava.

Fue en 1911 cuando Alfons Mucha pintaría la serie de la “Epopeya Eslava”, que se corresponden a 20 lienzos pintados con las técnicas de pintura al temple al huevo y pintura al aceite que acabarían siendo un regalo del autor a su patria y que fueron instaladas en un primer momento en el Ayuntamiento de Praga (11 de ellos correspondientes a la serie de la Epopeya Eslava) . En ella se narra la historia de los eslavos desde la Prehistoria hasta la actualidad. Los lienzos de gran tamaño (el más grande mide 8,10 x 6,10 metros) son flexibles permitiendo su desplazamiento. Este hecho favoreció su desplazamiento al Palacio Moravský Krumlov. Sin embargo, aunque se suponía que debía ser a gran obra de Alfons Mucha, por desgracia no gozó del reconocimiento internacional que el artista esperaba, siendo una gran decepción para él. No sería hasta la década de los años 60 que se sacaría del olvido esta impresionante obra de Alfons Mucha.

Posteriormente en 1931 Mucha realizaría las vidrieras para la Catedral de San Vito en el Castillo de Praga y realiza los modelos para los billetes checos, sellos , escudos de armas…

París supo ofrecer a Alfons Mucha la posibilidad para llegar a ser el artista que fue y supo también reconocer su talento. Algunos ejemplos fueron: en 1934, Alfons Mucha recibiría el reconocimiento de Caballero de la Legión de Honor por parte del presidente francés Raymond Poicaré o como en el año 1936 se realizaría en la capital francesa una exposición junto al artista Frantisek Kupka.

Alfons Mucha no sólo fue un pintor de valía y reconocimiento internacionalmente reconocido, su creatividad se desarrolló a través de la pintura, la ilustración de libros ( destaca el libro Anatole France- el Clio y Emil Gebharta- Clotes de Noel et de Paques) carteles, diseño de joyería Fouquet ( diseño de la pulsera Agrafa en forma de serpiente), el diseño de mobiliario, diseño de interiores (Primátorského un salón en la casa Municipal de la ciudad de Praga) , diseño de platos , cubiertos, lámparas, fotografía. etc.

Alfons Mucha moriría el 14 de Junio de 1939 al poco tiempo de finalizar el “Juramento de los Eslavos”. En sus últimos años fue considerado como un pintor de moral dudosa y sufrió la persecución por parte de los nazis. Su muerte se ocasionaría tras un interrogatorio de la gestapo a consecuencia de una neumonía. Alfons Mucha sería enterrado en Praga, en el cementerio Vysehrad , en un momento difícil. El tiempo se ha encargado de posicionar a un pintor de valía indiscutible cuya fama y reconocimiento internacional ya nadie cuestiona. Es una figura sin la que no puede ni entenderse ni concebirse el modernismo europeo o el art noveau. Indudablemente fue gracias a figuras como Alfons Mucha que se construyó la base para la formación y creación artística cultural que se desarrollaría en el siglo XX ya que asentarían la ruptura y la bases sobre las que surgirían todos los movimientos artísticos del siglo XX. Sin duda alguna nos encontramos delante de un legado artístico de incalculable valor.

Fuente | Arte AC

Alphonse Mucha, Imperio austriaco, 1860-1939
Alphonse Mucha, Imperio austriaco, 1860-1939
Alphonse Mucha, Imperio austriaco, 1860-1939
Alphonse Mucha, Imperio austriaco, 1860-1939
Alphonse Mucha, Imperio austriaco, 1860-1939
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