La madre del fotoperiodismo

Margaret Bourke-White fue una fotógrafa norteamericana que nació en Nueva York el 14 de junio de 1904. Comenzó a interesarse por la fotografía cuando estudiaba en la Universidad de Cornell y poco después de describir su pasión, abrió su propio estudio donde se especializó en la fotografía arquitectónica. Margaret fue la primera mujer corresponsal de guerra en 1939, la primera mujer a la que se le permitió trabajar en zonas de combate en la Segunda Guerra Mundial.y la primera mujer fotógrafa que trabajó para la revista estadounidense Life. Siendo una fotografía suya la portada de la primera edición, el 23 de noviembre de 1936.

Era una mujer progresista, valiente y reivindicativa que hizo varios viajes a la antigua URSS hasta que consiguió, en 1930 ser la primera fotógrafa occidental a la que se le permitió fotografiar la industria soviética. Llegó incluso a retratar a Joseph Stalin, una imagen que la llevó a la fama. Ella misma comentó sobre esta fotografía que al estar allí, en aquella época, sintió la necesidad imperiosa de fotografiarle llegando a convertirse incluso en una obsesión para ella: “Me dije a mí misma que no podía irme de allí sin una foto de Stalin sonriendo. Pero, cuando le vi, me dio la impresión de que su cara estaba esculpida en piedra. No pensaba mostrar ningún tipo de emoción. Me volví loca tratando de conseguirlo: me tiré al suelo y adquirí todo tipo de posiciones absurdas tratando de conseguir un buen ángulo. Stalin observaba mis esfuerzos y finalmente esbozó algo parecido a una sonrisa, así que conseguí mi foto.

Un año después publicaba todo su trabajo en la Unión Soviética bajo el nombre de “Eyes on Russia“. También fue, junto a su marido Erskine Caldwell, los únicos periodistas extranjeros en la ocupada URSS tras la invasión del ejército alemán en 1941. Quizá fue durante la Segunda Guerra Mundial su periodo de mayor actividad aunque con anterioridad también había participado en proyectos que le otorgaban un estatus elevado dentro de su profesión. Otras de sus fotos más destacadas son las capturadas durante la Gran Depresión de Estados Unidos, donde intentó retratar la pobreza que asolaba al país americano durante la década de los 30.

Después de la guerra, produjo un libro titulado “Dear Fatherland, Rest Quietly“, un proyecto que le ayudó a entender la brutalidad de la que había sido testigo durante y después de la guerra. Este proyecto fue la premisa que despertó su interés por la por la campaña de la no violencia impulsada por Mahatma Gandhi. A él también lo inmortalizó en una de sus obras de arte momentos antes de que éste fuese asesinado cuando, tras la Segunda Guerra Mundial, se dirigió a la India para documentar los conflictos presentados a raíz de la independencia de la región. Otro de sus libros, titulado “Margaret Bourke-White, momentos de la historia”, empieza con la frase: “Nada me atrae tanto como una puerta cerrada”. Una cita que revela aquel espíritu inquieto y revolucionario que la caracterizaba.

Margaret Bourke-White no fue una activista femenina, ni utilizó directamente sus imágenes como recurso para defender su género, sino que fue sutil a la vez que arrolladora. Margaret pretendió simplemente demostrar cómo de lejos podía llegar con su trabajo y que eso sirviese para tomar conciencia de algo que ya se había gestado durante la Primera Guerra Mundial: la creencia de que una mujer era igual de válida que un hombre para desarrollar trabajos relacionados con algo más que meras tareas domésticas. Y es que es realmente triste que cuando se piense en fotografía bélica, a muchos les vengan a la cabeza las instantáneas de Robert Capa durante, por ejemplo, el desembarco de Normandía. Sin embargo, aún reconociendo los méritos del húngaro, existen otros personajes como Margaret Bourke-White que merecen el mismo reconocimiento a su valentía por documentar conflictos bélicos desde primera línea. Como la propia Margaret dijo en una entrevista que le realizaron en 1960, ella sólo quiso ser “el ojo de su tiempo” y estar en cualquier lugar digno de capturar con imágenes para posteriormente reportar al resto del mundo.

Margaret Bourke-White, fotografía, New York, 1904-1971
Margaret Bourke-White, fotografía, New York, 1904-1971
Margaret Bourke-White, fotografía, New York, 1904-1971
Margaret Bourke-White, fotografía, New York, 1904-1971
Margaret Bourke-White, fotografía, New York, 1904-1971
Margaret Bourke-White, fotografía, New York, 1904-1971
Margaret Bourke-White, fotografía, New York, 1904-1971
Margaret Bourke-White, fotografía, New York, 1904-1971
Margaret Bourke-White, fotografía, New York, 1904-1971
Margaret Bourke-White, fotografía, New York, 1904-1971
Margaret Bourke-White, fotografía, New York, 1904-1971
Margaret Bourke-White, fotografía, New York, 1904-1971
Margaret Bourke-White, fotografía, New York, 1904-1971
Margaret Bourke-White, fotografía, New York, 1904-1971