La técnica de ahumado con reserva de arcilla recibe también el nombre de “Naked raku” o Raku desnudo. En algunos países se le llama “Raku dulce” o de “Cascarón de huevo”. Se le puede considerar una técnica mixta, ya que comparte algunas características de las quemas primitivas, el ahumado y en cierto modo, algo del Raku.

El símbolo Raku como kanji japonés, puede significar muchas cosas: felicidad, placer, amistad, alegría del tiempo libre… Es en Corea donde se comienza a realizar esta técnica, pero es en Japón donde se le dará mayor relevancia y trascendencia. Es aquí donde estará íntimamente ligado a la ceremonia del té que durante el medievo (s.XVI , periodo Momoyama) los señores feudales ofrecían la ceremonia del te en momentos especiales o importantes. Esta ceremonia coincide con los ideales del Budismo Zen, donde se busca la austeridad en lo estético, la tranquilidad, el equilibrio, la contemplación de la belleza de la simplicidad ( Wabi).

El raku (樂) es una técnica tradicional oriental de elaboración de cerámica utilitaria. Se cree que es originaria de Corea, sin embargo es en Japón donde ha florecido y encantado a todos los que tienen contacto con ella. Desde finales del siglo XVI el rakú atrajo a los maestros del té, influidos por la filosofía budista zen, quienes sintieron un placer singular en este retorno consciente al directo y primitivo tratamiento de la arcilla. Durante la ceremonia del té los participantes bebían la infusión en vasijas fabricadas por ellos mismos.

El término “Raku” proviene de “JURAKUDAI”, nombre de un palacio construido por Hideyoshi (1537 – 1598). Chojiro lo adoptó para las piezas de cerámica hechas exclusivamente para este palacio. Desde entonces la familia descendiente de Chojiro se denomina “Familia Raku”, que hoy está representada por su decimoquinta generación. Desde los comienzos de esta familia el primogénito es investido con todos los atributos que caracterizan una línea sucesoria de cientos de años, que otorga a sus piezas un carácter aristocrático dentro de la cerámica japonesa, ya que se consideran parte del Tesoro Nacional y tienen un valor incalculable. La palabra “Raku” significa “deleite, comodidad, placer contemplativo”.

La cerámica Rakú, desarrollada ante la necesidad de realizar cuencos para la ceremonia del té en Japón , refleja más directamente que cualquier otro tipo de cerámica las nociones de la conciencia de la “nada” derivadas del budismo Zen y la conciencia del ser, proveniente del taoísmo.

Hay dos tipos de cerámica Raku japonesa: la roja, de baja temperatura (entre 900 y 950 ºC ), y la negra, de temperatura media a alta ( 1100 ºC ).

Las piezas de Rakú son de hechura manual en lugar de producidas al torno, lo que las hace diferenciarse de otros tipos de cerámica japonesa. La hechura manual incrementa la potencialidad del modelado y permite que el espíritu del artista hable a través de la obra acabada, lo que le confiere un carácter espontáneo pero intimista al mismo tiempo. A través de las piezas buscamos lo simple, lo natural, lo bello…una vez más el Wabisabi. (侘・寂 )

El Raku es, pues, una compleja alquimia donde intervienen los cuatro elementos (tierra, fuego, agua y aire) de la cual resultan piezas únicas, siempre maravillosas.

En sus inicios los colores que se usaban eran:
– Esmalte rojo ( kuro-raku ) con oxido de hierro.
– Esmalte negro ( Aka-raku ) que se obtenía de la molienda de unos guijarros cogidos en un río cercano.
Los cuencos eran hechos a mano, con firmeza, equilibrio y de textura agradable al tacto y al contacto con los labios.

Rikyo era un esteta maestro de ceremonias del te y cuando vió la cerámica del ceramista Chojiro: sencillez en las formas y en el color, lo mandó llamar para que hiciera todos los utensilios de la ceremonia del te. Chojiro se hizo tan popular que le dieron el sello raku y desde esa han pasado ya 16 generaciones.

En occidente lo conocemos en 1930, gracias al ceramista ingles Bernard Leach, que escribió el «manual del ceramista». Unos años mas tarde, en los 60 este libro cayo en las manos de Paul Soldner y sus compañeros y fueron ellos quienes imprimieron el cambio que hoy caracteriza al Raku, la reducción y el ahumado.