Churchill dirigida por Jonathan Teplitzky, 2017
Churchill, dirigida por Jonathan Teplitzky y basada en un guión del historiador (obcecadamente anglófilo) Alex von Tunzelmann, se nos plantea (así lo advierte en sus entrevistas el director) como la merecida hagiografía a uno de los líderes más destacados de la II Guerra Mundial… lo cual resulta extraño porque lo que vemos en la pantalla es un hombre en permanente estado de zozobra y agarrotado por el recuerdo del brutal fracaso inglés en la batalla de Gallipoli (I Guerra Mundial), oponiéndose con tanto ahínco como ausencia de éxito, a la estrategia militar planteada por los norteamericanos como nuevos dueños de la guerra, limitándose a la labor de mantener la moral de la población mediante sus discursos y su icónica presencia. Película para mayor honra, aunque ridícula visto lo que se nos muestra, del desaparecido Imperio británico, que hubiera resultado interesante si en lugar de intentar hacernos creer que esos largos y edulcorados planos (tanto generales -¿la soledad del líder?- como primeros planos -¿la conciencia del líder?-) hubieran estado al servicio de un proyecto intimista que reflejara el peso y los efectos de la culpa (250.000 bajas contra los turcos en 1915), el duro tránsito a la vejez y a la decadencia que la misma conlleva. Los actores se lucen, lástima que la empresa sea engañosa y vacua.