Gabriel von Max nació en Praga, Chequia, el 23 de agosto de 1840. Checo de nacimiento, austro-húngaro de nacionalidad y muniqués de adopción, es sin ninguna duda, una de las figuras más fascinantes del enorme ámbito artístico cultural, y de pensamiento del Centro de Europa, en el periodo que abarcó entre el final de las Guerras Napoleónicas y el comienzo de la Primera Guerra Mundial.

Se formó en la Academia de Artes de Praga, bajo la tutela de Eduard von Engerth, además cursó estudios de parapsicología (sonambulismo, hipnotismo, espiritismo ), sobre darwinismo, filosofía asiática, ideas de Schopenhauer y otras tradiciones místicas.

Estos estudios, le influyeron poderosamente el movimiento espiritual y místico, sobre todo las publicaciones de Carl du Prel, y la pintura del alemán Albert Keller.

Su primera gran obra, la pintó en 1858, siendo estudiante de la Academia de Praga.

Continuó estudiando en la Academia de Arte de Viena junto a Karl von Blaas, Karl Mayer y Wurzinger Carl; de 1863 a 1867 en la Academia de Munich con Karl Theodor von Piloty, Hans Makart y Defregger Franz.

Su primer gran éxito de la crítica fue en 1867, con el cuadro: «Mártir de la Cruz», pintura simbolista de tema místico-religioso y en la que hacía una interpretación psicológica de sus figuras.

Pero el cuadro que le hizo alcanzar más notoriedad, de entre los de su producción religiosa, en su época y décadas posteriores y que siempre estremece contemplar es: «El éxtasis de la joven Katharina Emmerich».

Continuó utilizando la paleta oscura de la escuela de Piloty hasta bien entrada la década de 1870, para más tarde, usar una gama de colores más apagados, con menor número de ellos y más claros.

Así mismo, mostró en su obra su interés por los estudios de antropología, dueño de una gran colección científica de hallazgos prehistóricos etnológicos y antropológicos, dicha colección se encuentra actualmente en el Museo Reiss Stadtischen de Mannheim .

En su casa de Lake Starnberger se rodeó de una familia de monos a los que pintaba a menudo, llegó a retratarlos como si se tratara de seres humanos, utilizado fotografías para apoyar su pintura.

En 1908, su obra «La Novia del León», se hizo muy famosa, siendo llevada al cine, por Cecil B. de Mille, como un homenaje a Gloria Swanson en 1919.
Murió en Viena, el 24 de Noviembre de 1915.

 

Fuente | Trianarts