Sebastian Horsley, un artista cuya acción más famosa fue su propia crucifixión en Filipinas, que mandó filmar, murió víctima de una dosis de heroína.

El cadáver de Horsley, de 47 años, fue descubierto por su compañera en su piso del barrio de Soho, en el centro de Londres. Su muerte se produjo sólo unos días después de que se estrenase en esta capital la obra de teatro «Dandy in the Underworld» (Dandy en el Inframundo), basada en un libro autobiográfico suyo del mismo título.

En cierta ocasión, se describió de esta manera a sí mismo: «Estoy tendido en la cama como una esvástica y me gusta Alemania. ¿Por qué no? Soy medio Byron, medio patán, medio chamán, medio showman, medio nazi y medio Liberace».

En 2008, Estados Unidos le prohibió la entrada por su historial drogadicto

En agosto de 2000 viajó a Filipinas para experimentar en carne propia una crucifixión, como preparación para una serie de pinturas sobre el tema. Tras rechazar todo analgésico, hizo que le clavaran a una cruz, y, una vez crucificado, se desmayó. El filme y las fotos de aquel «happening» se exhibirían en Londres dos años más tarde. En 2008, Estados Unidos le prohibió la entrada en el país por su historial de drogadicto.

 

Fuente | ABC