Zdzisław Beksínski nació en Sanok, Polonia, el 24 de Febrero 1929. Fue un pintor, fotógrafo y escultor, que practicó un estilo que él mismo llamó barroco o gótico.

Sus mejores obras son del período de Realismo Fantástico, en el que pintó imágenes distorsionadas en un ambiente surrealista y lleno de pesadillas.

En su segunda época, su estilo se tornó más abstracto, dominando en él las formas.

Pintó sobre todo al óleo sobre paneles de aglomerado que el mismo preparaba, experimentó así mismo con pintura acrílica.

Escuchaba siempre música clásica mientras pintaba, decía que el silencio le molestaba.

Sus exposiciones fueron numerosas y todas de éxito clamoroso, tras de una de ellas en Varsovia en 1964, todas las pinturas fueron vendidas, por lo que Beksiński comenzó a dedicarse de lleno en la pintura, y a trabajar prolíficamente.

Los últimos años de la década de 1960, fueron su “periodo fantástico”, que practicó hasta mediados de la década de los 1980.

Este es así mismo su periodo más conocido, durante el que creó, como decíamos, imágenes perturbadoras, escenas que partían de un mundo surrealista y postapocalíptico, haciendo hincapié en escenas de muerte, putrefacción, paisajes repletos de calaveras, figuras deformadas y desiertos.

Sin duda sus cuadros nos hacen intuir una mente atormentada, cuanto menos, él mismo decía de su pintura: “Deseo pintar de la misma forma como si estuviese fotografiando los sueños”.

A veces decía que no sabía el significado de sus obras y que no le interesaba en lo posible hacer interpretaciones.

En consecuencia con esto nunca puso títulos a sus pinturas ni dibujos.

En la década de 1980 su nombre y su obra triunfaron en Francia y en el resto de Europa Occidental, Estados Unidos y Japón, su fama se extendió a nivel mundial.

En 1977 se trasladó a Varsovia, pero antes quemó una parte de sus cuadros en el patio trasero de su casa, incluida toda la documentación sobre ellos.

Posteriormente, manifestó que algunos de esos trabajos eran “demasiado personales”, y otros «eran insatisfactorios», motivos por los que no quería que fueran públicos.

A finales de la década de 1980 e inicios de la de 1990 se centró en imágenes tipo-escultura, realizadas con una restringida paleta de colores, entre las que incluyó una serie de cruces.

A finales de la década de 1990 descubrió la fotografía digital y los ordenadores, haciendo uso de ella en sus últimos trabajos.

Estos años fueron un muy duro para el pintor, murió su esposa Zofía, en 1998, y un año más tarde, en la Navidad de 1999, su hijo Tomasz se suicidó, él mismo Beksínski descubrió su cuerpo.

El 21 de Febrero de 2005, el pintor fue hallado muerto en su apartamento en Varsovia, tenía diecisiete puñaladas en su cuerpo.

Robert Kupiec, hijo del conserje de su casa, se declaró culpable junto con un amigo, siendo arrestados poco después del crimen, aunque hay muchas dudas respecto a esta autoría. Antes de su muerte, Beksínski se había negado a prestarle dinero a Robert.

 

Fuente | Trianarts