Conferencia "Una teoría darwinista de la belleza" pronunciada en el TED en noviembre de 2010

El otro gran principio de la evolución es la selección sexual, y opera de manera muy distinta. La cola magnífica del pavo real es el ejemplo más famoso de esto. No evolucionó para su supervivencia natural. De hecho, va en contra de su supervivencia natural. No, la cola del pavo real reuslta de las elecciones de apareamiento hecha por las pavas reales. Es una historia bastante familiar. Son las mujeres las que empujan la historia hacia delante. Darwin mismo, dicho sea de paso, no tenía dudas de que la cola del pavo real era hermosa en los ojos de la pava real. De hecho, usó esa palabra. Ahora, teniendo esas ideas firmes en mente, podemos decir que la experiencia de la belleza es una de las formas que la evolución tiene para despertar y sostener el interés o la fascinación, incluso la obsesión, con el fin de alentarnos a tomar las decisiones más adaptativas para la supervivencia y la reproducción. La belleza es la manera de la naturaleza de actuar a distancia, por decirlo de alguna manera. Digo, no podés esperar comerte un paisaje adaptativamente benéfico. Tampoco funcionaría con tu bebé o tu pareja. Entonces, el truco de la evolución es hacerlos hermosos, hacer que ejerzan una especie de magnetismo para darte el placer de simplemente mirarlos.

Consideren brevemente una fuente importante de placer estético, la magnética atracción de los bellos paisajes. La gente de muy diversas culturas alrededor del mundo tiende a gustar de un tipo de paisaje particular, un paisaje que resulta ser similar a las sabanas del pleistoceno en donde evolucionamos. El paisaje aparece hoy en calendarios, postales, en el diseño de las canchas de golf y los parques públicos y en imágenes enmarcadas en dorado que cuelgan en los livings de Nueva York a Nueva Zelanda. Es un paisaje del tipo de la Escuela del Río Hudson que muestra espacios abiertos de pastos bajos entreverados con bosquecillos. Los árboles, dicho sea de paso, siempre se prefieren si se horquillan cerca del suelo, es decir, si son árboles a los que pudieses treparte si estuvieras en apretos. El paisaje muestra la presencia de agua directamente a la vista, o evidencia de agua a una azulada distancia, indicadores de vida animal o aves así como diverso follaje, y finalmente — presten atención — un camino o una ruta, quizás una ribera o una costa, que se extiende hacia la distancia, casi invitándonos a seguirla. Este tipo de paisaje es considerado hermoso, incluso por gente de países en donde no lo tienen. El paisaje ideal de sabana es uno de los más claros ejemplos en el que humanos en todas partes encuentran belleza en una experiencia visual similar.