Taciano y el Discurso contra los griegos

Taciano, de sobrenombre el asirio, es uno de los apologistas cristianos que representan contemporáneamente a los padres apostólicos. Nació hacia el año 120 probablemente en Asiria de padres paganos. Recibió una educación griega; estudió historia, retórica y filosofía, llegó a ser sofista. En uno de sus frecuentes viajes llegó a Roma y se hizo discípulo de San Justino, en cuya escuela, después de haber buscado en vano la verdad en las distintas religiones, abrazó la fe cristiana.

Lo más sorprendente de los apologistas es su valor para hablar. Salen a la defensa de los hombres de toda raza injustamente vejados. Miran al mundo pagano que le es hostil y les declara la guerra a muerte.

Desde el año 64 el cristianismo pasa a ser religio illicita, y el cristiano, por el mero hecho de serlo, por su solo nombre, como claman los apologistas, esta fuera de la ley y es un criminal. Una religión como el cristianismo, que agrupaba a hombres de toda nacionalidad y procedencia, en sus orígenes más bien el desecho de la sociedad que sus clases elevadas, y que abominaba de la religión del Estado en todas sus formas, está condenada a ser perseguida.

El Estado romano es tolerante con el resto de las religiones que se practican dentro de las fronteras del Imperio; incluso Roma actúa como vehículo de transmisión de dioses que no son los suyos. Pero en el momento en que una religión amenaza la propia existencia y la unidad del Imperio, así como sus propias costumbres, debe ser perseguida y proscrita.

Una ley de Marco Aurelio se promulga contra los que introducen nuevas religiones no conocidas por el uso o la razón por la que pueden perturbarse los ánimos de los hombres. Se puede afirmar que apuntaba contra el cristianismo.
Celso dice lo siguiente acerca del cristianismo y de los cristianos: “El cristianismo es ante todo, una asociación oculta de las que se forman contra la ley, cuyos miembros se unen por el amor de unos con otros, amor nacido del común peligro. Luego, se trata de una doctrina bárbara el judaísmo ante todo y, consiguientemente el cristianismo, que de éste deriva…” “ Se trata de pobres gentes embaucadas, que han aceptado una doctrina corruptora de la vida de los hombres…”

A los cristianos según sus perseguidores les gustaba crear problemas y por tanto eran perseguidos legalmente. Además carecían de dios, eran atheoi, como refiere en los textos griegos. Al no dar culto a los dioses del panteón atraían la ira de éstos sobre el Imperio. Los cristianos tampoco sacrificaban por el bienestar del Emperador.

El Discurso contra los griegos de Taciano está dirigido supuestamente contra el conjunto de los griegos paganos. A muchos autores les ha hecho pensar que es más bien un tratado escrito con una intención propagandística. Su mensaje es elitista, ya que le llega al cristiano culto por medio de la lectura.

El texto se limita a nombrar a los griegos, y tras su interpretación, hay quien ha visto a los griegos como a los paganos de la época. Otros han interpretado que dirige el discurso a los griegos por oposición a la cultura oriental. Hay quien deduce que se lo dedicó al sector cultivado de la sociedad pagana, pensando en términos sociales. Se supone que en lo político el enemigo es Roma y no los griegos. Aunque no parece lógico que hubiera intentado leer el discurso en Grecia o Roma. Ello hubiera supuesto una declaración de guerra.

Hay una cierta hostilidad en su mensaje al orden establecido (romano-estatal, ciudadano, religioso). La negación de la violencia es una de ellas.

Dentro de la crítica a la religión tradicional, hay un desprecio por los rituales cívico-sangrientos que están dentro de los espectáculos públicos.

También hay una crítica al poder central que es el culpable de la situación de persecución que viven los cristianos.

El Discurso tiene un trasfondo sociológico. El cristiano de los siglos I y II tiene desarraigo social, con abandono o más bien carencia de riquezas. La valoración que de la pobreza se da entre los cristianos primitivos les hace acercarse a Jesús. Es necesaria para dedicarse al servicio de Dios, tiene un origen rural y busca la indiferencia ante la vanidad del mundo terreno.

El sentido de griegos que emplea Taciano no está claro, y cabe incluir a los romanos. Hace referencia a las actitudes anticristianas y antibárbaras.

Taciano habitó en varias ciudades, exceptuando Roma, todas griegas e importantes centros culturales y económicos de la parte oriental del Imperio. Taciano fue testigo de los actos del grecopaganismo del siglo II: creencias, ritos, fiestas, actos evergéticos.

En cuanto al culto imperial Taciano refiere lo siguiente: Discurso (4). “El emperador ordena pagar tributos; y yo estoy dispuesto a pagarlos; mi amo me ordena que le esté sujeto y le sirva y yo reconozco mi servidumbre. Porque al hombre se le ha de honrar humanamente; pero temer sólo hay que temer a Dios, que no es visible por ojos humanos ni por arte alguna comprensible. Sólo si me manda negar a Dios, no estoy dispuesto a obedecer, sino que moriré antes, para no ser condenado por embustero e ingrato”.

Es lo único que se muestra en su obra claramente opuesto al culto imperial. Niega la posibilidad de tributar honores divinos a un hombre. Califica como embustero o ingrato al que crea en la divinidad del emperador. Eso son los griegos. El cristiano no lo es, pero no ha de ser visto como un ciudadano desleal, ya que está dispuesto a pagar impuestos, aunque no niega a Dios.

El teatro lo califica como alta dosis de inmoralidad. Discurso(22)…¿Quién no hará befa de vuestro públicos espectáculos, que cumplidos con pretexto de los perversos démones, conducen a los hombres al deshonor?.Vi yo muchas veces a uno, y viéndole me maravillé y, tras maravillarme, lo desprecié, cómo era uno por dentro y mentía por fuera lo que no era, por extremo afeminado y totalmente disoluto… Él sólo era el acusador de todos los dioses, el compendio de la superstición, calumniador de las gestas delos héroes, representante de asesinatos, intérprete de adulterios, depósito de locuras, maestro de corrompidos, ocasión de condenaciones a muerte… Vosotros (los griegos) os dejáis arrebatar por tales gentes y ultrajáis a los que no toman parte de vuestros entretenimientos. Yo no quiero estar con la boca abierta cuando canta un coro, ni me da la gana conformarme a los gestos o movimientos contra la naturaleza… Vuestras hijas y vuestros niños están contemplando a los que dan lecciones en la escena sobre cómo se ha de cometer un adulterio.

El teatro se dedica a los dioses paganos, y éstos son démones, malvados e impostores y porque relatan sus inmoralidades, se hace incluso mofa de ellos. Porque muestra a la juventud cual es el comportamiento de la divinidad y le enseña a repetirlo, el teatro es un lugar de idolatría. Taciano nos da la idea de que los griegos son unos desgraciados que se dejan llevar por este vano ritual para terminar convencidos de su utilidad y necesidad, y lanzan contra los bárbaros (cristianos), la acusación de impiedad e incivismo consecuencia de su desprecio por el teatro.

El teatro griego es un teatro de la ciudad, organizado por el estado para aleccionar a la ciudad sobre momentos decisivos de la vida humana, pero no de la vida individual, sino de la vida de todo un pueblo. Es lección. Los grandes problemas de la ideología religiosa y del destino humano allí se trataban. Se constituye en una diversión el apartarse de las cosas diarias, el momento en que los grandes héroes del pasado, los animales fantásticos, los dioses, se aparecían en un acto de mimesis ante todo el pueblo.

La crítica al ritual del anfiteatro es más dura: Discurso (23). En dicho discurso, alude a los griegos. Para ellos el luego gladiatorio es una costumbre romana. Con esto deja de ver su falta de originalidad, que además critica.

El ocio y las distracciones son de gran importancia en la vida cotidiana. Para los romanos la situación ideal y la más digna es la de la vida ociosa. El trabajo como obligación de cada día, considerado algo honroso desde la modernidad, era tenido por una ocupación despreciable. Todo cuanto tuviera que ver con un salario era considerado algo sórdido e indigno de un hombre libre.

Taciano se opone radicalmente a este esquema, y critica el carácter sangriento y público del combate de gladiadores. Acusa a los paganos de ateísmo porque repiten gestos vacíos hacia los dioses que no existen o no son lo que ellos creen para obtener beneficios materiales y terrenales. Considera adúltero al que aprende el adulterio de los falsos dioses en el teatro, o asesino ritual al que pelea en el anfiteatro.

Taciano acusa de traidor a aquel que hace votos en los que no cree, por la salud de un emperador al que trata de no pagar impuestos. El bárbaro (cristiano), es todo lo contrario.

Ya que los griegos no están dispuestos a cambiar su manera de ser, que dejen a los cristianos ser como son: piadosos, castos, cívicos y fieles. Discurso(1). “ No os mostréis tan de todo enemigos de los bárbaros, oh griegos, ni juzguéis desfavorablemente sus doctrinas… El hombre que posee inteligencia debe esperar el testimonio de los demás y concordar con ellos en la emisión de su discurso”.

Taciano pone en duda la validez del arte, la filosofía, la lengua griega, la gramática, la retórica y la literatura.

Con esto, pone en duda toda su experiencia educacional salvo la que le llevó al cristianismo. Opone los conocimientos cristianos a la paideia. Negar la paideia (sustento del ámbito moral), suponía negar la formación en la norma de la polis. Esta formación en la norma, suponía que un hombre llegara a ser hombre libre y político, preparado para la palabra y la acción.

El griego era un hombre orgulloso de sus dioses, de su raza, de la filosofía que llevó al hombre a la cima del saber.

Para Taciano la filosofía griega es basura. Nada hay en la cultura griega que merezca la pena. Justino, su maestro, pensó sin embargo que el filósofo griego es un investigador de la idea de Dios. De hecho Justino en su Apología (5-3) cita lo siguiente acerca de Sócrates: “Y el que más empeño puso en ello (acercarse al conocimiento de Dios), Sócrates, fue acusado de los mismos crímenes que nosotros, pues decían que introducía nuevos demonios y que no reconoció a los que la ciudad tenía pos dioses”.

Sócrates muere por no ir contra la polis ni la democracia, e hizo de su vida una búsqueda de la verdad, siendo cumplidor de sus deberes como ciudadano.

Taciano dice que la filosofía cristiana: Discurso (31). ”Es más antigua que las instituciones griegas”. Estableciendo la siguiente frontera temporal: “Los límites serán Moisés y Homero; y pues uno y otro son antiquísimos, uno el más viejo de los poetas e historiadores; otro, autor de toda la sabiduría bárbara, tomémoslo ahora para establecer la comparación, y hallaremos que nuestra religión no es sólo más antigua que la cultura de los griegos, sino incluso anterior a la invención del alfabeto”…

En Roma, la paideia se convierte en un simple programa pedagógico.

En cuanto a las leyes refiere lo siguiente: Discurso (28) “Por eso condeno también vuestras leyes; pues debiera haber una sola constitución política común a todos; mas ahora, cuantas ciudades hay, tantas son las legislaciones; y así se da el caso de lo que entre unos es vergonzoso, entre otros se tiene por honroso…”

En definitiva, hay una indefinición legal respecto a la situación de los cristianos, lo que muestra la indisposición de Taciano respecto al régimen político que no los defiende jurídicamente.

Diatessaron, El Evangelio de Tassiano, 165-170 d.C.