Capítulo 16 - World Wide Fund For Nature

¿World Wide Fraud?

Una historia poco conocida

 Ecología y Geopolítica

La bomba que destruyó al edificio federal de Oklahoma City hizo pasar casi desapercibida a la muerte de un funcionario de la Asociación Forestal de Sacramento, California, que se produjo cuando el 24 de Abril de 1995 intentó abrir un paquete que resultó ser una carta-bomba. La Asociación Forestal de California es una organización sin fines de lucro que representa a empresas de productores madereros y de propietarios de tierras forestales.

Aunque nadie revindicó al envío de la bomba, los investigadores del FBI la atribuyeron a un notorio militante ecologista de la organización eco-terrorista Earth First! que ha cometido ya más de 16 atentados de este tipo en los últimos cuatro años. Los investigadores sacaron a luz cartas que el ecologista había enviado a los periódicos en diversas oportunidades, en donde expresa que su accionar «está destinado a destruir a la civilización industrial y a detener el desarrollo tecnológico de occidente», de acuerdo a lo informado por la cadena de televisión CNN. Además indicaba que, «por motivos de seguridad, no explicaría cuales serían los próximos pasos de su grupo, pero que estaban seguros de que el FBI jamás los podrían descubrir. El FBI es una risa».

Finalmente, el terrorista conocido como Unabomber (Un – por haber enviado bombas a las Universidades, a: por haber hecho lo mismo con líneas de aviación) resultó ser Richard Katzsinski, un ex-profesor de matemáticas, detenido por el FBI en Marzo de 1997. Mediante el chantaje terrorista consiguió que los diarios New York Times y Washington Post publicaran una edición especial con un extenso manifiesto ecologista donde condena a la ciencia y a la tecnología. Esta actitud asumida por los diarios fue criticada por el resto de la prensa norteamericana que se oponía a rendirse al chantaje terrorista. La clara postura ecologista a ultranza de ambos diarios norteamericanos no les permitía perder la oportunidad de publicar una alegato tan favorable a la Causa. Etica Periodística vs. intereses corporativos.

No se trata este de un hecho aislado ni de reciente aparición. El ecoterrorismo tiene ya muchos años de accionar en el mundo occidental y al respecto se recuerdan casos como los informados por diversas agencias noticiosas:

«EFE, 11/11/ 78: La policía de Madrid detuvo a nueve integrantes del Grupo Acción Directa Ecologista, sospechosos de atentados e incendios de tiendas de artículos de caza, armería, peleterías, curtiembres y restaurantes donde sirven perdices, jabalí, ciervo y sopas de tortuga. Los terroristas del GADE, a quien se incautó panes de nitroglicerina, granadas, pistolas y municiones, planeaban aparentemente, secuestrar a cazadores adinerados y, con el rescate, adquirir espacios en TV para así divulgar la Ecología y el proteccionismo de los animales en extinción.»

Es de notar el hecho que todos los atentados dirigidos a la comunidad maderera de los EEUU están fundados en la intención declarada de proteger al búho manchado (spotted owl) que habita en los bosques del estado de Washington y Oregon.

Los atentados ecoterroristas son numerosos y han causado muchísimas muertes de operarios de maquinaria, leñadores, guardianes de zoológicos, científicos dedicados a la experimentación en animales, además de un elevadísimo número de heridos, muchos de los cuales han quedado con invalidez permanente. Una pregunta que se hacen muchos analistas es cuál es el fin verdadero que se oculta detrás de la declarada intención de proteger a los animales en vías de extinción. Las investigaciones realizadas por algunas organizaciones que ven al ecoterrorismo como un peligro cierto, no sólo para la seguridad de la población en general, sino también para el desarrollo de tecnologías y actividades que contribuyen a un mejoramiento de las condiciones de vida y salubridad de las naciones.

 La punta del ovillo

El investigador privado Barry Clausen se infiltró durante dos años y medio en las filas de Earth First! y obtuvo información reveladora que publicó en su libro «Walking on the Edge»cuyas conclusiones principales aparecieron en la revista científica 21st Century Science & Technology (Primavera, 1994) bajo el título «Dentro de Earth First!: Una Historia Real Acerca de Terroristas». Clausen documenta en su investigación que muchos miembros abiertamente activos de la organización ecologista Greenpeace actuaban sigilosamente de noche para Earth First!. Probó, además, que la secretaria de Greenpeace en Seattle era quien recogía el correo destinado a Earth First! que llegaba a la oficina postal.

En su libro Clausen dice cosas que han puesto a pensar a muchas personas que veían al movimiento ecologista como una expresión de sinceras intenciones de proteger al am-biente. Dice Clausen cosas como: «Muchos de los individuos que conocí en Earth First! eran también parte del Frente de Liberación Animal y me han relatado personalmente específicas acciones criminales que cometieron en sus esfuerzos para salvar animales». El Frente de Liberación Animal está listado por el FBI como una de las 10 principales organizaciones terroristas de los EEUU. ¿Por qué no está Earth First! incluida en la lista junto al Frente de Liberación Animal?

Un informe patrocinado por la Greater Yellowstone Coalition, el Sierra Club y la Wilderness Society sobre el oso «grizzly» listan a todos los contribuyentes a la campaña para «salvar al oso grizzly». Muchos de los contribuyentes son activos miembros de Earth First!, incluyendo al grupo «Keep It Wild«, cuyos líderes son Michael y Daniel Carter, quienes, después de declararse culpables de clavar pernos de acero en árboles y sabotear equipos de la industria maderera, fueron sentenciados a la cárcel en Montana.

 La Madre de Todas las ONGs

La documentación obtenida por Clausen fue utilizada por el periodista islandés Magnus Gudmunsson en su documental para la televisión de Dinamarca «Una Fisura en el Arco Iris» (A Crack in the Rainbow). En su trabajo periodístico, Gudmunssondemuestra la forma en que Earth First! y Greenpeace trabajan juntas para conseguir sus objetivos. Este trabajo, junto a su anterior documental «Survival In the High North», que demuestra la forma en que Greenpeace falsificó material fílmico para sus campañas «salven a las focas» (contrató cazadores para matar bebés foca mientras un camarógrafo de Greenpeace filmaba la carnicería), sirvió para que la Asociación de Periodistas del Japón le concediese a Gudmunsson el Premio al Periodista del Año, en Octubre de 1994.

Pero cuando los investigadores siguieron las pistas, el rastro les llevó hasta la organización «Madre»: el famoso WWF, o World Wildlife Fund, del Príncipe Felipe Mountbatten, Duque de Edimburgo, más conocido por ser el marido de Elizabeth II, Reina de Inglaterra. Es necesario conocer la historia del WWF, su ineficiencia como «salvadora» de animales y su misión como medio para la conservación del «status» colonial de la mayor parte del Tercer Mundo para darnos cuenta de cómo el público ha sido engañado durante tantos años. Nosotros somos el público, recuerda?

  El WWF (¿World Wide Fraud?)

Fondo Para la Vida Silvestre: es una organización fundada por el mencionado Felipe, Duque de Edimburgo, en 1961 y con la declarada intención de proteger a las especies de animales en vías de extinción, y a la creación de parques nacionales y reservas de vida silvestre. Curiosamente, el Príncipe Felipe decidió fundar esta organización pocos meses después de haber participado ­ invitado por el Rajá de Jaipur ­ en una expedición de caza de tigres de Bengala y de haber matado a una rinoceronte hembra, dejando que su cría escapase hacia una segura muerte por inanición. Como este hecho había provocado un escándalo periodístico de magnitud, Felipe nombró como presidente del WWF a su primo hermano, el Príncipe Bernardo de Holanda, porque además ­ como declaró Sir Peter Scott, uno de los fundadores del WWF, «Cuando iniciamos al WWF, un presidente inglés se hubiese visto demasiado colonialista».(1)

También habló Ian MacPhail, primer director internacional de apelaciones del WWF, refiriéndose al incidente de la mamá rinoceronte«Yo fui uno de los que encubrió el hecho», pensando que el mayor bien era salvar a varias especies de animales en su totalidad. Reflexionando sobre el fracaso del WWF para salvar animales durante las tres décadas anteriores concluyó«Pero, con gran pesadumbre tengo que informar que estaba errado. Los rinocerontes, los elefantes y el panda no se embarcaron, y la Nueva Arca de Noé partió sin ellos«.

 El Informe «Marfil Negro»

En 1972, Sir Peter Scott, fundador del WWF, comisionó a Alan Parker, un gran cazador (legal) que vivía en Nairobi para que investigara al lucrativo comercio ilegal de marfil, cuernos de rinoceronte, etc. Entre otras cosas, Parker descubrió que la familia del presiden-te de Kenya, Jomo Kenyatta participaba ampliamente del tráfico ilegal, y que su hija Margareth era la secretaria de una compañía que vendía cuernos de rinoceronte y colmillos de elefante al Oriente Medio, comercio que más ha diezmado a las grandes especies de animales de Kenya. Parker también incluyó en su informe a varios de los más importantes «conservacionistas» de Kenya entre los cazadores ilegales.

Unas cuantas horas después de haber entregado su informe a Sir Scott, Parker fue secuestrado, llevado a la famosa estación de policía de Langatta Road, donde fue golpeado durante tres días y se le advirtió que no dijera nada sobre lo que había escrito, o asesinarían a su esposa. El informe, que hasta ese entonces era la mejor investigación que se había hecho sobre la matanza de animales salvajes de Africa, se mantuvo escondido durante 17 años, hasta que Kevin Dowling, cineasta irlandés, lo desenterró para usarlo en su aguda denuncia del WWF, la película «Ten Pence in the Panda», producida por la red Independent Television, de Gran Bretaña.

Por los mismos días en que Parker era torturado, el príncipe Bernardo le entregaba a Kenyatta la «Orden del Arca Dorada«, creada especialmente para él, por «salvar al rinoceronte». Bernardo sabía que un gran número de animales había sido exterminado durante el gobierno de Kenyatta porque tenía en su poder el informe de Parker, «Marfil Negro»: había firmado el recibo. Sin embargo, consideraciones de políticas coloniales hicieron que esta reveladora pieza de información fuese totalmente ignorada.

 ¿Salvar Animales?

A fines de 1989, John Phillipson, profesor de la Universidad de Oxford, completó una investigación interna solicitada por el WWF sobre la efectividad de la organización. «El Informe Phillipson»un detallado estudio de 252 páginas es una severa condena a la incompetencia y a los disparates del WWF. La conclusión final del profesor Phillipson es que lo que menos sabía hacer el WWF era precisamente aquello que había escogido como misión: salvar a determinadas especies de animales. La paradoja se demuestra en que, después de 23 años de recaudar abundante dinero a costa del adorable panda, el WWF descubrió de repente que el animalito estaba en peligro inminente de extinción. Felipe lanzó entonces, en 1987, una nueva campaña para recabar más fondos para «salvar al panda» ­ cosa que ya debía haber sucedido, si realmente el WWF hubiese querido hacerlo desde un principio.

El profesor Phillipson hizo notar que «el WWF había gastado desde 1980 más de 4.493.021 Francos Suizos en 8 proyectos» y que «a pesar de un equipo de 43 personas (23 de las cuales eran supuestos científicos), la reproducción de los pandas no tuvo éxito y el resultado de la investigación es insignificante … los laboratorios, equipados a un costo de 530.000 Francos Suizos son verdaderamente imprácticos. La ausencia de asesoría com-petente, la falta de adiestramiento del personal y la mala dirección han producido un laboratorio ‘moribundo’. La conclusión obvia es que el WWF no ha sido efectivo o eficiente en salvaguardar sus grandes inversiones … y que los socios del WWF se desanimarían al darse cuenta que el capital que han aportado virtualmente ha desaparecido Después de más de 30 años de recaudar fondos a costa del panda, el príncipe Felipe se vio obligado a reconocer en 1990 que el panda «está probablemente condenado a desaparecer».

 El Caso del Elefante

En cuanto al elefante, el WWF hizo su muy importante aporte para conseguir la rápida extinción de la especie. El famoso ecólogo E. Caughey, especializado en población animal, realizó un estudio en 1980 que demostró que a principios de 1950 existían en Africa unos 3.000.000 de elefantes. Luego, en 1976, el primer conteo sistemático de elefantes realizado por Ian Douglas-Hamilton, conservacionista escocés residente en Kenia, encontró 1.300.000 sobrevivientes. Durante toda la década del 70 y parte del 80 el WWF sostuvo obstinadamente que «no existía ninguna crisis del elefante» y combatió todos los esfuerzos de varios conservacionistas para prohibir el comercio del valioso marfil del animal. En 1989, el WWF lo proclamó el «año del elefante», mientras seguía sosteniendo que había aún 750.000 ejem-plares. Sin embargo, el censo realizado en 1988 por Pierre Pfeffer (ex presidente del WWF de Francia) demostraba que sólo eran 400.000. Por haber revelado esta información fue obligado a renunciar.

Remontándonos a 1963, se comprueba que sir Peter Scott, jefe del WWF Internacional, recomendó a la Junta Administradora de Parques Naturales de Uganda la eliminación de 2.500 animales, para lo cual se contrató al ya conocido Ian Parker, que de paso aniquiló 4.000 hipopótamos en la misma operación. La recomendación se basaba en la premisa malthusiana de que «debido a la sobrepoblación, era necesario matar muchos individuos para salvar a la especie«. En realidad, y tal como se demostró más tarde, Sir Scott quería crear una gran hacienda que produjera caoba precisamente en los bosques donde los elefantes se alimentaban, y resultaban un estorbo.

En 1975, la African Wildlife Leadership Foundation, creada por Russel Train, presidente del WWF de los EEUU, contrató a Ian Parker para que matara prácticamente a todos los elefantes de Ruanda, con el argumento que los ruandeses no podrían proteger simultánea-mente a los gorilas de las montañas y a los elefantes, de modo que los elefantes tenían que morir. Una de las asistentes de la famosa experta en gorilas Diane Fossey denunció posteriormente que a los elefantes los mataron porque la tierra donde vivían era ideal para el cultivo del piretro, de donde se obtiene la piretrina, un insecticida natural «no contaminante».

Después de unos cuantos años se descubrió un sustituto sintético de la piretrina y la producción del piretro se acabó. Ya sin bosques, las laderas altas donde moraban los elefantes perdieron su capa vegetal por la erosión, mientras que los ríos se sedimentaron y se pro-vocaron inundaciones. Irónicamente, el Sr. Russell Train fue nombrado poco después jefe de la EPA, la Agencia de Protección del Ambiente, de los Estados Unidos! Dime con quien andas . . .

Bastante más reciente es la medalla que el WWF le otorgó en 1986 al ex combatiente rhodesiano Clem Coetze (entregada por las manos del director general del WWF, DeHaes) por haber supervisado una campaña en la que se mataron más de 44.000 elefantes en la República de Zimbabwe.

Según el WWF esto era necesario «para proteger al ambiente«. Cuando el WWF hizo sonar la alarma en 1989 ­ al declararlo el «Año del Elefante» ­ la ayuda que llevó a cabo fue de lo más curiosa: con los fondos obtenidos con dramáticas campañas«para salvar a Nell, el elefante«, el WWF montó un campamento para rescatar a los grandes animales, y al cual se llevó ingentes cantidades de equipamiento paramilitar. El campamento estaba en la frontera con Ruanda, a pesar de que todos los elefantes de Uganda estaban en el Parque Murchison, a 1.600 km de allí. Pero fue desde la región del campamento del WWF que el Frente Patriótico Ruandés lanzó después su invasión contra Ruanda provocando una de las matanzas mas espantosas que haya conocido la humanidad. El infortunado rinoceronte negro también le debe al WWF gran parte de su casi estado de extinción.

 El Rinoceronte También

En 1961, el WWF comenzó su «ayuda» con las 45.000 libras esterlinas recaudadas gracias a una campaña del Daily Mirror, que invitaba a contribuir para «salvar a Gertie, la rinoceronte adorablemente fea». Sin embargo, el WWF no gastó prácticamente nada para salvar al rinoceronte en sus primeros 10 años de actuación y sólo patrocinó dos programas relacio-nados con Gertie en las dos primeras décadas. Pese a las ruidosas campañas publicitarias relacionadas con el rinoceronte, de los 110 millones de libras recaudadas hasta 1980, «para salvar al rinoceronte negro», el WWF sólo gastó 118.533 Francos Suizos en programas relacionados con el tema. Mientras tanto, la población del rinoceronte había disminuido en un 95.5%. Y cuando finalmente el WWF se decidió a actuar, los rinocerontes murieron o, en el mejor de los casos, fueron enviados a zoológicos o, más a menudo, a granjas privadas. Hoy, prácticamente, no hay más rinocerontes negros en la selva del Africa.

El profesor Phillipson criticó muy duramente a los programas emprendidos por el WWF para «salvar» al rinoceronte. En 1965, un residente de Kenia le dió al WWF 36.300 Francos Suizos para trasladar a seis rinocerontes blancos desde Natal, Sudáfrica, hasta el Parque Natural de Meru, en Kenia, que según el informe del WWF de 1965-67 «se pensó que tenía el habitat natural correcto» para esos animales. «El proyecto» ­ escribió Phillipson ­ «estuvo mal concebido y era injustificable desde el punto de vista conservacionista; el rinoceronte blanco del sur nunca, al menos en épocas históricas, vivió en Kenia; más aún, no hay evidencia de que el rinoceronte blanco del norte haya recorrido jamás las tierras que ahora constituyen las 87.044 hectáreas del Parque Natural Meru. Se tiene que suponer que a mediados de los 60 el WWF era científicamente incompetente, o estaba hambriento de publicidad, o ansioso de conseguir dinero, o estaba indebidamente influenciado por gente de peso pero científicamente ingenua».

Philipson concluyó: «El programa finalizó abruptamente en noviembre de 1988, quizá misericordiosamente ya que eliminó una permanente causa de vergüenza. En un acto de desafío, cazadores ilegales rebeldes de Somalia mataron a todos los rinocerontes blancos que quedaban, un final desafortunado para los rinocernotes pero, sin duda, un gran alivio para los conservacionistas preocupados. El proyecto 0195 no es un proyecto que el WWF pueda recordar con orgullo». Tampoco lo es el proyecto 917, en el cual 85 «rinocerontes excedentes» de Natal fueron embarcados para Mozambique, todos los cuales murieron.

Tampoco es nada para estar orgullosos es el programa del rinoceronte emprendido en el Parque Nacional del Lago Nakur, en Kenia. La mitad del dinero que el WWF gastó en Kenia se dirigió a lo que se llama «administración de la zona protegida« de este parque. A los finales de los años 80, el WWF decidió transformar este parque, originalmente como concebido como un parque para aves, con cientos de miles de flamencos y muchas otras variedades de aves tropicales que se reproducen en el lago y en sus alrededores, en un parque para rinocerontes, en el que se pondrían los últimos rinocerontes que quedaban en Kenia. Diecisiete rinocerontes negros fueron trasladados y encerrados en un corral con verja electrificada. Pronto se hizo evidente que el programa era un completo desastre. Tal como lo comentó Philipson con ironía mordaz:

«La lógica con se escogió a Nakur para que permanecieran los rinocerontes negros sigue siendo un misterio. Aproximadamente la tercera parte del parque es un lago y otra tercera parte es un prado abierto, verdaderamente inapropiado en una situación normal, como residencia del rinoceronte… Escoger a Nakuru era una necedad. ¿Qué valen las excursiones a pie para observar las aves si un rinoceronte puede estar escondido detrás del siguiente arbusto? Después de todo, el parque fue creado para las aves».

Si el WWF no ha estado protegiendo de la extinción a ninguna especie animal, ¿en qué ha estado gastando sus cientos de millones de dólares? El examen de las Operaciones Stronghold (Ciudadela) y Lock (Cerrojo), otros dos programas lanzados con la excusa de «salvar al rinoceronte» ofrecen pistas reveladoras que permitirán ir armando al complicado rompecabezas que constituye el movimiento ecologista internacional.

 La Operación Stronghold

Financiada con un millón de francos suizos, y coordinada con la Operación Lock, esta operación se suponía que estaba destinada a permitir que el Departamento de Parques Nacionales y Administración de la Vida Silvestre de Zimbawe salvase a 700 rinocerontes negros del valle de Zambesi. Glen Tatham, el jefe de los guardabosques hizo una gira por los EEUU anunciando que, con la ayuda del WWF, él y sus ayudantes «nos iremos a la guerra» contra los cazadores furtivos que cruzaban la frontera desde Zambia. El 10 de Mayo de 1988, Tatham y dos de sus ayudantes fueron procesados en Zimbawe por asesinato. Se les acusó de haber atraído con engaños a varios cazadores ilegales; cuando llegaron al lugar convenido fueron fusilados en una emboscada, sin previo aviso de los guardabosques.

En un debate parlamentario se denunció que Tatham y su grupo habían asesinado a 70 cazadores desde principios de 1987. Presionado por Gran Bretaña, el parlamento de Zimbawe se apresuró a votar una ley que les otorgó a los guardabosques inmunidad civil y penal por las muertes o heridas que causaren durante el cumplimiento de sus obligaciones. Diez parlamentarios se opusieron a esta ley argumentando que «legalizaría al asesinato». Uno de los opositores, Mica Bhebe dijo: «Les estamos dando carta blanca para matar gente».

Las cifras oficiales muestran que, entre Julio de 1974 y Septiembre de 1991, fueron asesinados 145 «cazadores«. La mayoría de los muertos en el valle de Zambesi fueron atacados desde un helicóptero del WWF, tripulado por personal al servicio del WWF. Se gún las cifras del Departamento de Parques, de las 228 personas muertas o aprehendidas, se recogieron apenas 107 armas. Dado que se informó que otras 202 personas huyeron, algunos con heridas graves, quedando algunos incapacitados para llevarse sus armas, quiere decir que Tatham y sus compinches no pudieron capturar las armas del 75% de las personas muertas, capturadas o que huyeron de sus operaciones. Esto provoca serias dudas sobre si en realidad los ataques de los guardabosques estaban dirigidos contra cazadores armados. Según varios de los entrevistados por el equipo que filmó la película Ten Pence in the Panda, muchos de los muertos en realidad pertenecían al ala militar del Congreso Nacional Africano (CNA) que luchaban por erradicar al Apartheid de Sudáfrica, mientras su líder, Nelson Mandela cumplía una pena de 25 años de prisión.

¿Y qué hubo con los rinocerontes? Desde que en Febrero de 1987 se acordó poner en práctica la Operación Stronghold, la meta del WWF era «reubicar a los rinocerontes capturados en el valle a otras áreas más seguras». Drogados e inmovilizados, los animales se enviaron a granjas privadas en Zimbawe y otras partes del Africa, a EEUU y Australia. Dicho de otra forma, el WWF pagó a mercenarios para asesinar gente y poder destruir al último hato de rinocerontes negros que quedaba en el mundo. Las verdaderas razones se hicieron públicas muy poco después: el Fondo Monetario Internacional (FMI), que estaba entonces «reestructurando» a la economía de Zimbabwe, había ordenado la instalación de haciendas ganaderas en el valle de Zimbabwe ­ justo en la región habitada por los rinocerontes ­ para proveer carne a la Comunidad Económica Europea.

Después que los rinocerontes fueron dispersados por el mundo, escuadras de exterminadores ingresaron al valle y mataron multitud de elefantes y por lo menos 5000 búfalos, además de otros animales menores para hacerle espacio a la hacienda ganadera que quería el FMI. En Julio de 1989, se exhibió al ganado en una feria en Bulawayo. Se descubrió entonces que los animales tenían fiebre aftosa, por lo cual los europeos cancelaron sus contratos; Zimbabwe se quedó cargando a sus espaldas (la de sus pobrísimos habitantes) con una inmensa deuda con el FMI y sin los rinocerontes.

 La Operación Cerrojo

A principios de 1990, en la prensa europea estalló un escándalo que puso a los directivos del WWF en un serio aprieto. Acababa de descubrirse el fracaso de una de las más secretas operaciones conjuntas entre el WWF y las fuerzas de élite de los Servicios Aéreos Especiales británicos (SAS) con la misión de salvar al rinoceronte por medio de la infiltración de los «commandos» para desbaratar a la red de tráfico ilegal de marfil, cuernos de rinocerontes y partes de animales, y encarcelar a sus dirigentes. Lo grave no era el fracaso, sino que en la operación desapareció un millón de libras esterlinas y se comprobó que el grupo del SAS había comenzado a traficar con el marfil y los productos del rinocerontereemplazando a los carteles que habían ido a combatir! Como en la Operación Stronghold, también hubo un creciente número de «cazadores» asesinados, de acuerdo a las acusaciones del Congreso Nacional Africano de Mandela.

Es curioso que las revelaciones más detalladas sobre la Operación Cerrojo, obviamente apoyadas en docu-mentos internos del mismo WWF, se publicaron en el boletín Africa Confidential, considerado como una operación del MI-5, y que fue fundado en el departamento que tenía en Londres David Stirling, el legendario creador ­ allá por los comienzos de la Segunda Guerra ­ de los regimientos del SAS británicos.

Para quien está familiarizado con el tema de los parques africanos, los principales cazadores furtivos son por lo común los mismos guardaparques, muy a menudo armados y financiados por el WWF. La unidad especial creada por Stirling para «proteger al rinoceronte» estaba formado por elementos de élite de las SAS: El Teniente Coronel Ian Crooke, condecorado con la Orden de Servicios Distinguidos en la Guerra de Malvinas y entonces jefe del Regimiento 23 del SAS; Nish Bruce, el segundo de Crooke en la operación, se dice que fue el soldado más condecorado en Malvinas; Alastair Crooke, hermano de Ian, ex funcionario consular británico en Paquistán, responsable del rearme de los muyajedines de Afganistán, que derivó finalmente en el arribo de los Talibanes y su locura al poder. Otros miembros del grupo eran veteranos de las operaciones en Irlanda del Norte y especialistas en capturar a los miembros del IRA. Todos especialistas en «guerra sucia» ­ experiencia considerada muy apropiada para «proteger al rinoceronte».

 

Ante el escándalo provocado por la desaparición de un millón de libras y la actividad privada de los miembros del SAS como traficantes de marfil, cuernos de rinocerontes y otras partes de animales, el WWF preparó a toda prisa su propia versión del asunto: según la «historia oficial» de 1986, todo se redujo a una iniciativa personal del Príncipe Bernardo y John Hanks, nuevo jefe de programas del WWF para el áfrica, alarmados por la rápida desaparición del rinoceronte. Ambos habían planeado el envío de un equipo de asesinos y saboteadores bien entrenados del SAS para combatir al problema por medios no ortodoxos. Sin conocimiento del WWF, el príncipe Bernardo aportó al proyecto cuando menos 500.000 libras esterlinas que obtuvo de la venta de una valiosa pintura (¿ o de la coima recibida de Lockheed en 1971?), y así arrancó el asunto. Según el cuento del WWF, esta operación era totalmente desconocida para la sede principal en Gland, Suiza -aunque Bernardo era entonces presidente del WWF de los Países bajos y de otras organizaciones nacionales del WWF. La explicación «no cierra». No se la cree nadie que sepa cómo se manejan las cosas en organizaciones tan perfectamente «aceitadas» como el WWF.

Resulta claro que la Operación Cerrojo fue política oficial del gobierno inglés: la cadena de mando del WWF conduce directamente al príncipe Felipe, consorte de la reina Isabel; Stirling mismo admitió ante la prensa que mantenía contacto con el Ministerio de Defensa y el Foreign Office de Gran Bretaña. Un miembro del SAS que participó de la Operación Cerrojo afirmó por escrito que en el consorcio de los que apoyaron financieramente al proyecto, participó la Reina Madre. Otro que apoyó a la Operación fue Laurens van der Post, el tutor del príncipe Carlos, y entonces el principal consejero de la Primer Ministro Margaret Thatcher sobre asuntos de Africa. Según lo definieron en áfrica Confidential, el asunto era: ¿Quiénes en la burocracia del WWF sabían de ese plan loco y criminal, y cuando se dieron cuenta? ¿Se trataba de otra operación «extraoficial» del Príncipe Bernardo, como supuestamente lo fue la «Informe Marfil Negro», o se traba de una acción oficial del WWF? De inmediato se supo que toda la operación fue desde el principio una decisión oficial del WWF, y que la descripción del plan (después calificado de «error») hablaba de manera explícita de la compra de armas.

El hombre a quien Bernardo confió «salvar al rinoceronte» era, no sólo quien fundó al SAS y que tenía gran experiencia en la ejecución de operaciones clandestinas en áfrica, sino que además había sido el «Gold Stick» en la coronación de la Reina Isabel II en 1952. Aristócrata escocés, anglocatólico y educado en el monasterio benedictino de Ampleforth, junto con Lord Buxton, caballerizo suplente de Felipe, y con otros miembros del WWF, Stirling fue escogido para el extraordinario honor, codiciado por la nobleza británica, de ser el defensor personal del cuerpo de la reina, la jefa de la Iglesia Protestante de Inglaterra. Y, al igual que todos los hombres del SAS, del MI-5, y del MI-6, y el regimiento real de la caballería, Stirling juró su lealtad a la persona del monarca, y no al Estado británico.

 La Ilógica del Colonialismo

En lugar de emplear zoólogos y otros científicos para «salvar al rinoceronte», el gobierno inglés prefirió emplear especialistas en destrucción y muerte. Pero visto desde el ángulo de la geopolítica, la falta de lógica del príncipe Felipe y su WWF resultan ser una lógica impecable. Stirling estaba muy ligado ­ entre otros traficantes de productos animales africanos ­ a la organización guerrillera UNITA, dirigida por Jonas Savimbi, que en 1988 admitió que sus hombres mataron a 100.000 elefantes para financiar su guerra contra el gobierno del MPLA en Angola. Más aún, documentos internos de la compañía KAS Enterprises Ltd., la «cubierta» usada por el grupo de Stirling Crooke, pensaba obtener enormes ganancias con la venta del marfil, cuernos de rinoceronte, etc, ­ actividad que supuestamente debían combatir.

El Ministro de Seguridad de Zimbawe, Sidney Sekarayami, dijo al diario holandés de Volkrants en Agosto de 1991 que «sospechaba que la KAS era una cubierta para desestabilizar al Sur de Africa». Muchos otros funcionarios de los gobiernos de Kenia, Tanzania y Zambia se negaron a cooperar con el grupo de los SAS.

¿Pero, para qué enviar comandos expertos al sur de Africa, aún con la excusa de salvar rinocerontes? Más aún, si estos comandos obviamente no salvaban rinocerontes, entonces, ¿qué hacían en realidad? Desde antes que Nelson Mandela saliese libre en 1990, y hasta nuestros días, han muerto más de 10.000 sudafricanos negros como resultado de actos de violencia «entre negros». Muchos observadores y analistas políticos han atribuido esta carnicería a las acciones provocadoras de una misteriosa «tercera fuerza» que no es, ni el Congreso Nacional Africano ni su rival, el partido Inkatha, de base zulú. Atacando a los grupos rivales, que luego se acusan entre sí, la «tercera fuerza» mantiene encendida la llama de la violencia«Divide y reinarás» parece ser la filosofía que el príncipe Felipe aplicó en este caso, a través de los SAS contratatados por el WWF. Crooke y su grupo fueron las herramientas . . . con la excusa de la ecología.

 Conclusiones

El propósito declarado del WWF y la Operación Stronghold era «ponerle alto a los cazadores ilegales». Pero, como lo demuestra el caso del cráter Ngorongoro ­ que cubre un área de 323 km cuadrados en Tanzania – ¡Es el propio WWF quien paga a los que cazan ilegalmente! Uno de los fundadores del WWF, el Dr. Bernard Grzimek realizó un censo de animales en el cráter y denunció escandalizado que la vida animal estaba desapareciendo del cráter. Como resultado, los pastores masai fueron expulsados de la zona ­ su hábitat durante milenios. En 1964 se hizo el censo mejor documentado de Africa y se fotografió y bautizó con nombres, uno por uno, a los 108 rinocerontes del cráter.

De inmediato se inició un programa del WWF para «salvarlos», financiando a los guardias del parque. Para 1981, sólo quedaban 20 rinocerontes. Ninguna de las tres unidades de guardias capturó a ningún cazador en años. En ese mismo año, una testigo envió una carta a las oficinas de la African Wildlife Leadership Federation de Nairobi, que da una cierta pista sobre la desaparición del hato de rinocerontes. Informó en su carta que los guardias financiados con el dinero del WWF habían matado a dos mansos rinocerontes machos y habían herido a una hembra«todo a plena luz del día«. Y concluyó: «¿No es bastante claro lo que está pasando en el cráter?«

 Informe Revelador

En Octubre de 1994, la revista EIR Executive Intelligence Review, de Washington, DC, publicó un extensísimo informe sobre el WWF, sus orígenes y sus actividades en el mundo. Su lectura es algo obligado para aquellos que quieran conocer algo más sobre el tema ecología y la manera en que es utilizada para continuar con las políticas hegemónicas de la Casa Real Británica. De allí se han extractado muchos datos que aparecen en este capítulo, y de su capítulo llamado «La organización del príncipe Felipe comete genocidio en Africa« citaré algunos párrafos: Comienza esta parte del informe mencionando un editorial del New York Times (7 de Agosto de 1994) que pedía a sus lectores que ponderaran la suerte de los gorilas de Ruanda, en momentos en que cientos de miles de refugiados morían de hambre, disentería y cólera en los siniestros campamentos de refugiados:

» . . . Por el momento . . . los gorilas han salido ilesos. Noticia maravillosa . . . Por fortuna, se ha podido hacer un recuento de todas las criaturas, salvo dos, cuya desaparición equivaldría casi a la muerte de un familiar.» Esta preocupación por 650 gorilas es un síntoma de a qué extremo impregna ya a la sociedad la incapacidad sicótica del príncipe Felipe de distinguir entre animales y seres humanos. El editorial tampoco menciona que el hogar de los gorilas, el parque Monte Virunga, también albergó a las guerrillas del Frente Patriótico de Ruanda (FPR), que está en armas desde Octubre de 1990 con el financiamiento del presidente ugandés Yoweni Museweni y su ama, Lady Lynda Chalker, ministra británica del Fomento de Ultramar ­

«Usar el parque a la vez de reserva animal y de refugio de las guerrillas propiedad de los británicos es parte medular de la gran estrategia de la familia real británica para el Africa. Cercenar grandes porciones de territorio para convertirlas en «parques nacionales», «vedados» y »reservas ecológicas» ha conducido a la carnicería inenarrable de hombres y animales que desangra al Africa».

«Los parques nacionales y vedados ocupan 1.998.168 kilómetros cuadrados del Africa del Sur hasta el Sahara: 8.2% de ese territorio, extensión que equivale a cinco veces el tamaño de California u ocho veces el tamaño del Reino Unido. Aunque algunos países, como Mauritania, se han librado más o menos de la peste de los parques, Tanzania, en cambio, ha convertido en «parques» al 40% de su territorio». «Como en Ruanda, los parques tienen varios usos:

  • Eliminar para fines económicos productivos grandes extensiones de tierra. Aunque la revista «Choices», de las Naciones Unidas, predice que «en el año 2000 casi la mitad del ingresos de Zimbabwe provendrían de la flora y la fauna» la creación de dichos parques es la operación de desalojo más grande que se haya visto desde que Genghis Khan asoló el Asia central en el siglo 13. Como dijo un especialista británico: «Cuando los ingleses desean echar gente de una región, su tendencia es convertirla en vedado silvestre, lo cual le da su razón de ser. «Este es un vedado, así que no pueden estar aquí». Más del 17% de la pequeña Ruanda son reservas de este tipo».
  • A la vez que impiden el aprovechamiento de esos terrenos, las reservas se ubican con frecuencia sobre reservas de yacimientos estratégicos. Por ejemplo, los parques de las zonas fronterizas de Níger abarcan a un campo uranífero».
  • El que los parques sean administrados por organismos extranacionales como el World Wide Fund for Nature (WWF) es un ataque a la soberanía nacional. So pretexto de combatir a los cazadores furtivos, la administración incluye muchas veces a fuerzas paramilitares. «La función del parque es mantener a dichas tierras fuera del dominio del gobierno local», le informó un experto a EIR. Al parque lo administra una junta directiva; por lo menos, originalmente fue así . . . Se trataba de autarquías en manos de conservacionistas blancos, todos militares».
  • Los parques son refugio y zona de estacionamiento de tropas de los grupos insurgentes más diversos. Como se documenta en este informe, los parques están montados en las fronteras ente dos países y funcionan como «zonas militarizadas» El WWF del príncipe Felipe administraba el programa de los gorilas en el parque Virunga cuando el FPR utilizaba ese parque para incursionar en Ruanda. Uganda, patrocinadora del FPR, salió ganando con el desplazamiento de los gorilas provocado por las operaciones del frente. Según Africa Analysis, la invasión del FPR hizo huir a los gorilas de Ruanda a Uganda, con lo cual Museveni tuvo la oportunidad de iniciar su «programa de turismo ecológico». Sin las zonas de refugio que ofrece la red de parques nacionales de la familia real, las prolongadas guerras civiles y fronterizas que afligen al Africa desde los años setenta hubieran sido imposibles».

Vistos algunos pocos de los miles de hechos que se conectan perfectamente entre sí mostrando una imagen muy clara del asunto, «¿No es bastante claro lo que está por detrás del ecologismo impulsado por el WWF del Príncipe Felipe de Edimburgo?»

Para saber más a fondo sobre las actividades del príncipe Felipe de Edimburgo y cómo está organizado comercial y económicamente el Imperio Británico, lea los Informes del EIR, Executive Inteligence Review, de Washington, USA, que se publican en esta misma página web, llamados:

Las Allgemeine SS del Príncipe Felipe (por Jeffrey Steimberg)

Quién es quién en las SS del príncipe Felipe (por Jeffrey Steimberg)

Las SS empresariales del príncipe Felipe (por Anthony K. Wikrent y Allen Douglas)

El «Club 1001»: La Elite que Coordina al Ecologismo Internacional (por Scott Thompson)


 

Referencias y lecturas recomendadas:

1. «La Caída Venidera de la Casa de Windsor«, EIR, Resumen Ejecutivo, Octubre-Noviembre 1994, Vol. XI, No. 20-21, EIR News Service, 3331/2 Pennsylvania Ave., S.E., 2nd. Floor, Washington, DC 20003.

Capítulo 17 - Epílogo y últimas noticias

 Las conclusiones de todo esto son muy descorazonantes. Estamos comprobando ­ de manera científica ­ cómo el movimiento ecologista está imponiendo una percepción del ambiente, sus riesgos y sus problemas que no es la real. Estamos comprobando diariamente la manera en que corporaciones, Fundaciones y otras organizaciones se han infiltrado en los gobiernos y en los círculos de poder para prolongar su dominio de los mercados internacionales, diseñando políticas que se imponen a las naciones menos desarrolladas y el dictado de leyes, regulaciones y prohibiciones que buscan y consiguen frenar el desarrollo económico e industrial de los países sujetos a estas políticas neo-coloniales.

 

  Las pandillas ecoterroristas

Ya vimos que son grupos formados para imponer por la fuerza su voluntad al resto de la población. Se organizan cuidadosamente con el objeto de provocar cambios mediante la amenaza de la fuerza: de manera directa por medio de demostraciones antinucleares, abordaje de barcos balleneros, incendio de peleterías, atentados explosivos contra laboratorios científicos, sabotaje de maquinaria forestal o chantajes nucleares a gobiernos para que se voten leyes «ambientales» ­ como ocurrió en 1976 en Australia y obligó al gobierno del primer ministro Fraser a acceder a la creación del Ministerio del Medio Ambiente (dirigido por los personajes que los chantajistas «sugerían») para lograr la promulgación de diversas regulaciones ecologistas y otras demandas, o en caso contrario harían detonar 2 bombas nucleares en las ciudades de Sidney y Melbourne. Si para «salvar al ambiente» es necesario volatilizar a 10 millones de personasla Causa ya no me parece tan «sagrada».

La manera indirecta de conseguir sus fines consiste en sobornar científicos, funcionarios, periodistas, legisladores y, en fin a quien sea necesario, para conseguir sus objetivos políticos: hacer que el resto del mundo viva y actúe de la manera que los ecologistas creen que es la adecuada. Nada menos democrático, por cierto, pero ya vimos antes que el ecologismo, como ideología, tiene sus raíces profundamente incrustadas en el nazismo. Aunque muchos sostienen que proviene del comunismo (del Rojo me pasé al Verde . . .), los nexos del movimiento ecologista con la Sociedad Eugenésica Alemana de los años 30 no puede ser negada de ninguna manera.

A los políticos y legisladores que no pueden sobornar, los aterran con sus cuentos y fantasías de Apocalipsis cercanos y, apoyados por la siempre complaciente prensa ­ ávida de escándalos, catástrofes y predicciones apocalípticas que espanten a los lectores ­ los abruman con las presiones públicas generadas por las muy bien orquestadas campañas de alarma ecológica (GreenpeaceWorld Wide Fund for Nature o WWF, etc.) y consiguen la aprobación de las numerosas regulaciones y prohibiciones con que pretenden imponer sus políticas, bajo el disfraz de protección del ambiente o de la salud de los vecinos. Total, en materia científica, los legisladores son tan ignorantes como el común de los mortales y los «asesores» son siempre escogidos entre los miembros de las ONGs ecologistas.

Están conscientes que la promulgación de tratados internacionales como el Protocolo de Montreal, les ahorrarán el trabajo de tener que usar ejércitos y tropas de invasión para imponer sus voluntades, ya que lo hará ­ en caso de que se nieguen las víctimas, la Fuerza Pública de las Naciones Unidas, es decir, los Cascos Azules, los Blancos o las Boinas Verdes, de acuerdo a la importancia y gravedad de la situación.

Es evidente que resulta más conveniente usar la fuerza del Gobierno para quitarle algo a los demás, o para obligarlos a hacer algo que no desean hacer. Es además más seguro. Y legal. Es así como estas Reivindicaciones de los Derechos Animales o la protección de los ecosistemas, convertidas en Leyes se han constituido en una importante causa de las grandes crisis económicas y en la Decadencia Moral de muchos países.

Por otro lado, el accionar de las Pandillas Ecologistas y de las Legislativas es absolutamente inmoral: dado que el medio de conseguir la aplicación de los Objetivos es el empleo de la Fuerza o de la mentira, cualquier persona racional y honesta siente que sus principios morales y sus derechos naturales son despiadadamente pisoteados por la Matonería Estatal. Si los resultados conseguidos a través de este matonismo hubiesen servido para mejorar en algo la condición de aquellos a quienes dicen representar o proteger, se podría hacer la vista gorda y aceptar algunas injusticias (si a usted no le repugna aceptar injusticias, a mí sí).

Los legisladores y gobernantes de todo el mundo rasgan sus vestiduras declamando su afán por promulgar Leyes para el Bien Público, sin que hayan siquiera demostrado su capacidad o sabiduría para determinar qué es lo que a mí o a usted nos conviene, como integrantes de las sociedades que han tenido la desgracia de caer bajo su poder. Se arrogan estas Pandillas el derecho de legislar y usar la Fuerza Pública para imponernos SU modo de pensar, y por estas Leyes y por la fuerza, establecen lo que NO podemos hacer, lo que NO podemos tener, los productos que NO podemos usar, la basura que NO podemos quemar, la forma de NO arrojar la basura, adonde NO podemos ir, lo que debemos pagar para NO ir presos, lo que NOpodemos leer, lo que NO podemos escribir, y hasta donde podemos protestar o patalear contra las injusticias que se nos imponen en nombre de la «Salvación del Planeta», de la «biodiversidad«, del Aire Limpio, del Agua Pura, de las Selvas Lluviosas, lasBallenasFocas y Búhos o del «desarrollo sostenible«.

Se nos bombardea todos los días con el argumento que los maravillosos logros de la civilización occidental están dañando de manera irreversible al ambiente de la Tierra. Algunos ecologistas insisten que cualquier uso que se haga de los recursos naturales es dañino. En nombre del «ambientalismo» se nos está urgiendo a que abandonemos una civilización que cree en el progreso y el mejoramiento de la condición humana, y adoptemos otra que esté dedicada al «desarrollo sostenible» como se le conoce actualmente (aunque lo correcto es decir «sustentable«). No está para nada claro qué es esto del desarrollo sostenible y, sobre todo, no se nos hace claro a cuál nivel de desarrollo será posible continuar con el progreso. Lo que se ha venido comprobando es que este sistema que se nos propone rechaza totalmente cualquier futura industrialización ­ de ninguna nación del mundo ­ y no es otra cosa que un movimiento de retorno a la naturaleza y a las costumbres de nuestros antepasados.

 La Humanidad en Peligro

A pesar de toda la evidencia científica disponible sobre los increíbles avances logrados en el uso y aprovechamiento de los recursos naturales, en el constante desarrollo de tecnologías que consiguen remediar y solucionar los muchos problemas ambientales que se van presentando, muchos líderes del movimiento ecologista siguen hablando como si nada hubiese cambiado en los últimos 25 años. Escuchemos al vicepresidente de los Estados Unidos, Al Gore:

«La Humanidad ha entrado súbitamente a una nueva relación con el planeta Tierra. Los bosques de la Tierra están siendo destruidos; en la capa de ozono se está abriendo un enorme agujero. Las especies vivientes están muriendo a una velocidad nunca antes conocida. Los desechos químicos en crecientes volúmenes están filtrándose en los suelos para envenenar las aguas subterráneas, mientras que gran cantidad de dióxido de carbono, metano, y clorofluorocarbonos están atrapando el calor en la atmósfera, elevando la temperatura global.»

No existe ninguna evidencia científica demostrada que apoye ninguna de estas acusaciones. Por el contrario, la opinión prevaleciente entre la gran mayoría de los científicos serios es contraria a toda la paranoia ambientalista y puede resumirse de la siguiente manera:

  • A pesar de la histeria de algunos pseudo científicos, no existe razón alguna para creer en el calentamiento global. 
    • Ni la Humanidad ni los CFCs tienen ninguna responsabilidad en la disminución de la capa de ozono, simplemente porque esa disminución no se ha producido!
  • En los Estados Unidos existen hoy muchos miles de hectáreas más de bosques que a la llegada de Colón en 1492, y un 30% más que a principios del Siglo.
  • El ecosistema de la Tierra no es frágil, y los humanos no tienen la capacidad para destruirlo, porque su capacidad de recuperación va más allá de lo que se creía.
  • Las culturas menos desarrolladas no son necesariamente más puras o bondadosas con la naturaleza que las civilizaciones tecnológicamente avanzadas. De hecho, lo contrario es con mucha frecuencia la verdad.
  • Las severas regulaciones no son el mejor método para proteger adecuadamente al ambiente.
  • La mayoría de las organizaciones ecologistas han abrazado sus causas con el entusiasmo y fervor religioso de una Cruzada, abandonando la Razón y haciendo dogma de Fe muchas premisas falsas. 
  • La Humanidad es parte de la Naturaleza y no necesariamente su enemiga.

Es asombrosa la manera cómo ha conseguido la Humanidad sobrevivir en un ambiente generalmente hostil. No tenemos ni garras ni colmillos ni escudos o caparazones. No tenemos ni espinas ni glándulas venenosas para defendernos. Ni siquiera tenemos plumas o gruesas pelambres para mantenernos calientes en la nieve. En realidad, cuando nacemos sólo estamos adaptados para sobrevivir en los trópicos. Nuestra vista no es aguda como la de los pájaros, nuestro oído es muy pobre comparado al de los animales; nuestro olfato no puede ni compararse con el de la mayoría de los mamíferos o peces. Los predadores nos ganan en velocidad en tierra o en el agua.

Sin embargo, a pesar de todas estas desventajas, hemos conseguido llegar hasta donde estamos… y alguna razón debe haber para ello. Hemos conseguido penetrar en todos los nichos ecológicos que existen, y hemos logrado sobrevivir en cualquier tipo de ambiente climático que se conozca en la Tierra. ¿Cuál son, entonces, nuestras ventajas sobre el resto de las especies del planeta?

Primero, tenemos un cerebro que no se ve en ningún otro animal superior. Un cerebro que es capaz de pensamientos abstractos; un cerebro que puede resolver problemas. Hemos desarrollado medios de comunicación a través del lenguaje humano que excede por tanto a la comunicación entre los animales, que se ubica en una categoría completamente diferente. Estamos aprendiendo mucho sobre los lenguajes animales y sus maneras de comunicarse, pero querer comparar la capacidad de comunicación de los grandes primates o el de los delfines y ballenas con las capacidades del lenguaje humano, es pasar por alto la inmensa diversidad de expresión; las implicaciones y matices de las palabras en los miles de idiomas que existen entre los seres humanos. El Rey León sólo es filósofo parlante cuando Disney dice que debe hacerlo… y eso porque la taquilla es jugosa.

El pensamiento abstracto conduce al pensamiento sistematizado, lo que a su vez nos lleva al aprendizaje, la más elevada actividad que realizan los seres humanos. Aprender y enseñar, la formación del conocimiento, el cuestionamiento de la verdad, el desarrollo de sistemas filosóficos, la aplicación práctica de las ideas ­ estas son las cosas que distinguen a los seres humanos de las demás especies vivientes. Cuando unimos el pensamiento, habla, y aprendizaje a la peculiar capacidad de caminar sobre dos piernas ­ liberando así a los brazos ­ con el desarrollo de la habilidad de las manos, tenemos entonces una forma física realmente notable en el reino animal. Estos dones nos dan la posibilidad de construir herramientas y utensilios de toda clase. Nos dan la posibilidad de crear máquinas y motores que utilizan energía no viviente, haciendo innecesaria la fuerza de esclavos y bestias de carga en la sociedad moderna.

Ha sido a través de la tecnología que hemos sido capaces de volar y alejarnos de la Tierra para aprender, realmente, lo preciosa que ésta es. No es por casualidad que el despertar a la especial naturaleza de nuestro mundo y su equilibrado ambiente coincidieron con las primeras miradas que dimos a la Tierra desde el espacio exterior, a través de los ojos de astronautas, cámaras de TV y equipos fotográficos. Fue a través de la tecnología que nos vimos como somos en realidad, solos en un viviente y precioso globo en el espacio; una familia humana que depende de los recursos de nuestras mentes y de nuestro hogar, La Tierra.

 Hemos Cambiado Algo

Considerando lo que los humanos hemos conseguido, lo que hicimos para construir la sociedad altamente tecnificada en la que vivimos y cómo nos hemos desparramado sobre la superficie del planeta y cómo hemos cambiado su fisonomía, algunos críticos parecen temer que vayamos ahora a destruir a la Naturaleza misma.

Sin ninguna duda, los humanos han sido duros con el ambiente en algunos lugares específicos. Cuando la humanidad ha desbrozado tierra y bosques para erigir ciudades, para cultivar o para construir alguna cosa, la naturaleza ha cambiado. ¿Para bien o para mal? Unas veces lo primero, otras veces lo segundo. Desde una perspectiva más alejada, las civilizaciones han florecido y desaparecido desde el principio de la historia. Algunas veces, zonas que estuvieron habitadas y fueron abandonadas, la naturaleza las recuperó. En una escala de tiempo más corta, se ha demostrado una y otra vez que las áreas que son limpiadas y liberadas de contaminantes pueden volver a ser terreno fértil y apto para muchas especies.

Es cierto, los humanos han sido y pueden ser destructivos. Pero los humanos también aprenden. Actualmente comprendemos mucho mejor las maneras de vivir en armonía con la naturaleza y al mismo tiempo mantener un confortable y elevado nivel vida, altamente tecnificado. No existe ninguna razón para creer que, de manera inevitable, todo va a empeorar.

Pero los activistas del ecologismo internacional sostienen que el Hombre ha pasado la etapa de afectar su entorno cercano y está hoy dañando al planeta entero. Aseguran que las actividades industriales están cambiando la composición de la atmósfera, supuestamente de manera irreversible, a través de su producción de CO2 y otros gases de invernadero. En el capítulo primero ya vimos que se trata de una tontería sin bases científicas. Hasta que no se demuestre de manera cabal esta absurda acusación, no podemos dejar de comprobar que existen explicaciones satisfactorias para el aumento de los gases de invernadero que se produjeron hacen 300 años, 150.000 años y sobre todo en el pasado geológico. Y debe probarse, sin sombras de duda, que el cloro que supuestamente destruye a la capa de ozono, proviene realmente de los CFC y no de las innumerables y gigantescas fuentes naturales.

Visto el enorme tamaño de la atmósfera y de los océanos, y las colosales fuerzas naturales que intervienen, parece más que razonable que las minúsculas actividades del hombre han sido exageradas de manera catastrófica. Porque el hecho concreto es que el clima es lo que es y la influencia del hombre ­ si existe ­ es trivial y relativamente local.

 El Palo en la Rueda

Con la excusa de proteger al ambiente, los ecologistas políticos se oponen y causan demoras en la construcción de instalaciones importantes, aún de aquellas que son obviamente necesarias para el mejoramiento de la salud pública y que tienen amplio apoyo público. Ahora es casi imposible, y por cierto muchísimo más costoso que en el pasado, construir una planta de tratamiento de residuos cloacales, incineradores de basura, usinas de generación eléctrica ­ ya sean convencionales o nucleares ­ diques, o abrir nuevos rellenos sanitarios.

Las instalaciones industriales (por más que los gobiernos se llenen la boca con las promesas de abrir nuevas fuentes de trabajo) no tienen un futuro brillante: la responsabilidad por cualquier cosa que pueda salir mal y la amenaza de litigios son muy efectivos disuasoras para un proyecto, y son ampliamente empleadas por los ecologistas en contra de la instalación de nuevas fábricas.

A pesar de que ya existen miles de severísimas leyes que controlan a la actividad industrial, los ecologistas no parecen querer dejar que estas leyes y los organismos de aplicación continúen trabajando para el sostenido progreso obtenido en las dos últimas décadas. En vez de ello, presionan para obtener leyes aún más restrictivas y controles punitivos. Siguen empujando e insisten en una imposible y prístina perfección, cualquiera sea el costo de ello. No les importa que la Humanidad jamás sobrevivió sin alterar el entorno.

Vistos todos los adelantos técnicos que se emplean para impedir que los contaminantes lleguen al ambiente, ¿qué es lo que los ecologistas profesionales quieren? ¿Perfección ecológica instantánea? ¿El retorno al Jardín del Edén? o ¿Tomar el control, ejercer el Poder y rehacer a la sociedad de acuerdo a su filosofía política? Los activistas ecologistas son, en su mayoría, de raza blanca, de clase media y alta, y predominan los de estudios terciarios. Se distinguen por su mentalidad retórica que a menudo se acompaña de un fuerte toque de elitismo y una creencia de que el fin justifica los medios, y que la violencia y la coerción son tácticas apropiadas. Hitler y Stalin creían lo mismo.

Son adeptos a publicitar ampliamente su causa, ejercer presión sobre funcionarios y políticos, y emplear los tribunales para conseguir sus objetivos. También tienen la tendencia a creer que la Naturaleza es Sagrada y que la tecnología es un sacrilegio. Muchos parecen estar a favor de llevar a la Humanidad de vuelta al panteísmo o al animismo. La idea de que la Naturaleza es «pura» y la reverencia casi religiosa en que la tienen parecen ser parte del atractivo del movimiento. En realidad, debemos ver esto como una respuesta sincera, aunque bastante emocional, ingenua y utópica a preocupaciones muy legítimas acerca del ambiente.

 El Verbo Ecologista

Los líderes del movimiento ecologista internacional aúnan esta reverencia por la Naturaleza con historias de horror provocadas por el Hombre. Aseguran que los problemas ambientales son tan graves que amenazan la continuidad de la vida sobre la Tierra o, que si no es cierto, por lo menos pretendamos que es cierto. Escuchemos lo que dicen y veamos cómo el pez muere por la boca:

  • Stewart Brandt, en el Whole Earth Catalogue: «Los ecologistas hemos deseado que se produzca un desastre, o que sobrevenga un cambio social que nos arroje de vuelta a la Edad de Piedra, donde viviríamos como los indios en nuestro valle, con nuestro localismo, nuestras tecnologías apropiadas, nuestros jardines, nuestra religión casera ­ al fin libres de culpa!»
  • Del grupo Ecotage, un desprendimiento de Earth First!: «Debemos hacer de este lugar un lugar inseguro e inhabitable para los capitalistas y sus proyectos. Esta es la mayor contribución que podemos hacer para proteger a la Tierra y para luchar por una sociedad liberada».
  • Paul Watson, fundador de Greenpeace: «Tengo la impresión de que en lugar de salir a matar pájaros, yo debería salir a matar a los chicos que matan pájaros»
  • Richard Benedick, empleado del Departamento de Estado y en misión con la Conservation Foundation: «Se debe implementar un tratado climático global, aún cuando no existe ninguna evidencia científica que apoye al efecto invernadero.»
  • Stephen Schneider, impulsor de las teorías del Agujero de Ozono y del Calentamiento Global: «Tenemos que ofrecer escenarios atemorizantes, hacer declaraciones dramáticas y simples, y no hacer mención a las dudas que podamos tener. Cada uno de nosotros debe decidir cuál es el equilibrio correcto entre ser efectivo y ser honesto.»
  • Helen Aldicott, pediatra australiana, hablando por la Unión de Científicos Preocupados: «Los científicos que trabajan en las plantas nucleares han vendido su alma al diablo. Son tontos, estúpidos o están altamente comprometidos. . . La libre empresa realmente significa que la gente rica se hace más rica. Y que tienen la libertad de explotar y violar psicológicamente a su prójimo en el proceso. . . El capitalismo está destruyendo a la Tierra. Cuba es un país maravilloso. Lo que Castro hizo es espectacular».
  • Paul Ehrlich, biólogo de la Universidad de Stanford: «Ya hemos tenido demasiado crecimiento económico en los Estados Unidos. El crecimiento económico en los países ricos como el nuestro es la enfermedad, no la cura».

Paul Ehrlich merece una atención especial, porque sus puntos de vista resumen la tendencia anti-humana del pensamiento ecologista que dan por resultado predicciones de hambrunas mundiales o medidas draconianas para detener o revertir el crecimiento de la población. En su libroThe Population Bomb, Ehrlich predijo que «La batalla para alimentar a la Humanidad se terminó. En la década de los 70 el mundo sufrirá hambrunas. Cientos de millones de personas morirán de hambre a pesar de cualquier programa de urgencia en que nos embarquemos ahora. La única respuesta es el control de la población». Por supuesto, tal hambruna jamás ocurrió, a menos que usted haya sido tan desafortunado como para haber vivido en Sudán o Etiopía. Sin embargo, Ehrlich persistió en sus predicciones (profecías?). Profetizó una hambruna mundial en 1985, y se equivocó. En 1992 dijo que la población de los Estados Unidos se reducirá de 250 millones a unos 22,5 millones antes de 1999, a consecuencia de la hambruna y del calentamiento global. ¿Acertó? Mire a su alrededor.

Y la Medalla de Oro a la estupidez se le lleva un boletín de Earth First!: «Si los ecologistas extremistas inventaran una enfermedad para volver a la cordura a la población humana, probablemente sería algo como el SIDA. Tiene el potencial de acabar con el industrialismo, que es la causa principal de la crisis ambiental«. Aquí debo acotar que el SIDA, como medio para reducir la población mundial es sumamente pobre. Las estadísticas nos cuentan que desde que en 1985 se lanzó la alarma por el SIDA, han muerto algunos cientos de miles de personas en el mundo. El sarampión mata miles de veces más, para no hablar de la malaria, que mata más de 4 millones de personas por año.

Los ecologistas parecen olvidar que ellos diseñaron una de las mejores maneras para exterminar a la población de las regiones tropicales: prohibieron al DDT. A causa de ello contraen Malaria más de 300 millones de personas en el mundo y mueren cada año, todos los años, más de 4 millones de infortunados. Si a esto le agregamos los que morirán a causa de la prohibición de los CFC, podemos ver que los ecologistas están haciendo un espléndido trabajo en el asunto de acabar con la mayor cantidad posible de gente.

¿Representa este accionar el pensamiento del televidente que se cree un ecologista porque no se pierde un programa de animales del canal Discovery?

 Vieja Tierra, Adiós

¿Qué podemos hacer para evitar que se nos impongan absurdas y trágicas regulaciones ecologistas? Algunas sugerencias: Primero, las personas comunes pueden poner presiones, de manera individual o a través de grupos, sobre miembros de los cuerpos legislativos, tanto provinciales como nacionales, para evitar caer en acciones precipitadas en costosas curas para problemas no demostrados del ambiente.

Exija las evidencias científicas. Recuerde que los impuestos los paga usted y será su dinero el que se use para malgastar en esas curas, y no en hospitales, escuelas y otros servicios públicos imprescindibles.

Segundo: no se deje convencer por el argumento ecologista que se deben tomar acciones, aún antes de siquiera entender el problema; «por si acaso». Recuerde que los profesionales del ecologismo tienen un trabajo o una posición que cuidar y que los alarmistas dependen de las crisis continuadas, aunque sean imaginarias, para mantenerse en el negocioInsista en pedir hechos concretos.

Tercero: mantenga un sentido de la perspectiva. Esta Vieja Tierra ha pasado por muchas cosas desde su creación, hace más de 4.500 millones de años, incluyendo drásticos cambios climáticos, sin que los seres humanos hayan tomado parte alguna en ello. La Tierra seguirá cambiando porque nunca ha sido estable y jamás se mantuvo igual por mucho tiempo. Los seres humanos somos lo que somos ­ imperfectospero bien intencionados y capaces de mejorar.

Aprendemos de los errores. Tenemos la habilidad de pensar racionalmente ­ y deberíamos hacerlo con mayor frecuencia, especialmente ante los escandalizados reclamos y gritos de alerta de los extremistas del ecologismo internacional. Es imperioso informarse de manera adecuada. Escuche siempre a las dos campanas. Pero analice con cuidado el sonido de cada una y trate de observar quien las tañe ­ y por qué lo hace: es posible que detrás de ese mensaje se esconda la nueva Moral y Etica Ecologista. El advenimiento de este tipo de nueva Moral y Etica Ecologista a la actividad humana fue lo que impulsó a un gran número de científicos e intelectuales de todas partes del mundo a redactar y firmar la Apelación de Heidelberg (o Heidelberg Appeal, en su título original), que fué presentada durante la Cumbre Ecológica de Río de Janeiro en Junio de 1992, para que los jefes de Estado y gobiernos de todo el mundo consideren muy seriamente las próximas reglamentaciones prohibitivas y regulatorias de la actividad industria en el mundo.

El espíritu de este documento refleja el espíritu científico, la aceptación de cualquier reto a la capacidad humana de resolver problemas. El ultraecologismo rehuye cobardemente este reto y pretende retornar a la forma de vida de nuestros bisabuelos, abandonando los progresos alcanzados hasta el presente, ­ medicinas y vacunas incluidas ­ presentando al progreso y a la civilización como cosas demoníacas y perversas, en un Mundo donde el Hombre es un villano y sólo los animales y las plantas merecen vivir.

Vida significa cambio y desarrollo, el incesante emerger de problemas (y oportunidades) que son resueltos, manejados y transformados a nuevas formas, listos para enfrentar nuevos cambios y nuevos problemas. El ecofascismo es, de hecho, la última manifestación de un punto de vista utópico y maniqueo impulsado por un acerbo odio a la burguesa civilización occidental. Incapaz de creer en la inteligencia, ingeniosidad e imaginación de la otra gente, su causa favorita es el Control de la Población y cualquier solución razonable es vehemente rechazada. Por ello es que esta Apelación contó, desde sus primeros albores, con la masiva aceptación de los científicos e intelectuales del mundo que no dudaron en apoyarla y difundirla entre sus colegas. Esta Apelación fue firmada en Río de Janeiro por 425 notables científicos e intelectuales, incluyendo 62 Premios Nobel, y el número de adhesiones continúa creciendo de manera asombrosa, con nombres tan eminentes que no puede pensarse que firmen esta declaración sólo para aumentar su propia reputación. El número de personalidades científicas e intelectuales que han adherido con su firma a este documento sobrepasa ya, con holgura, las 6.000 firmas. Este documento es de tanta importancia que se ha constituido en una especie de declaración de principios Eticos y Morales de la Ecología con adhesión por parte de la inmensa mayoría de científicos y personalidades del mundo.

Este documento es también un serio peligro para el ultra-ecologismo, por lo cual ha sido denostado por Greenpeace y otras organizaciones del Fundamentalismo Ecologista, como una coartada para las actividades de las «encallecidas corporaciones industriales». Se olvidan de sus «sponsors» industriales y las fundaciones «filantrópicas» que les subsidian generosamente.


 

 LA APELACION DE HEIDELBERG o «HEIDELBERG APPEAL»

  • Nosotros queremos hacer nuestra contribución total para la preservación de nuestra herencia común, La Tierra.
  • Estamos, sin embargo, preocupados en los albores del siglo 21, por el surgimiento de una ideología irracional que se opone al progreso científico e industrial, y que impide el progreso económico y social.
  • Sostenemos que un Estado Natural, algunas veces idealizado por movimientos con tendencia a mirar hacia el pasado, no existe y probablemente nunca haya existido desde la primera aparición del Hombre en la biósfera, dado que la Humanidad ha progresado siempre dominando y transformando progresivamente a la Naturaleza a sus necesidades, y no al revés.
  • Suscribimos totalmente los objetivos de una ecología científica para un universo cuyos recursos deben ser inventariados, deben monitorearse y ser preservados.
  • Pero también exigimos que este inventario, monitoreo y preservación estén basados en criterios científicos y no en preconceptos irracionales.
  • Hacemos énfasis en que muchas actividades humanas esenciales se realizan manipulando substancias peligrosas o en sus proximidades, y que el progreso y el desarrollo han involucrado siempre un incrementado control sobre fuerzas hostiles, para beneficio de la Humanidad.
  • Consideramos, por lo tanto, que la Ecología Científica no es más que una extensión de este progreso continuado en dirección de una vida mejorada de futuras generaciones.
  • Intentamos hacer valer la responsabilidad y deberes de la Ciencia hacia la Sociedad como un todo. Prevenimos, sin embargo, a las autoridades a cargo de los destinos de nuestro planeta en contra de decisiones basadas en argumentos pseudocientíficos, o información falsa o sin relevancia.
  • Llamamos la atención de todos hacia la absoluta necesidad de ayudar a que los países pobres alcancen un sostenido nivel de desarrollo que sea igual que el resto del planeta, protegiéndolos de los problemas y peligros provenientes de las naciones desarrolladas, y evitar su enredo en marañas de obligaciones irreales que comprometerían su independencia y dignidad.»
  • Los mayores males que acechan a nuestra Tierra son la ignorancia y la opresión, y no la Ciencia, la Tecnología y la Industria, cuyos instrumentos, cuando adecuadamente manejados, son herramientas indispensables de un futuro formado por la Humanidad, por ella y para ella misma, salvando los principales problemas como la Sobrepoblación, el Hambre y las Enfermedades del Mundo.»

Dada la importancia que tiene este documento en el asunto de la Ecología, lo he reproducido para que lo estudie y analice cuidadosamente. Comprobará que aún impera el sentido común entre la inmensa mayoría de la comunidad científica del mundo. Ahora, si llegado a este punto usted decide que desea hacer su pequeño gran aporte a la Verdadera Ecología, entonces puede sacar una fotocopia de la Apelación de Heidelberg, firmarla al pié, detallar su título académico (si lo tiene), o su condición dentro de la sociedad humana, ya sea gerente, estudiante, obrero, o ama de casa y enviarla por FAX al (0033) 142-89-0059. o por correo a:

Dr. Michel Salomon

Coordinator of the Heidelberg Appeal

10 Ave. de Messine

75008, París, Francia

En todo caso, si opta por no apoyar una iniciativa tan sabia y sensata, por lo menos manténgase atento a todas las campañas de alerta ecológica, y analícelas para saber que hay de cierto y que hay de falso en ellas. Usando los consejos que ha ido recibiendo a lo largo de este Manual y Consejero Ecológico, podrá darse cuenta muy rápidamente si hay gato encerrado o si en verdad hay algún motivo para preocuparse y tomar acciones preventivas. Por el momento, las acciones preventivas que debemos tomar son en contra del accionar turbio e irresponsable de las Fundaciones y sus organizaciones satélites.

Para mantener la rentabilidad de sus empresas y su nivel de vida, las Fundaciones quieren llevarnos de regreso al siglo pasado, a épocas en donde TODA la gente trabajaba desde antes del alba hasta después del anochecer, en condiciones miserables, para obtener el magro fruto de un suelo flaco y empobrecido por antiguas cosechas, diezmado por las plagas y expuesto a la podredumbre y las pérdidas causadas por un transporte caro, lento e ineficiente.

Esto les parecerá un paraíso a los ecologistas, pero a mí me cuenta una historia diferente: que desde el fondo de la Historia, los hombres han visto como los trabajadores morían extenuados en los campos de trigo, mientras sus mujeres morían en solitarias y miserables granjas de fiebre puerperal. Me cuenta historias que, en donde hoy la vida es dura, antiguamente era insoportable. Lea el ensayo: «Los Dorados Días de Antaño» para tener una idea completa..

Dios jamás nos dijo que la cosa iba a ser fácil en este mundo, sin embargo, el Hombre consiguió hacer que este mundo fuese algo cada vez más agradable, y que cada vez fuese más fácil para todos vivir decorosamente. Marshall McLuhan demostró cómo, hasta el mendigo más miserable es dueño de una colosal fortuna en servicios públicos (educación, salud, transporte, gas, electricidad, comunicaciones, etc.) que el rey Luis XIV jamás se hubiese atrevido a soñar.

Por ello, para mantener la forma y nivel de vida que hemos conquistado con sangre, sudor y lágrimas, es imprescindible que nos mantengamos alertas a todas las campañas alarmistas del ecologismo, y sus intenciones de prohibir todos los productos que son la base de la civilización y el progreso del Hombre. Es fundamental que se reconozca que el propósito final es el control del crecimiento de la población mundial mediante la aniquilación de seres humanos de los países subdesarrollados. Es vital que nos opongamos a sus propuestas y desenmascaremos sus mentiras. Si usted es una persona sincera que considera que a la Tierra debemos salvarla, reflexione un poco, analice la Apelación de Heidelberg y decídase a practicar la Ecología Científica.

 Ultimas Noticias y Comentarios

Este libro ­ pequeño Manual de Mitos y Fraudes Científicos ­ comenzó a tomar forma hace varios años de modo que muchas cosas han sucedido desde entonces, y que merecen ser reveladas, comunicadas y/o comentadas. Con respecto al aspecto moral del tema «ecologismo», una de las palabras más autorizadas es la del científico Haroum Tazieff, quien fué citado ya varias veces a lo largo de este libro. Sin embargo, vale la pena conocer su opinión con respecto al otorgamiento del Premio Nobel de Química 1995 a los principales propulsores del fraude de la Capa de Ozono, Rowland, Molina y Crutzen:

 

«El otorgamiento del Premio Nobel a menudo ha sorprendido a gente competente; esto ha sido cierto en muchos premios Nobel de Literatura, Paz y Economía, campos que no pertenecen a las ciencias exactas. Pero jamás hubo, según conozco, tal asombro y estupefacción como el que ha tocado al mundo de los químicos. Los tres premios otorgados por lo que hoy se conoce como la teoría del «Agujero del Ozono» son, de hecho, un tremendo escándalo científico. El objetivo es intimidar a los científicos honestos que han tratado de resistir al catastrofismo y las mentiras que han reinado durante más de 20 años en el tema de la capa de ozono y el efecto invernadero.»

 

«Estoy hablando aquí en mi propio nombre, como volcanólogo por más de medio siglo; ex director en el Centro Nacional de Investigación Científica de Francia, y ex Secretario de Estado para Grandes Riesgos Naturales y Tecnológicos, quien ha conducido cuatro misiones sucesivas al volcán Erebus de la Antártida. Los argumentos de Sherwood Rowland, Mario Molina y Paul Crutzen son científicamente inexistentes cuando se los confronta con la realidad de lo que se observa en la Antártida. Los modelos que ellos han elaborado han sido refutados constantemente por las observaciones satelitales y de tierra firme.» . . .»En cuanto a mi campo de competencia, la vulcanología, en la que tengo más que experiencia ordinaria y, en particular, concerniente al volcán Erebus ­ que desde una altura de 3000 metros domina a la Estación norteamericana de McMurdo Sound, donde se realizan las mediciones de su «pluma» ­ Rowland et al., lo mismo que su colega francés Gérard Mégie, han ignorado deliberadamente las tremendas cantidades de cloro emitido los 365 días del año por este cráter, que está en actividad constante.»

«En lugar de ello, han apuntado a la ínfima cantidad de cloro contenida en los CFC, para acusarlos del gran crimen: la destrucción del ozono de la estratosfera. Rowland et al., omiten también ­ deliberadamente ­ que esas variaciones en el contenido de ozono de la Antártida fueron descubiertas, no en 1985 como nos quieren hacer creer, sino en 1956 por el primer científico que estudió la atmósfera superior allí, Gordon Dobson. Ellos están cometiendo, entonces, el gran crimen científico que es la disimulación de hechos y la ignorancia de previos estudios científicos sobre el mismo tema.»

«Lo que está sucediendo hoy en el mundo corresponde, con los medios de propaganda moderna, a las profecías catastróficas del año 1000. Para el año 2000, las tecnologías modernas son usadas hoy por los financistas internacionales para aterrorizar a la opinión pública con mentiras que pretenden ser científicas, promovidas por «científicos» financieramente corruptos. No dudo en comparar este gran lavado de cerebros y mentiras deliberadas con el Comintern entre 1920 y 1955, que indujo a decenas de millones de intelectuales de izquierda a transformarse voluntariamente en estúpidos militantes».

¿Por qué Tazieff y miles de otros notables científicos están tan indignados por este Premio Nobel en química? Porque, por una parte, la Teoría propuesta no ha sido científicamente probada y, segundo, porque las razones nombradas por la Academia de Ciencias de Suecia son de tipo político y no científicas! Según la Academia: «Los tres investigadores han contribuido a nuestra salvación de un problema ecológico global que pudo haber tenido consecuencias catastróficas«. En otras palabras, no es la ciencia sino la agenda política lo que importa. En este caso, sin embargo, la agenda política reducirá de manera significativa a la población mundial, en nombre de una mítica catástrofe.

Henning Rhode, miembro de la Academia Sueca de Ciencias declaró a la prensa que una de las principales razones para otorgar este premio en química era aplastar a la oposición al fraude del ozono que existe en la comunidad científica mundial«El Premio Nobel pondrá fin al debate sobre si el agujero del ozono realmente está producido por los CFC». Rhode es amigo personal de Paul Crutzen y fué abriendo el camino para el Nobel durante los dos años anteriores mediante apariciones en la radio y TV de Suecia, hablando en contra de todos los científicos que se han opuesto públicamente al catastrofismo del ozono.

La concesión del Nobel a estos «científicos» Malthusianos es una burla a la memoria de Alfredo Nobel ­ que estipuló que el premio «debía darse a aquellos que, durante el año anterior, hayan conferido los mayores beneficios a la humanidad« en física, química, medicina, y literatura y «al mejor trabajo para la fraternidad entre las Naciones«. Desgraciadamente, después de su muerte, la nobleza sueca se hizo cargo de la concesión de los premios.

Irónicamente, durante toda su vida, Nobel había despreciado a la nobleza europea, refiriéndose especialmente a la nobleza sueca como «la enfermedad de la nobleza sueca« y catalogó a los nobles de Suecia como «requechos emblemáticos de asilos mentales demolidos«. Sin embargo, estos «requechos» se tomaron revancha al ejercer control sobre los fondos y los comités de premios, y cambiando los requerimientos para otorgarlos. Primero, eliminaron el requisito de que el premio se debía otorgar «a aquellos que, durante el año anterior, hayan conferido los mayores beneficios a la humanidad«. En contraste con los requerimientos de Nobel, los premios se otorgan ahora mucho tiempo después de los descubrimientos, como una especie de recompensa para aquellos que resultan del agrado de la nobleza europea.

El premio Nobel de Química del 95 también va en contra de otro de los principios de Nobel: que el premio promueva la industrialización y el bien común. Como Nobel mismo lo explicó: «Me refiero a la prosperidad general y no al enriquecimiento individual«. Alfredo Nobel se retorcería en su tumba si supiera de los resultados de sus premiados en el 95: privar a las naciones de Asia, Africa, de Iberoamérica y del este de Europa de alimentos y medicinas al colapsar la infraestructura de la «cadena del frío», desde camiones frigoríficos a enfriadores y congeladoras o heladeras en hospitales, clínicas y dispensarios.

 ¿Qué Sabemos en Realidad?

Aunque aún existen inmensos desconocimientos sobre las ciencias químicas y climatológicas, en 1997 sabemos muchísimo más que hace apenas cinco años, época en que la propaganda ecologista hizo estragos en el campo científico ­ con enorme ayuda y complacencia de la prensa. Veamos qué hay de equivocado, muy resumidamente, en el Calentamiento Global:

A todos nos gustaría saber qué temperatura tendremos mañana, y a muchos les gustaría saber que pasará dentro de diez, cien o mil años. La única respuesta honesta es que realmente nadie lo sabe. No es posible predecir el clima futuro basándose en sólo un parámetro: la densidad del CO2 . Lo que los registros históricos nos indican es que estamos en una tendencia secular a una nueva glaciación. La propuesta ecologista de que nos estamos moviendo en dirección a un período de substancial derretimiento de los glaciares y aumento de los niveles del océano se contrapone a la evidencia y a las conclusiones de más de dos siglos de trabajos científicos. Para poner en serias dudas a la teoría del calentamiento global basta con notar algunas anomalías comprobadas:

  • La cobertura de hielo de Groenlandia y de la Antártida han estado creciendo durante los últimos años.
    • Desde 1980 se ha registrado el avance de más del 55% de 625 glaciares de montaña (Austria, Suiza, Italia, Islandia, Estados Unidos y Rusia) que están bajo la observación del World Glacier Monitoring Group de Zurich. (Desde 1926 a 1960, del 75 al 90% de los glaciares estudiados estaban en retroceso).
  • La región del crecimiento de citrus del estado de Florida, ha ido moviéndose paulatinamente hacia el sur, mientras que el Departamento de Agricultura de Estados Unidos ha corregido sus líneas de heladas en dirección sur.

 Sobre Aumentos de Temperaturas

Las cifras que se citan acerca de aumentos de temperatura muestran una subida en la temperatura media global de cerca de 1 grado Farenheit desde 1880. Sin embargo, esta información es algo sospechosa. Se necesita de una gran manipulación estadística para intentar descontar el calentamiento producido por la urbanización alrededor de las estaciones de monitoreo. Lo que debemos tener muy en cuenta es que el clima global en 1880 era excepcionalmente frío. De esta manera, la curva estadística parte de un punto en el tiempo cuando las temperaturas eran desusadamente frías, lo cual exagera el efecto del calentamiento.

Más aún, la curva de temperatura global muestra un calentamiento desde 1880 hasta 1940, un enfriamiento desde 1940 hasta 1976 y un renovado calentamiento desde 1976 hasta hoy ­ con un incremento neto de 1 grado Farenheit o más o menos 0,5oC. Debemos notar que la mayor parte del calentamiento se produjo en la primera mitad de este siglo, antes del extendido uso de los combustibles fósiles y su emisión de CO2.

En cuanto a las mediciones del dióxido de carbono y nuestra comprensión de su rol en la atmósfera, debemos considerar lo siguiente:

Las estimaciones de los niveles pre-industriales de CO2 son subjetivas. Las mediciones realizadas en el siglo 19 tenían hasta un 100% de error. El observatorio Mauna Loa de Hawai es considerado como un lugar ideal para el monitoreo del CO2 debido a la falta de industrias en sus cercanías.

Sin embargo, está muy cerca de un volcán activo cuyas emisiones de CO2 deben ser «editadas» o compensadas en la información que allí se obtiene. El archipiélago de las islas de Hawai es territorio volcánico, contándose hasta siete volcanes en actividad intermitente que afectan necesariamente los datos sobre CO2 que se recogen en el Mauna Loa.

La emisión anual de gases de CO2 del manto de la Tierra es 10 veces mayor que las provocadas por la actividad del hombre, y las cantidades que se intercambian anualmente entre el océano y la atmósfera es mucho más grande que ello. Si todos los combustibles fósiles de la Tierra fuesen quemados, es muy probable que el CO2 producido sería disuelto en el océano antes de que su concentración en la atmósfera llegara al doble de los niveles actuales.

Cualquier discusión científica competente sobre el calentamiento global debería ubicarse en el contexto de una secular tendencia hacia la glaciación. El caso del calentamiento global no ha sido debatido como ciencia, sin embargo. En su lugar, lo que se ha presentado al público son escenarios apocalípticos de masivos derretimientos de casquetes polares, aumento de los niveles del mar, catastróficas inundaciones de regiones costeras, combinadas con severas condiciones de sequías para gran parte del planeta. Esto no es ciencia, sino una deshonestidad intelectual que linda con el fraude.

  Ultimas Novedades

A veces, al establishment científico se le escapan algunas publicaciones que demuestran que el tan proclamado «consenso» en los temas que hemos abordado en este libro, directamente no existe. Es el caso de un artículo de divulgación científica aparecido en la excelente revista argentina Ciencia Hoy, ejemplar del volumen 7, No 38, del año 1997. En la página 31 se publica el trabajo de Luiz Carlos Baldicero Molion, del Departamento de Meteorología de la Universidad Federal de Alagoas, Brasil, y que lleva el inocente título de «Los Volcanes Afectan el Clima del Planeta«.

De manera resumida, Baldicero Molion demuestra que los efectos que tienen los volcanes sobre el clima del planeta hacen que la acción del hombre quede reducida a una expresión casi inexistente. Después de hacernos notar la diferencia entre los volcanes «difusivos y los «explosivos«, nos pone el ejemplo del volcán difusivo Merapi, situado en Java central. Nos explica que está en actividad desde el año 1006 (sí, mil seis) y que «expulsa diariamente 200 toneladas de azufre (en forma de dióxido de azufre, SO2), 30 de cloro (en forma de ácido clorhídrico HCl) y una tonelada y media de bromo (en forma de ácido Bromhídrico, HBr); consecuentemente, la lluvia es extremadamente ácida en diez kilómetros a la redonda, pero la vegetación, en una zona tropical húmeda, se ha adaptado a las circunstancias«.

Nos lleva luego el Sr. Baldicero de paseo por la estación climatológica de Hohenpeissenberg, en los Alpes bávaros, de donde obtiene información registrada diariamente desde 1790 hasta hoy, haciéndonos notar que se trata de «un registro confeccionado ininterrumpidamente durante un extenso período, en una región que prácticamente no ha sufrido cambios de los últimos dos siglos.» Nos dice que dichos registros muestran que la temperatura cayó alrededor de 1,5oC desde fines del Siglo 18 hasta 1880, y que luego volvió a subir y se aproximó a los valores iniciales (los de 1790) a finales de la década del 1950; desde donde ha permanecido prácticamente constante. Nos hace notar que, si comparamos estos registros con los de la figura 1 de su artículo, se puede afirmar que, con un pequeño retardo, los cambios de la temperatura se correlacionan bien con las variaciones del índice de polvo volcánico velador (el que impide que los rayos del Sol lleguen hasta la superficie de la Tierra y la calienten).

Luego nos introduce a un concepto que les resulta estremecedor a los ecologistas del calentamiento global. Nos dice«Luego de comparar entre si los gráficos de las figuras A y B de la figura 3 (que tendré que incluir más abajo para que el lector pueda hacer sus comparaciones), se ha sugerido que el debate actual sobre el calentamiento global, normalmente atribuido a la acumulación del anhídrido carbónico (CO2 ) en la atmósfera ­ producido por incendios en las selvas tropicales y por el uso de combustibles fósiles ­ sería diferente si las estimaciones citadas sobre cambios de la temperatura media global del aire se hubiera extendido hasta abarcar algunas décadas antes que 1880.»

 

 

Figura 3

1. Temperatura media anual del aire, medida desde 1790 en la estación meteorológica del Monte Hohenpeissen, situada a 1800 m de altitud en los Alpes Bávaros.

2. Variación de la temperatura media global del aire, calculada por Jones y sus colaboradores en 1988, y tomada de una publicación de Roth de 1991.

El gráfico A de la figura 3 parece indicar que hacia 1840 la temperatura era similar a la actual, lo que autorizaría a preguntarse si la disminución de la cantidad de aerosoles de origen volcánico suspendidos en la atmósfera no sería una explicación más adecuada del calentamiento del planeta, que el uso de combustibles fósiles y los incendios de bosques tropicales.Y más adelante nos sigue diciendo:

 

«Para reflexionar sobre la actividad volcánica (mejor dicho la falta de ella) como causante del calentamiento global, debe tenerse en cuenta que el tiempo transcurrido entre el comienzo del Siglo XIX y 1880 fué de gran actividad volcánica, lo que se correlaciona bien con la caída de la temperatura del aire. Algunos años después de la erupción del Krakatoa en Java, en 1883, la actividad volcánica se redujo, la estratosfera se tornó más limpia y la temperatura media del aire aumentó, hasta que, a partir de 1960, después de la erupción del Pinatubo y con el retorno de la actividad volcánica, volvió a disminuir»

 

Estos datos científicos comprobados e irrefutables, nos deberían de llenar de sorpresa, dado que los «catastrofistas» siguen afirmando que la atmósfera se está calentando. La pregunta es: ¿Desde cuándo? Si tomamos como punto de partida de la estadística al año de 1880, el calentamiento producido es de apenas 1 grado Farenheit (que, dicho sea de paso, ya se perdió, puesto que el Pinatubo enfrió a la atmósfera lo suficiente como para hacerle perder ese grado que había subido desde 1880). Ahora, si la estadística se toma desde el año 1800, comprobamos que la temperatura de la atmósfera no ha variado absolutamente nada desde entonces. Con lo cual se destruyen todos los argumentos sobre el «catastrófico» calentamiento que sufrirá la Tierra y se deben desechar todas las alarmas paranoicas de los ecologistas.

 ¿Y el Ozono?

El artículo de Baldicero Molion nos proporciona también la confirmación a todo lo que sostengo en el capítulo que trata del ozono. Después de una muy breve introducción al tema de la Teoría de la Disminución de la Capa de Ozono, y el efecto que el cloro de los CFC tendría sobre el ozono estratosférico, nos aclara lo siguiente:

 

«Sin embargo, la cantidad de cloro liberado a la atmósfera por la acción del hombre es ínfima, comparada con las fuentes naturales. En 1991, la producción total de CFCs en el mundo fue de 1,1 millones de toneladas, lo que incluyó 750.000 toneladas de cloro. De ellas, según las estimaciones de Molina y Rowland, cerca del uno por ciento, esto es, 7.500 toneladas, escapa a la troposfera baja y, con el tiempo, asciende a la capa de ozono (o se transforma antes en substancias inocuas) . . . La troposfera baja recibe cerca de 600 millones de toneladas anuales de cloro de los océanos, y sólo los volcanes difusivos diseminan otros 36 millones de toneladas anuales en forma de ácido clorhídrico (este último valor, el más aceptado, responde a una estimación baja o prudente: algunos autores lo llevan a 200-250 millones de toneladas por año), mientras que los volcanes explosivos pueden lanzar directamente a la estratosfera, de una sola vez, varios millones de toneladas.»

 

Y casi sin darnos respiro, nos proporciona algo que debería hacer pensar a la gente:

 

«Se ha mencionado que en épocas anteriores la actividad volcánica fué más intensa que hoy, y que, en consecuencia, hubo mayor diseminación de cloro en la estratosfera. Si la fotoquímica de la estratosfera fuera tan simple como resulta de algunos de los modelos matemáticos elaborados, la erupción del Tambora, en 1815, que fué algunos cientos de veces mayor que la del Pinatubo, hubiera destruido totalmente a la capa de ozono, mucho antes de la existencia de los CFCs.»

 

También se refiere el artículo a la acción del Monte Erebus en la Antártida, y hace notar la importancia de que un volcán de casi 4000 metros de altura esté lanzando casi 1230 toneladas de cloro y 480 de flúor por día, a una estratosfera que en esos momentos está a apenas 5000 metros de altura. Y hace mención a algo que los ecologistas (especialmente Rowland!) tienen terror a que sea reconocido públicamente: que el «agujero» no se descubrió en 1985 sino en 1956! Se lee en el artículo de Ciencia Hoy:

 

«El fenómeno que ha recibido más comentarios en los últimos años es el agujero de la capa de ozono sobre la Antártida, que las teorías prevalecientes en la actualidad atribuyen a los CFCs. Sin embargo, ya en 1960, cuando no era común el uso de los CFCs, Sir Gordon Dobson demostró la existencia de dicho agujero y lo atribuyó a las condiciones meteorológicas especiales del continente antártico».

 El Eco Business

La ecología es un trencito al que se han subido muchos pasajeros, de muy diversa índole, calaña y catadura. Están, por supuesto, aquellos millones de muy sinceros y preocupados ciudadanos que están convencidos de que el planeta está a punto de morir, y con él, todas las especies vivientes del mismo. Como hemos ido viendo a lo largo de este libro, ello no es así, pero el asunto no reside tanto en la verdad científica y los hechos fríos y concretos, sino en la percepción que la gente tiene del tema ecología. Es decir, el color del lente con el que se mira el panorama.

El color del lente más adecuado para mirar cualquier cosa es el «transparente«, es decir, una lente que no le aporte ninguna otra cualidad al objeto. Pero el ecologismo, con su constante prédica desinformante ha teñido nuestra visión del color «verde oscuro«, inundando de alarma y pesimismo al espíritu de la pobre gente que lo ignora todo (aunque está más que dispuesta a discutir sobre cualquier cosa y recurrir a violentas manifestaciones en pro de la salvación del planeta).

Ya vimos que los fabricantes y operadores del «trencito ecológico« lo usan para sus propósitos geopolíticos, ayudados por una legión de corporaciones multinacionales para quienes el balance de sus empresas cuenta más que los intereses colectivos de la población ­y no hablo de intereses económicos solamente, sino que se deben incluir los relativos a la salud pública, educación y desarrollo de las oportunidades personales de cada individuo.

Los ejemplos concretos son la Gran Bretaña y los EE.UU., quienes ejercen todo tipo de presiones políticas y económicas sobre los países subdesarrollados, llegando al extremo de decidir concretamente sobre sus políticas internas a través del FMI, el Banco Mundial y todo tipo de enviados especiales que directamente comunican a los gobiernos (ignorando de manera olímpica a las legislaturas correspondientes) las decisiones que ha tomado el Primer Ministro Británico o el Departamento de Estado, sobre cualquier asunto que afecte a los «intereses de la Corona» o del «pueblo de los EE.UU.» De esta manera se diseñan las políticas de investigación científica, de educación, de desarrollo industrial y agropecuario; se fuerzan la cancelación de proyectos de todo tipo (por ej.; los proyectos argentinos aeroespacial y nuclear, el dictado de leyes de patentes de productos medicinales, la reforma de leyes de minería y laborales, etc.). Todo este tema es archiconocido por todos, pero pocos saben que la ecología es una formidable arma de batalla para forzar dichas políticas de freno al desarrollo de los países «emergentes«.

El Calentamiento Global (que se discutió en una conferencia internacional en Japón durante Diciembre del 97, conocido como el Protocolo de Kyoto) fue creado para detener la industrialización de los países pobres. El fraude de la Capa de Ozono apunta, en su aspecto geopolítico, a cortar la cadena de frío de medicamentos y vacunas, lo que unido al corte de la cadena de frío del transporte de alimentos y a la prohibición del bromuro de metilo (único insecticida conocido para impedir que las cosechas de granos sean invadidas por moho, hongos y bacterias) provocará la pérdida del 70% de las cosechas del mundo, la escasez de alimentos, el empeoramiento de las condiciones sanitarias de la población, y otras calamidades que harían la delicia de Malthus.

El campo de acción de la ecología es tan vasto, y la gente que debe dictar las leyes sabe tan poco del asunto, que hoy está invadido por legiones de aprovechados e inescrupulosos que hacen fortunas con el «trencito ecológico». Los ejemplos se cuentan por millones, de los cuales, en el plano internacional ya hemos visto el de David MacTaggart, ex presidente y «alma mater» de Greenpeace International, el príncipe Felipe y su sórdido WWF, y las miles de ONGs, asociaciones y fundaciones presuntamente ecologistas, que realizan pingües negocios a costa de los ingenuos, crédulos e ignorantes ciudadanos que tienen la desgracia de quedar a su alcance.

 Despedida

Ha llegado el momento de decir adiós. Será una despedida sin más recomendaciones que las que ya hice a lo largo de este libro. Sin embargo, antes del último «hasta la vista», quiero que piensen ustedes muy bien en cuáles son los fines que persigue el ecologismo. ¿Qué tipos de fines son estos que necesitan de medios tan innobles como la mentira, las coimas y los sobornos, el chantaje, la agresión física, el sabotaje, el asesinato . . .? Veamos algunos ejemplos que nos proporciona la prensa mundial sobre el accionar de diversos grupos ecologistas. Esta pequeña recopilación de recortes periodísticos fue hecha por un eminente ethólogo argentino, el Dr. Enrique Lerena de la Serna, quién condujo al equipo de científicos argentinos que consiguió reproducir en cautiverio al tigre de Bengala ­ hecho por primera vez en el mundo, aquí, en la Argentina. Lerena de la Serna es el único sudamericano citado en las obras de Konrad Lorenz, Premio Nobel de medicina y la máxima autoridad mundial en el campo de la Ethología.

La colección de recortes se presenta en orden cronológico, de manera que el lector podrá comprobar cómo ha ido afianzándose el poder de los ecologistas hasta hacerse casi dueños de nuestras vidas, bienes y libertades. En donde lo crea necesario agregaré un pequeño comentario de mi cosecha:

 

UP, 9-10-74: Alrededor de 100 mil golondrinas, a las que el prematuro invierno sorprendió en Suiza, no dándoles tiempo de emigrar, fueron trasladadas en dos aviones DC-9 de la empresa suiza Swissair, especialmente contratados por la organización ecologista Vogelhaus. Al desembarcar las aves en Niza, al sur de Francia, donde hallarán abrigo, recibieron el abucheo de miles de desempleados «quienes protestaban por la incongruencia de una sociedad que protege a los pajaritos y abandona a los hombres a su suerte».

 

AP, 19-3-75: Care Nosacek, norteamericano, fundó ayer en Milwaukee (Wisconsin) el Movimiento de Liberación de los Simios. Sus miembros, asociados a la organización internacional proteccionista Free Animals, con sede en Londres, iniciaron sus actividades «amenazando con incendiar todos los zoológicos y sitios en que haya monos y primates enjaulados». Nosack advirtió: «De ser preciso recurriremos a la violencia terrorista, mediante bombas, y ajusticiaremos a los captores de simios, a sus amistades y familias de los guardianes de zoológicos e, incluso, a los visitantes que se burlan en frente de las jaulas». Recientemente un grupo similar «rescató a varios chimpancés del Zoo de Illinois y luego voló con explosivos las rejas de exhibición».

¿A donde fue a parar ese asunto del Amor, la Comprensión, la Tolerancia? En realidad, estos son conceptos de religiones como la cristiana, la judía, la budista y aún de la mahometana, con todo el fuerte componente fundamentalista que puede llegar a albergar. Esos conceptos son totalmente desconocidos en la religión ecologista de Gaia, quien es una diosa implacable y sin misericordia alguna para con sus creaciones. Me estremezco al pensar lo cerca que está la Humanidad de verse sujeta a designios tipo Gaia, impuesta por el ecologismo internacional a través del dominio que ya ejercen sobre las Naciones Unidas y sus millones de ONGs en todas partes del mundo.

 

DPA, 2-6-75: Un bergantín de tres palos construido en Lisboa a fines de 1986, el «Barba Negra», fue adquirido y modernizado por el grupo ecologista alemán «Hermanas Ballenas». La nave, cuyo capitán es el escultor Albert Seidl, de 40 años, «Utilizará dos antiquísimos cañones para atacar a los buques balleneros soviéticos y japoneses» y «posee sofisticada tecnología, oculta tras sus líneas de clásico barco pirata a velas». Seidl, que aguarda una orden de la organización para zarpar, dijo: «Si es necesario, abordaremos los barcos y degollaremos a las tripulaciones; las ballenas van a vivir, aunque cueste un mar de sangre humana».

 

TASS, 1-8-75: Fué reivindicado el biólogo Trofim Lyssenko, a quien Josef Stalin calificaba de «genial institución viviente» y «la mayor gloria de todas las ciencias universales». El actual presidente de la Academia de Biología de la URSS, ingeniero genetista Boris Parvasia, señaló que «Lissenko era un visionario, además de científico, y un estratega en la política, con métodos novedosos y de indiscutible eficacia; recalcaba que, a interés de los fines, la ideología debe ocupar un campo donde ninguna tesis pueda refutarla, el de la Ciencia, y para ello, la Ecología cumple un papel invalorable». ; «Lissenko entendió que la disciplina formulada por Haeckel desemboca necesariamente en el socialismo más absoluto, y que sin partidismo visible, la Ecología puede movilizar a las masas con un incuestionable planteo: el de la defensa del ambiente o de los animales, discurso capaz de encender a los pueblos cuya cultura poco solidaria exige nuevos sistemas, insospechados y contestatarios».

Reuter-Latin, 19-9-75Entre los «nuevos grupos terroristas que operan desde San Francisco» y otras importantes ciudades norteamericanas, el FBI se prepara «para enfrentar a la crueldad de los ecologistas ortodoxos, como el Weather Underground, una organización dirigida por mujeres que cobró notoriedad al envenenar las aguas de la red pública». El atentado no causó víctimas porque una militante arrepentida dio oportuno aviso a la empresa, cortándose el suministro, pero «sorprendió conocer las razones del envenenamiento: el uso del flúor, clorados y otros conservadores, cancerígenos, según los ecologistas». El grupo, al reivindicar la acción, prometió «repetir las medidas de fuerza en otras centrales sanitarias, pues el agua con elementos químicos extraños enferma de cáncer a los animales, víctimas obligadas de la locura del hombre». El FBI reconoció que «recientemente, un grupo ecológico neutralizado por la Oficina Federal de Inteligencia, en Maryland, se proponía robar substancias destinadas a la guerra bacteriológica y utilizarlas para exigir el cumplimiento de dictámenes de un autotitulado Tribunal Ecologista, tales como el cierre del zoológico público, la prohibición de tener perros y otros animales domésticos, el utilizar automóviles, y una extensa lista de vacunas y medicamentos elaborados mediante células de conejos, ratas y monos»; «Los detenidos contaban con técnicos infiltrados en el arsenal militar de Fort Detrick».

¿Qué clase de gente es esta, Dios mío! Ya en 1975 se había impuesto en la mentalidad ecologista que «ellos» tienen el derecho (más aún, es un Deber Sagrado) de decidir quién puede hacer algo, quién puede tener algo, quién podrá ser feliz, quién deberá morir…

 

DPA, 16-10-75: El autor y dirigente ecologista Paul Erlich, uno de los oradores del V Congreso de Ciencias Naturales, en Hamburgo, justificó la actitud del grupo de jóvenes que, «lanzando bombas lacrimógenas y profiriendo consignas en favor de las ballenas, interrumpió la disertación del ethólogo Danilo Minardi«, delegado científico por Italia. Erlich, ante preguntas de la prensa acerca de los sucesos de la víspera, dijo: «Todo sirve y es lícito para defender a los animales en extinción. El hombre debe ser denunciado y combatido porque los humanos son el cáncer del planeta, los causantes del desequilibrio y la destrucción de la Naturaleza.». Agregó también: «A partir de este Congreso, por las exposiciones de los ethólogos, se abre un abismo entre la ecología y ellos; de ahora en adelante, para diferenciarnos , será necesario la creación de la Ethoecología el título de ethoecólogo, en función de la ética ecologista y sus lineamientos«.

A lo largo de todo este libro se ha ido delineando cuál es la ética ecologista y cuáles son sus lineamientos. Estos recortes de prensa terminarán por dejar muy claro el peligro que representa para el ciudadano común esta «ética ecologista» en acción.

 

Reuter-Latin 25-11-75: Un grupo británico de protección a los animales y al medio ambiente, que considera necesario el control poblacional humano como forma de no desequilibrar a la ecología, «ofrece entradas sin cargo a los estadios de fútbol a quienes acepten ser esterilizados mediante procedimientos indoloros, rápidos y carentes de complicaciones posteriores«. La institución naturalista contará con salas quirúrgicas ambulantes en los estados hindúes de Kerala y Radrashamón (Madrás) y Rushucut (Bombay), «entregando cinco entradas gratuitas a cambio de la castración; los jóvenes podrán así acceder a tribunas preferenciales, con derecho a gaseosas y hamburguesas vegetarianas». Uno de los organizadores, el ecologista Brett Anibal Pollard, dijo que «el fútbol es un deporte sabio, creación de los ingleses para encaminar a la gente simple, sublimando la violencia, dándole sentido a sus vidas y divirtiéndoles». Los ecologistas, «malthusianos por moral, principios y finalidades», según declaraciones de Brett Pollar y Anne McLean, líderes de la «Revolución Verde Mundial», conseguirán de tal modo «frenar las explosiones demográficas humanas que hacen peligrar a las especies animales del planeta».

 

¿No sería maravilloso si los ecologistas dieran el ejemplo y practicasen sus teorías sobre ellos mismos, en lugar de tratar de imponérselas a los más débiles? ¿Pueden imaginar lo maravilloso que sería el mundo si los ecologistas se esterilizaran entre ellos y, al cabo de una o dos generaciones, el gen ecologista no se transmitiese más? El grave problema que tienen los países del Tercer Mundo, hoy por hoy, es que los ecologistas se continúan reproduciendo de manera desaforada. Después de todo, ellos también son humanos y tienen, como los demás animales, el derecho a su lugarcito en el planeta.

 

AFP, 14-12-75: Vegetarianos, pero sólo con respecto a carne animal, «comían personas, preferentemente pastores evangelistas y sacerdotes católicos». Los caníbales, detenidos por la policía filipina al sur de Cotabato, se autodenominaban «Protectores del Mundo Animal» y «eran dirigidos por un inglés, Samuel S. Sttell, quien hasta 1973 condujo al grupo ecologista británico FreeZoo». Se responsabiliza a la secta de seis homicidios con antropofagia.

 

EFE, 10-1-76: Un comando terrorista «preocupado por el equilibrio ecológico y la crueldad para con los animales silvestres, que se denomina Grupo de Acción Directa Ecologista, colocó dos bombas de alto poder en sendas armerías de Madrid» y «uno solo de los artefactos explosivos detonó, destruyendo las instalaciones de la Antigua Tienda Grifero, especializada en armas y artículos para cazadores». El pasado mes, militantes del GADE provocaron «un incendio en una fábrica de ropas de caza, La Montera, que tuvo por saldo la muerte de dos operarias y un obrero con graves quemaduras».

EFE, 28-7-76: Un grupo ecologista catalán «autodenominado Merda en la Montagna» ha prometido «vengar a los animales que se destinan al consumo«; a partir del 1o de Agosto ­ dice un comunicado remitido a los medios de prensa «se procederá al incendio de carnicerías, mercados, tiendas de aves y de huevos, pescaderías y todo local donde incurran en este tipo de crímenes».

Esta última noticia de la Madre Patria, verdadera cueva de ecoloquitos, parece un chiste de gallegos, pero de los muy malos . . .

 

EFE, 28-7-76: Desde su sede en Berlín, «la organización ecologista Animales Sagrados», exhortó a los pueblos a «un valiente control de la natalidad; no tener hijos y, de ser posible, esterilizarse para evitar tentaciones diabólicas«. Maximilian Braunttrup, dirigente de la entidad, pidió «poner freno a la explosión demográfica que hace peligrar la existencia de los animales salvajes; sería extraordinario ­ dijo ­ que el nuevo milenio encontrara una Tierra casi sin hombres y abundante en animales, árboles frutales, como en los días del Paraíso Terrenal, y nosotros podemos lograrlo: basta no tener hijos».

 

Lo que dije más arriba: si los ecologistas comienzan a practicar la «contención moral» (precepto de Malthus) y la auto esterilización, conseguirán hacernos al resto de la humanidad un inmenso favor.

 

EFE, 2-3-77: En Cataluña, la Guardia Civil española detuvo a seis individuos «integrantes de un grupo ecologista denominado Merda en la Montanya que, utilizando explosivos destruyeron el puente Xandarí, sobre el río Blanc«. Los ecologistas, según confesaron, «volaron el puente porque el tránsito asusta a los peces y destruye el equilibrio natural de la región». La policía incautó armas, proyectiles, cartuchos de dinamita y otros elementos del grupo detenido.

 

¿Qué pasará cuando se organicen grupos similares en la Argentina? Me pregunto: ¿Greenpeace no está organizado para la «acción directa» de la misma manera? ¿No está Greenpeace capacitada militarmente para intentar un atentado de sabotaje contra las centrales nucleares argentinas, a las que odia con tanto fervor? Pero, Greenpeace nunca hará un atentado ellas la simple razón que se demostraría que las centrales nucleares son tan seguras que ni siquiera Greenpeace podría destruir alguna. Las centrales se diseñan contemplando la posibilidad de que algún grupo de desequilibrados cometa un atentado con la intención de liberar radioactividad al ambiente o ejercer un chantaje nuclear para obtener rescates en efectivo o la aceptación de demandas de cualquier tipo.

¿Que nadie sería tan loco o estúpido como para hacer un chantaje nuclear de ese tipo? Lea lo que sigue y convénzase que esta gente es peligrosa y está decida a eliminarlo a usted y a su familia de este planeta . . . en favor de los pajaritos, las ballenas y las hormigas.

 

AFP, 2-12-76: Una organización ecologista, denominada Grupo de los Seis, «amenazó con detonar dos bombas nucleares caseras en Sidney y Melbourne si el Primer Ministro australiano Malcolm Fraser no prohibe la extracción de uranio». «Los ecologistas, que también prometieron envenenar las aguas de esas ciudades, en caso de no poder hacer funcionar las bombas nucleares, se ufanan del paso al terrorismo ambiental y a la acción directa«. En un comunicado puntualizan: «Será mejor que mueran 5 millones de personas y no que se produzca el fin del mundo dentro de 10 años«. El Ministro Fraser, «ante la extorsión subversiva nuclear del ecologismo«, accedió a demandas, entre ellas, «la creación de un Ministerio de Ecología» y «el nombramiento de asesores ecológicos en los Ministerios de Economía, Agricultura, Salud y Defensa«, así como «promover el bloqueo económico a los países que no han prohibido la caza de la foca, la ballena, el elefante, el tigre y otros animales en peligro de extinción«.

 

UPI, ANSA y Reuter, 3-12-76: Ecologistas de las diferentes agrupaciones mundiales celebraron la victoria del Grupo de los Seis, organización que consiguió del gobierno Australiano «el cumplimiento de demandas nunca antes obtenidas en país alguno«. Fraser «debió concederlas porque los subversivos ecologistas, al parecer, contarían con los elementos necesarios para fabricar bombas atómicas caseras» ; «en los últimos tiempos se produjeron robos de uranio y equipos de distintas centrales de energía nuclear» y los servicios de inteligencia «han venido sospechando de expertos nucleares como los autores de los hurtos: los ecologistas bien pueden disponer de los artefactos atómicos y efectivizar la amenaza de destruir Sidney y Melbourne«.

Estas dos últimas noticias son algo tan desproporcionado, tan grosero, tan fuera de toda dimensión humana, que no se me ocurre comentar nada que no vaya a resultar ofensivo para muchos espíritus sensibles. Dejaré que cada uno de los lectores saque sus propias conclusiones, y que sean parecidas a las del científico que opina a continuación:

 

EFE, 6-12-76: El ethólogo francés Normand Sutin, al pronunciar una conferencia en el Instituto de ciencias de la conducta, en París, dijo: «Estoy de acuerdo con Heidegger, la única revolución del siglo fué hecha por la tecnología, aún mal manejada y al servicio de la cultura dominante. No me sorprende, entonces, que la falsa alternativa de esta cultura para su propósito colonial oponga el discurso ecológico a la solución técnica: el conservacionismo es eso, conservar, impedir los cambios; la defensa ecologista de los animales está orientada a detener la revolución tecnológica, apunta contra la libertad del hombre y no en pro de la foca, la ballena o el pingüino«.

 

Notable trabajo el del Dr. Lerena de la Serna, autor de más de 2000 trabajos científicos y literarios publicados en todas partes del mundo; doctor Honoris Causa del Instituto Max Planck, de Alemania; miembro Honorario de la Fundación Argentina de Ecología Científica; perseguido por los Colegios de Veterinarios de Buenos Aires por permitirse opinar en contra del negocio de la castración de gatos y víctima de numerosos atentados de la «acción directa» del ecologismo. En un artículo publicado en el semanario «Punto Crítico« (No 10, 8 al 14 de Abril de 1994) titulado «Quo Vadis, Oiskología«, describía como los protegidos elefantes del Parque Nacional del Samburu, Kenia, se habían reproducido hasta el hartazgo y comenzaron a destruir aldeas vecinas, y matar mujeres, niños y ancianos a mansalva (casi por placer) en una impunidad nacida de las leyes proteccionistas que impedían actuar a la policía o al ejército.

En uno de sus pasajes, Lerena decía: «Por razones obvias, los ecólogos creen pertenecer a un género bastante especial, bastante divino y, al figurarse la excepción, «confundir su propio discurso con la realidad del planeta» (Konrad Lorenz)…», y termina su excelente artículo con: «Reflexiones de un crítico: curioso argumento escrito para un extraño planeta; la Tierra, regida por paradojas. El día 2 de diciembre de 1976, un comando terrorista ecológico (sic) amenazó con detonar dos bombas nucleares caseras en Melbourne y Sidney, las dos principales ciudades de Australia, si el primer ministro Malcolm Fraser no accedía a sus demandas en pos de ¡agua potable sin flúor! Y en ese mismo mundo, yo, un Lerena, familia que dio a la Argentina cinco generaciones de veterinarios ­ caso único ­ que vivo y moriré rodeado de animales, considero a la Ecología mi oponente por naturaleza y devenir ontológico.

Ocurre que, entre las ballenas y los balleneros, ¡el hombre, claro! Como dijo Cesare Pavese: «Me voy. Me gusta el teatro; pero no me gusta la obra que han puesto en cartel».

Conviene aclarar que Lerena de la Serna, una eminencia de la ethología argentina, ha sufrido numerosas amenazas de muerte por parte de «comandos ecologistas» y varios ataques físicos contra su persona ­ que culminaron con una ráfaga de ametralladora contra el frente de su casa. ¿Por qué? No simpatiza con los ecologistas. Yo tampoco¿Y usted..?

 POST SCRIPTUM RECONFORTANTE

Creía que ya había dicho todo lo que tenía para decir. por lo menos hasta la aparición de mi próximo libro, en donde exploraremos juntos muchos otros Mitos y Fraudes de la Ecología, quizás con un poco más de profundidad técnica. Porque comprenderán que todo lo que hemos visto en este primer tomo de la Gran Enciclopedia de los Fraudes en la Ecología, ha sido apenas rascar en la superficie. Los borradores de este libro han sido leídos y revisados por numerosas organizaciones científicas que me han proporcionado una montaña de información que debo estudiar y clasificar para poder continuar mi humilde y dificultosa cruzada contra la irracionalidad, el fraude y el negociado desvergonzado.

Pero, a veces el camino se hace menos áspero y se obtienen pequeñas recompensas –que hasta ahora han sido exclusivamente de orden espiritual – que permiten que uno siga empeñado en este no tan vano intento de esparcir la verdad científica. El día 14 de marzo de 1999 recibí en mi casilla de correo electrónico un email proveniente de Italia, la tierra del buen chianti y las comidas sabrosas. Me he permitido publicar este mensaje porque proviene de una persona común, como espero que sean casi todos los lectores de este libro. Si una persona con sentido común se expresa así, creo que mi mensaje no caerá en saco roto. Sólo el tiempo lo dirá.

 Send reply to: <ansibona@tin.it>

 

From: «Angelico Sibona» <ansibona@tin.it>

 

To: «Eduardo Ferreyra» <faeco@sinectis.com.ar>

Subject: Ecologia mercenaria

Date sent: Sun, 14 Mar 1999 16:03:24 +0100

Señor Ferreyra,

a veces leo sus notas en las cartas a La Voz del Interior de Córdoba, y aunque no tenga la formación para debatir sobre temas técnicos y científicos, a menudo estoy de acuerdo con sus puntos de vista. Vivo en el norte de Italia, en la Padania, a los pies de los Alpes. Justo detrás de mi casa está, cerrada y desactivada, la mina de amianto más grande de Europa, que algunos grupos «verdes» hicieron clausurar hace unos diez años, con la única consecuencia de que el amianto que ahora se importa de Sudáfrica es mucho más tóxico, la gente quedó sin trabajo, quedó sin custodia una inmensa montaña de escombros, y se está preparando el gran negocio de instalar un depósito de escorias venenosas de distinto tipo.

Diez años atrás me entró la duda de que los altos mandos del ecologismo eran pagados y organizados por intereses financieros: la duda se ha transformado en seguridad. En el ambiente en donde vivo, he notado que entre los ecologistas, los «verdes», no hay obreros, artesanos, agricultores, emprendedores: son todos empleados, en su mayoría empleados del Estado, gente que no tiene que luchar con los datos reales de la vida y de la economía. Pero no me refiero tanto a las bases del movimiento, cuanto a los jefes, que parecen tener la disponibilidad, cuando es necesario, de medios financieros que aparecen de pronto y que no tienen relación con la estructura real de los grupos. Hasta cuando no me demuestren el contrario, seguiré pensando mal: no puede ser que los ecologistas saquen una lotería todas las veces que organizan una campaña.

Saludos desde la Padania.

Angel Sibona.

El señor Angel Sibona responde a mi pregunta hecha en el prefacio de este libro¿Qué demonios pasó con el sentido común? Simplemente ha quedado guardado por gente como Angel Sibona, ciudadano común y silvestre, que debe ganarse su pan de manera honesta y cada vez más dificultosamente. Muy acertadamente, Sibona ha notado que los grupos ecologistas no están compuestos por personas normales: campesinos, artesanos, obreros o empleados de comercio, sino por gente ya convertida en uno de los millones de parásitos Estatales que desangran y debilitan a las economías de los países. Y como la economía de los países la formamos todos los que trabajamos y producimos algo que se puede tocar, usar, ver, comer o beber, las «garrapatas» y «sanguijuelas» ecologistas nos están desangrando a nosotros, los pobres tontos que creen que ya no pueden hacer nada para mejorar su situación.

¿Sabe lo que podemos hacer? Presentar batalla. Enfrentar al enemigo en todos los lugares y circunstancias que se presenten. No dar crédito a su prédica escandalosa y aterrorizante. ¿Cómo? Manteniéndonos informados de lo que los verdaderos científicos dicen y afirman sobre todas las desinformaciones que propagan los medios de prensa. Nosotros somos la presa, ellos son los cazadores. Es hora de que dejemos de vestirnos de ovejas porque los lobos nos seguirán comiendo. Es hora de que las ovejas evolucionen a una especie superior que pueda defenderse exitosamente. Y la mejor defensa es un buen ataque. Mis opiniones y la manera que tengo de decir las cosas y exponer la verdad científica es el pequeño y único aporte que puedo hacer en defensa de la supervivencia del ser humano.

 

 

Eduardo Ferreyra

Malagueño, Córdoba,

Julio de 1999

Prefacio por Eduardo Ferreyra

Una de las más profundas obligaciones de los científicos es suministrar información fáctica sobre los hechos de la ciencia básica, la tecnología, el ambiente y la salud humana ­ y hacerlo de una manera que pueda ser entendida por el público en general y, sobre todo, por aquellos que están encargados de diseñar las políticas que afectarán a los millones de habitantes de cualquier nación.

Sin embargo, hay un numeroso grupo de científicos que han decidido ignorar esta obligación y aceptar, en su lugar, la fama y el fácil reconocimiento que otorga la prensa a los anuncios y profecías catastróficas. Esta peculiar clase de científicos ­ en realidad una modesta minoría ­ han conseguido, sin embargo atraer una desmedida atención sobre insistentes problemas e inminentes catástrofes que supuestamente amenazarían a la humanidad con una inevitable extinción.

Cuando reina la ignorancia, el asunto puede ser fácilmente convertido en miedo, a veces en pánico, y se transforma en situaciones que son hábilmente aprovechadas por una legión de extremistas ecológicos, periodistas sensacionalistas, científicos ávidos de «prensa y cámara», políticos «visionarios», burócratas hambrientos de poder, empresarios corruptos, y rapaces abogados. ¿Quiénes pierden? Todos perdemos.

Perdemos cuando los científicos no buscan más a la verdad sino que procuran la celebridad de los medios de prensa ­ y con ella el dinero que los gobiernos invierten en investigación ­ haciendo afirmaciones que no pueden ser verificadas. Todos perdemos, la sociedad entera pierde, cuando los periodistas dejan de informar la verdad para contar solamente «mentiras nobles».

Pero muy especialmente perdemos todos cuando permitimos que la gente que vive y trabaja la tierra ­ la gente que en verdad nos provee los alimentos que nos permiten sobrevivir, los obreros, técnicos y profesionales de la industria y del comercio ­ vean como sus costos se van elevando cada vez más a causa del aumento de las regulaciones impulsadas por los ecologistas, políticos y gente que lucra y gana cada día más poder por medio de inicuos litigios y regulaciones prohibitivas.

Perdemos todos ­ y seguiremos perdiendo ­ mientras sigamos permitiendo que la verdad científica sea reemplazada por el más puro charlatanismo ­ cuando no lo es por el fraude científico más escandaloso. Por ello es que este libro presenta la información científica que le permitirá a cualquier persona formarse una opinión bastante acertada sobre una cantidad de temas relacionados con la ecología y la salud, y tomar decisiones basadas en hechos científicos concretos y comprobables. Las reglas de oro de cualquier ciudadano responsable deben ser:

    1. Buscar evidencias y no argumentos;
  • Descartar todas las afirmaciones que carecen de base científica, aunque provengan de eminentes autoridades.
  • Formarse una opinión basada en los hechos científicos comprobados que se hayan podido reunir ­ y en su propio sentido común.

Porque en el fondo de la cuestión ecológica yace una pregunta que aún se encuentra sin respuesta: ¿Qué pasó con el sentido común?

Existe la opinión generalizada de que si a todas las ideas se les permite ser libremente expresadas e impulsadas, las mejores o las más válidas terminarán por prevalecer. Quizás esto sea cierto ­ pero no hemos llegado nunca al estado en el cual «todas las ideas son libremente expresadas e impulsadas». Los medios de prensa, incluyendo diarios, televisión y hasta los editores de revistas científicas parecen ya haber tomado partido por uno de los bandos: el bando catastrofista. ¿Por qué? Simplemente porque el escándalo, las catástrofes y las malas noticias venden diarios o elevan los ratings de los noticiosos de TV. La verdad y las buenas noticias no se cotizan en el mercado de los medios de difusión. No tienen valor.

De tal forma, intentar aclarar las cosas, publicar desmentidas, demostrar las falsedades de todo el catastrofismo ambientalista es una tarea que no tiene ninguna posibilidad de éxito. Sin embargo, a pesar de tener esto muy bien asumido, las personas honestas ­ ya sean científicos, periodistas, escritores o simples ciudadanos ­ lo intentarán de todas formas.

Después de largos años de estudio e investigación en el tema ecología y accionar político de las organizaciones ecologistas, he llegado a una conclusión que suena a Perogrullada: la solución a nuestros problemas futuros se reducen al atinado uso de la ciencia y a la correcta aplicación del concepto de JUSTICIA.

Como en cualquier tribunal, se deben analizar las evidencias ­ reales y comprobadas ­ y confrontarlas con la acusación. El jurado, una vez escuchados los alegatos de las partes, y examinadas las pruebas presentadas, por chocantes, escandalosas o repugnantes que pudiesen resultar, emiten su veredicto para que los Jueces hagan Justicia.

¿Y qué es la JUSTICIA? La Justicia es apenas la aplicación correcta e imparcial de una Ley sabia, pareja para todos los habitantes de una Sociedad. La LEY, por su parte, no es otra cosa que el trémulo e imperfecto intento de la sociedad para codificar a la DECENCIA . . . y que todos nos guiemos por esos códigos ­ más tácitos que escritos ­ para poder ser personas DECENTES.

Decencia . . . decencia… ¿se acuerdan? Decencia era aquello que nos enseñaron nuestros abuelos cuando éramos niños, y ellos ya gozaban en pleno de la Sabiduría, cosa que se logra aunando conocimientos, experiencia y mucho, mucho sentido común. . . Decentes son todos aquellos que intentan que la verdad sea conocida, aunque sepan de antemano que es una causa perdida.

Es importante conocer la opinión vertida por el periodista francés Luc Ferry en la revista L’Express, a mediados del año 1993, en un artículo titulado De Rojos a Verdes. Como es imposible transcribirlo todo, sólo citaré algunos párrafos muy interesantes:

«Ecologistas al Rescate: ¿Cómo sustraerse al temor, cómo no apelar una vez más y siempre a los ecólogos para que vengan a salvarnos? La cuestión es que todo este asunto probablemente no es más que un gigantesco dislate.»

«Tal es la tesis que sostiene Yves Lenoir, con mucha convicción y con talento. ¿Otro enemigo de los ecologistas, uno de esos enajenados que tratan de hacer surfing sobre la ola verde? De ninguna manera. Ingeniero, militante de la Asociación Ecologista Bulle Bleue, miembro de la Agrupación de Científicos para la Información sobre Energía Nuclear, co-autor, juntamente con Brice Lalonde del «Informe Poincaré», Lenoir es todo un defensor de la ecología, lo que no le impide ­ virtud muy rara en nuestros días ­ esforzarse por reivindicar a la verdad. Todos los que se interesan honradamente por las cuestiones del medio ambiente no deberían expresarse sobre el tema del efecto invernadero sin tener en cuenta sus argumentos»

Mas adelante sigue diciendo Luc Ferry que «¿Por qué, entonces, esa manipulación? ¿Quiénes son los responsables y cómo han podido instaurarse en la opinión pública y aún en la mente de muchos científicos? Para entenderlo, y tal es el segundo eje de la obra, hay que recordar que, con la llegada de Gorbachov al poder, las condiciones de la expansión del sector nuclear militar desaparecen.»

«La ciencia aplicada, que consume miles de millones de dólares al año, se ve privada del formidable programa de la «guerra de las galaxias». Lo que el gran público (¡es decir, nosotros!) ignora es que los lobbies de la ciencia aplicada se van a ver literalmente obligados a lucubrar otros programas, so pena de quedar sin trabajo.» . . . «El cambio de capítulo beneficiará a grandes multinacionales (por ejemplo, a las que van a descubrir los productos que reemplazarán a los CFC, utilizados en los aerosoles, refrigerantes, etc.), al sector de las economías de energías, a los movimientos políticos verdes en pleno auge, apoyándose todos ellos en la pasión más común en cada uno de nosotros y con la que se puede contar siempre: el miedo al cataclismo planetario y al instinto de conservación.»

«El problema, desgraciadamente, es que muchos de estos ecologistas están en otra cosa, especialmente en denunciar a los cuatro vientos «la lógica del la civilización occidental». Es el objetivo de la gigantesca «desconstrucción» del humanismo moderno a la que se entrega sin cautela el biólogo inglés Rupert Sheldrake en «Alma de la Naturaleza». Para él, se trata simplemente de revalorizar al «animismo de la Edad Media y de reconciliarse con la idea de que la Tierra es un enorme ser vivo.» Y termina diciendo:

«Que el cuidado del medio ambiente sea una necesidad nadie lo pone en duda. Pero decretar que prevalezca sobre la verdad es un error que los ecologistas serán los primeros en lamentar».

Y este libro trata precisamente sobre eso: de cómo y por qué los intereses económicos y corporativos, por un lado, y las razones geopolíticas tendientes a mantener el status colonial de las naciones subdesarrolladas, están usando al tema Ecología y Ambiente para lograr sus fines. Trata sobre cómo la Ciencia (con mayúscula) ha sido ignorada y dejada de lado en la argumentación ecologista actual.

¿Recuerdan cómo los ecologistas, con la activa cooperación de los medios de prensa, consiguieron que los intereses comerciales e industriales fueran excluidos de las discusiones sobre política ambiental? Se le recordaba al público de manera constante que cualquier persona que tuviese conexiones con el comercio o la industria no podía ser confiable porque estaba en pos de egoístas intereses personales.

Sin embargo, la inmensa mayoría del público ignora que todas las promociones de causas ecologistas están impulsadas más por un claro interés personal y no por el interés en preservar al ambiente. ¿Por qué? Porque si los ecologistas alguna vez resolvieran un problema ecológico quedarían fuera del negocio. Habrían matado a la gallina de los huevos de oro.

Los líderes de las principales organizaciones ecologistas por lo general no tienen intenciones de resolver los problemas ambientales: sólo los explotan en su propio beneficio o en el de su organización. Ya sea que se trate de un científico en busca de un contrato o un subsidio para investigación, un dirigente ecologista tratando de estimular el reclutamiento de nuevos miembros y de mayores contribuciones, un periodista que sueña con jugosas historias de terror ecológico para estremecer a sus lectores y mantener el tiraje, un abogado que intenta hacer promulgar regulaciones que le permitirán ganar futuros juicios, o un líder mundial que quiere pasar a la Historia como el fundador de la Agencia Global Para el Control del Clima, o la Agencia Mundial de Protección al Ambiente, el factor motivante es siempre el interés personal. Por ello es que el movimiento ecologista ha tenido un crecimiento tan espectacular: en este campo hay algo para todos ­ excepto para los consumidores ­ nosotros, la gente común que terminamos agobiados con todas las facturas a pagar.

Es importante que se sepa que no es necesaria una conspiración mundial. Simplemente existe una asociación natural. Mientras más pueda asustarse al público para que otorgue mayores poderes al gobierno para que les proteja de los nuevos ­ e imaginarios ­ peligros apocalípticos, mayor será la recompensa para los miembros del gobierno, los medios de prensa y, por encima de todos, los promotores de las teorías terroríficas. La mayoría ni siquiera está pensando en términos de un gobierno central más fuerte, que realmente gobierne, sino en su interés personal más inmediato ­ el aumento del presupuesto que está bajo su control. Como esta gente sufre del síndrome de los «dedos pegajosos», siempre algo se les queda pegado.

Por ello, en el campo ecológico, ni siquiera serían necesarias las mentiras, falsedades, incertezas o las deformaciones de la verdad: por el simple método de seleccionar los aspectos inconvenientes de algún problema, e ignorando los aspectos beneficiosos, es suficiente para convertir cualquier tema ­ incluida la aspirina, la penicilina, vacunas antipolio, o la cloración del agua ­ en un peligro espantoso contra el cual la gente pedirá desesperadamente protección al gobierno.

A través del creciente reconocimiento que esta es la escalera más corta para progresar en cualquier carrera, más y más grupos y personas están abordando el tren del ecologismo. Para todos aquellos que están (aún) en la industria o el comercio, les recomiendo que no solamente unan fuerzas sino que convenzan a aquellos amigos que están tratando de hacerse simpáticos a las organizaciones ecologistas, contribuyendo monetariamente a sus campañas de alerta ecológico, que están simplemente haciendo cierta la profecía de Lenín: «Los capitalistas se tropezarán unos con otros en su intento de proveer la cuerda con la que serán colgados». Repito por última vez: en el fondo de la cuestión ecológica yace una pregunta que todavía se encuentra sin respuesta:

¿Qué demonios pasó con el sentido común?

 

 

Prólogo por Dr. Enrique C. Lerena de Serna

UN REALISMO VIRTUAL LLAMADO ECOLOGIA

I

La teoría pasa, y el sapo queda.

Jean Rostand

El asunto remite a 1873, fecha en que Ernest Haeckel (1834-1919) publicó los fundamentos de una cosmovisión muy feliz, denominada Oiskología, propia de los mitos y fraudes de este biólogo.

. . . Haeckel, quien para demostrar su tesis de la Generación Espontánea falsificó embriones (engaño descubierto por Heinz Brass) y que, poco científico sostenía: «El calor y la lluvia engendran un género de batracios primordiales, espontáneamente, según pude advertir» (1)

Pero los econautas, insaciables, remontan orígenes al tan griego y naturalista Anaximandro (610-547 AC). ¡Cuidado con la mitología; se defraudarán en un mundo sin cosmética ni relojes! ¡Vuelvan a Haeckel, al Padre Histórico . . .! Allí está el Paraíso y no existe lo fúnebre, el biocrón (2) , la entropía e, inversamente, las lluvias generan ecológicas ranas anche algunos sapos cancioneros.

Ecoloritos presuntuosos, ¡ir tan lejos!, querer que Anaximandro los apadrine . . . y no conviene al discurso. ¿Cómo culparían al hombre por «los betunes» (hoy mareas negras) en el Mediterráneo de aquel tiempo, «donde se ahogan delfines con resoplidos de espuma crasa»? (¿Culpa de la Esso, Shell, o de la Ulises Petroleum Co.?). Ni encontrarían al hombre culpable de los suicidios colectivos de uros, los últimos toros salvajes de Europa y «cuyas inmolaciones en masa –describe Anaximandro- ocurren sin ninguna razón aparente» (. . .) «acaso un ataque de mosquitos o de moscas picaorejas, lo ignoro, pero, tal si de súbito enloquecieran al unísono, mugen, galopan y se lanzan a la mar desde un barranco, y es un horrible morir, misterioso de Natura». (3)

Anaximandro, más bien, parece el padre de la Ethología (4), porque escribe de los comportamien-tos, del suceder, sin un juicio moral, y no reduce el cosmos a una maquinación de resortes y engranajes (Ecosistema), al tira y afloja de Fraudes y MitosBastaba con Haeckel.

. . . O bastaba acudir a un diccionario etimológico, pues en el uso de términos y nombres – en la elección inconsciente de palabras, digo – se denuncian personalidades, costumbres, axiomas, metodología, salud; Jacques Lacan, a fuer de Seminarios, apenas lo dice mejor que aquí:

«Ecología, del griego eejoo y echó, eco, repetición de sonido por torcimiento de las ondas acústicas, ruido confuso, ampulosidad retumbante, discurso vano o vanidoso, chisme, y del G. lógos, logo, signo, señal, marca, membrete, vocablo, resumen, concepción, tratado, conocencia, suma». Por añadidura, ecosistema, voz derivada de eco «y del G. sisteemi, de sys, con, y el verbo isteemi, acomodar, convenir, tratar una cuestión o arreglarle haciéndola verosímil» (5).

Haeckel y su Oiskología hubiera significado al ecologismo una generatriz menos espontánea, abstrusa y fantasmagórica cual el oikos de las casas… virtuales e intangibles.

II

«Jamás el miedo produjo buenas ciencias . . .»

Pedro Abelardo

«Hombre, no tomes nada;la Naturaleza conoce
el gran secreto . . . y sonríe» 

Víctor Hugo

Comparte con la Escuela Basilio, los astrólogos, los parapsicólogos de barrio y los jugadores de fútbol, naturalmente, la pretensión de ser Ciencia e indiscutible. Los excita el fin del Milenio, Nostradamus y las extinciones zoofágicas, las catástrofes armagedónicas y los desequilibrios ecológicos.

Mas, perogrullada en Ethología, un «desequilibrio ecológico» sólo constituye una estación del Equilibrio General, un detalle del conjunto, -irreversible y dinámico- y, detenerse en el detalle, en la anécdota, desemboca en los miedos y en las supersticiones, en la quietud moribunda.

La moraleja arruina las fábulas y los mitos.

Las opciones, aún las ecologales, son dos, y al devenir terrestre, del universo y suburbios, lo explicamos por dicotomía de creencia: o que todo es obra del azar, o que todo es obra de un plan. Si todo resulta obra del azar, (incluso la evolución, Darwin y sus selecciones), carece de sentido cualquier proyecto ecologista. Y, si por el contrario, todo responde a un plan, no sirve preocuparse, pasará lo que deba ser y, la depredación de animales o de bosques, los «desequilibrios» y las aberturas de ozono, forman parte del plan, previstas y consentidas, o concurren y aceleran el cambio hacia el futuro.

Conviene a la naturaleza de la Naturaleza el transformar la naturaleza de hoy; creo que las posiciones decadentes del ecolatrismo, la duda y el miedo al cambio, conforman inclusive un modo de liberarse de una actitud morticia y de la materia cansada.

«La desconfianza mata al hombre», acota redundante el refrán.

Entonces, ¿es un problema filosófico? De Ontología, cuyos desequilibrios –causados por el dogma ecologal, sus sanedrines, curanderos y fiscales- procuran la conjura para detraer la inmanencia.

¿Qué no suena científico?

Kostas Axelos, un sociólogo duro y nada optimista, refuta a los pusilánimes: «El desenlace, el futurible de la Naturaleza, no se puede presuponer, ni comprobar, porque un cambio de grado y de naturaleza es en sí un cambio de grado y de naturaleza» .(6)

. . . Terreno inútil; en este o en la Filosofía, y a diferencia del campo del Arte, sólo se logra persuadir al . . . ya convencido. Con los otros receptores, no habrá pruebas y documentos que valgan (repiten su cassette ecológicamente).

. . . Ellos, por lo general prosaicos, en el refute transbordan equipaje a la poesía, al surrealismo, y aceptando que «la Tierra es azul como una naranja» (Paul Veraline) e, imperdible versión guaraní, «tus ojos son verdes como el cielo de Paraguay» (Víctor Flecha), se refugian – ecologizadores – «en la Naturaleza, cuando en estado puro, era verde fluorescente».(7)

. . . Debate infructuoso. ¡Y me toca prologar un libro de causa perdida . . !

III

«Todo puede demostrarse:
algunas veces, también la verdad»

Oscar Wilde

«La verdad oculta trae infortunio»
Friedrich Nietzche

«Ciencia no es verdad a medias . . .»
Florentino Ameghino

No recuerdo si hay un estilo para los prólogos; si se escriben en tercera persona, o con plurales –al modo papal o, aún más eclesiásticos, al de cualquier monaguillo de la Sagrada Ecología- y, diligente, si largos o cortos, de galanura o de coliche. Cabe que, de existir un género, jamás lo conociera. Mi generación fue la de saltearnos los prólogos y meternos veloces en el alma del libro (su precariedad, precisamente, merecía el apuro).

Accedimos así a la cultura del goce del saber, no al culto de la sabiduría de los faquires y los gurúes impecables.

Liberador, Carl Jung exculpa de misiones paralizadoras: «Para vivir a pleno, no se necesitan vidas perfectas sino completas«.(8) Y desde el vamos, un libro a favor de la industria, de la osadía, de la verdad, desborda prólogos y presentaciones.

Es que el propósito, a pesar de su inscripción –Ecología = Mitos y Fraudes– compromete en pos de un Tercer Pensamiento (ni consumista ni ecólatrico). Al respecto, Martin Heidegger dijo: «Fracasaron todos los ideólogos, únicamente la tecnología produjo una revolución verdadera. Las máquinas permitieron abaratar el alimento, el vestido, la vivienda, las medicinas; no obstante que la tecnología no está generalmente en buenas manos, ni al servicio del hombre por entero. Y sin embargo, resulta irrefutable, obtuvo mucho más que cualquier planificador humanista» (. . . «No hay por qué temer a las consecuencias de esta nueva forma de pensar, salvo si tememos que al hombre le vaya mejor en el futuro»(9)

Heidegger, en sus últimas declaraciones, señaló: «La técnica moderna es un poder de tal magnitud decisiva, que determina la Historia y, a esto, apenas se le ha atribuido importancia. Para mí es decisivo que la tecnología imponga los sistemas políticos» (. . .) «y, más todavía, porque la técnica se halla en su juventud» (. . .) «suele calumniarse a la Tecnología por defectos y errores involuntarios, propios de juventud; no se olvide que es muy joven, no tiene más de cientocincuenta años, ella sola los corregirá; son problemas tecnológicos y muchas veces causados por quienes se oponen a la Tecnología» (. . .) «Debe uno preguntarse si la contemporaneidad es la medida de las actividades del hombre actual o si la actitud determinante es el Pensar Ocioso o el Poetiza Naturalista» (. . .) «En el terreno de los conocimientos actuales, pesimismo u optimismo . . . son posturas que duran poco Se teme por el futuro humano, por el planeta; pero, porque ese pensamiento corresponde a otra época, a un futurible del pasado»

En el reportaje, Heidegger subrayaba: «Leibniz, al desarrollar la Física Moderna, terminó con la Filosofía. La Filosofía carece de eficacia semejante. Su papel fue asumido por las Ciencias, y aún no se comprende» (. . .«La Cibernética suplanta a la Filosofía; ahora sólo es posible interrogar en tales términos y desde una perspectiva nueva» (. . .«Solamente una nueva cultura, en la que participe el goce del conocimiento evolutivo, desentrañará la Esencia Tecnológica» (. . .) «y los filósofos, excepto los que pregunten con un nuevo Pensamiento, otro Pensamiento, perjudican a la Evolución y al Ser» (. . .) «Este Pensamiento tendrá que discernir o cuestionarse el mundo en su totalidad, recusando a la Filosofía que, inspirada por la tradición pre-tecnológica, fundamentó a las ya inservibles interpretaciones de la naturaleza».(10)

Ese Pensamiento anima la obra de Eduardo Ferreyra, la que no se reduce al mentís de las perfecciones del ecologismo; vindica –con indiscutibles testimonios- a la Técnica denigrada, a la energía nuclear y a cuanto innova y naturalmente . . . repugna a «los trasnochados guitarreros de pulpería», al «naturalismo confitero», como dicen apodaba Clemente Onelli a los precursores de Greenpeace, La Red, Die Grünen, María Julia, etc.

. . . Tiempos de (ancestrales) payadores de Santa Ecología –juzguen por los apodos en broma – «vagos y malentretenidos con las frituras del sartén académico», «unos silvestres de París y Londres» (11)en la época de Onelli el ecoterrorismo usaba chiripá (pañales) y un peón golondrina no hace verano(12)

Contemporáneo de Ferreyra, los ecoterroristas (más de medio centenar de organizaciones y, desde 1971, casi 6 mil atentados) aguardan un apodo diferente al de cretinos; no lo encuentro para el australiano Grupo de los Seis, tampoco para los alemanes Werzoogruppe (WZG), Animales Sagrados, el ala fundamentalista del Movimiento Ecológico alemán (DEM), el sofisticadísimo y militar Ulaike Meinhof-Puig Antich, los ingleses Animal Liberation Front (ALF) –que realiza operativos por toda Europa- Reina Victoria, Amigos de la Tierra, Free Animals y Ecol, los franceses Nature y Frente Verdirrojo (partido donde confluyen los ecologistas, la izquierda radical, el neomaoísmo y los anarquistas de Acción Directa Libre Francia), el austríaco Spartakustier, los italianos Intifada Animale y, más recientemente, Lupi Grigi, Eco-Acra, los Escalones de Comba-te de la Nueva Intifada Animal Italiana (IAI-Z), Vigia-E, Guerra Mundial Ecológica (GME) y Sirius, los norteamericanos Animales Angélicos, Eco-Space-O, Hermanas Ballenas, Movimiento de Liberación de los Simios, Guardianes de la Era Acuariana, Naturalwar, Guerreros del Paraíso, The Community Actio Movement (MOVE), y Water Underground, los españoles Organización Madre Tierra Geoeko, el madrileño Grupo de Acción Directa Ecologista de España (GADE), el Catalán Merde en la Montagna, el vascuence Brazo Ecológico Armado (rama de la ETA) . . . ¡Suma y sigue! El listado ha de justificarse porque el ecoterrorismo es lo único serio que posee la ecología.

En lo demás, ¡no tiene seriedad pa´ nada! (Véanse los respectivos apéndices del prólogo)

IV

«En este mundo traidor, nada es verdad ni mentira;
todo es según el color del cristal conque se mira»

Anónimo

Brujas y sinarquías «no existen»; y las apariciones de la Internacional Verde –un apodo sinárquico que el ecologismo adoptara- por el cambiante colorido de su paleta hegemónica (aquel viejo truco del camaleón), permiten ver a los siete brazos y nunca a la hidra.

Es que las ocasionales coloraciones del espectro político (caso el sistema rojo), al añadir tintes terroristas a la figura, presagian un oscuro cuadro; apresuramos la claridad y, daltonismo cinético, pintó la metáfora del ecólogo y la sandía («Verde la cáscara, y por dentro muy roja»): ¡Era al revés!; similar, acaso, a un venenoso fruto de las brujas del bosque de Greenpeace (las de engañeras casitas de chocolate dietético, dulceleche de soja y juguitos de arroz integral).

El color advierte de las costumbres del instrumento, de sus objetivos inmediatos y oportunas circunstancias. Refleja lo que el Espionaje conoce como «historia en la historia» (13) y, lides de conjunto, lo Militar denomina «maniobra de diversión». (14)

Y ahí, en la prueba segura, las lucubraciones se llaman chascos.

No hay mejor escondite que lo obvio.

El ecologismo es su ideología. «Allí está la madre del borrego»; los colores (de izquierda, o del Primermundo) sólo son «la luzmala del campo» y «bultos que se menean«.

Teocrático, fundamentalista y colonial, el ecologismo incluso enmascara a su trono con los colorinches de las paredes de los squatters (Modelo María Soledad Rosas, Edo Massari) y okupas españoles y criollos (en Córdoba, Grupo Nahuel Pam; en Rosario, tribus del CKI o Centro Kultural Independiente, en La Plata, Komunidad Eko-Akracia, etc.)

Les confieso que, desde mis primeras «contraecológicas», publicadas en el diario rosarino La Capital (1978), yo me distraje con el tentáculo zurdo de la Ecología. Expuse –en diez o doce artículos- cuantiosa documentación, generalmente cables de las agencias de prensa recibidos por las redacciones donde anduve y que, considerados «caza de brujas», iban a parar al cesto ecológico (y luego a mi archivo). Con ese material, irrefutable, insistí con que al Gran Bonete se le ha perdido un pajarito y dice que el Rojo lo tiene, y lo publiqué en cuanta revista y diario pude.15 Naturalmente, también me opuse al mito de la «extinción de animales causada por el hombre», escribí de las bacterias que manducan hidrocarburos y para las cuales un derrame petrolero es pan comido, expliqué las verdaderas razones fúnebres de la mayoría de cetáceos, pandas, elefantes, tigres, etc. (y la prosperidad de ratas, coyotes, cucarachas, pulgas, hormigas, etc., y la de hongos, virus y otras miniaturas juveniles) e, inevitable en mí, me ocupé del ángulo filosófico de la Ecología y su cosmovisión decadente, lúgubre, rechazada por el sentido común, el Orden Natural, el Ser . . . Pero, cada vez más preocupado por la coloratura, volví al tema: «Era» Roja, ¡y de los bolches militantes!

En aquel entonces, para colmo, -en una librería de reventa- unos volúmenes que, por el origen de los cristales, se descartan las ilusiones ópticas y la distorsión («rayaduras de facho»), a saber: en dos tomos, Trofim Lyssenko, biografía y escritos(Obras completas), Editorial Claridad, 1947); y un librito, Ecología y Revolución, Nueva Visión, Colección Fichas, No 45, 1975, (red. castellana de «Ecologie et Revolution», L´Obs, 1972), con los discursos pronunciados en el IIIer Congreso Internacional Ecológico –entre los oradores, Marcuse– ante 1200 delegados de la verdura ecuménica auspiciado por, y en la sede del Club del Nouvel Observateur, París, 15 de Junio de 1972.

. . . Y leí a ese muchacho Lyssenko«Genial Institución Viviente y la Mayor Gloria de todas las Ciencias Universales» (José Stalin, sic), «Camarada Biólogo y uno de los forjadores de la Ecología en la Unión de las Repúblicas Soviéticas» (Iura V. Szicov, sic), citas prologolares transcribo, mas, no leí en la biografía que Lyssenko fuese responsable de la Siberia de Zhores Medvedev y otros sesenta científicos, opositores de las verdes teorías (aquí rojas y obligadas). Alguien dirá que en la época de mi lectura, Stalin «nunca había gobernado la URSS, ni existió nadie con ese pseudónimo», bien, no obstante Lyssenko continuaba vigente, más aún, de moda, y estos dos cables lo confirman: TASS, 1-8-75: «El actual presidente de la Academia de Biología de la Unión Soviética, Ing. GenetBoris Parvasia, dijo: Trofim Lyssenko recalcaba que la ideología debe ocupar un campo donde ninguna tesis la refute, el de la Ciencia, y para ello la Ecología cumple un papel invalorable, primordial. La Ecología puede movilizar a las masas con un incuestionable planteo, el de la defensa ambiental o los animales»; TASS, 6-3-78: «El delegado legislativo de las juventudes de la URSS, Boris Dimitri Krapatin, en un artículo publicado ayer en Pravda expresó: El sistema ecologista, manteniendo el subdesarrollo de las naciones atrasadas, favorece las condiciones necesarias para la Revolución Mundial . . .« (sic). Seis años después, como para completar –en un debate que mantuve por radio con el ecologista Antonio Elio Brailosky, ganador del premio Coca-Cola (ya legal en la URSS)- el escritor Marcelo Moreno acotaría: «Sí, objetivamente, los ecologistas sirven a la política de la Unión Soviética para infiltrarse en Europa . . . ¿no?; digo . . . sin querer parecerme a monseñor Medina. Los ecologistas y los pacifistas son unos señores que están en contra de que los norteamericanos pongan cabezas nucleares apuntando a Rusia, pero no les importan los cohetes de la URSS apuntando a Francia . . . Objetivamente, laburan, por así decirlo, amistosamente, laburan para los Rojos. . . ¡y son muy simpáticos!, desde luego, muy simpáticos, pero mucho más simpáticos para los sucesores de Stalin que para nosotros» (16); dándole razón, unos días antes, cinco diputados del Partido Verde Alemán (Die Grünen) fueron procesados por espionaje a favor de la Unión Soviética(17)

Y leí Ecología y Revolución; acá van algunos ejemplitos de estos muchachos tan ejemplares: Los disertantes «no tardaron en rechazar la solución tecnológica para los problemas de contaminación y ambiente» y «buscar en el socialismo radical la verdadera dimensión de la revolución ecológica« (Comentario de Michel Bosquet, de L´Obs).

«La dialéctica política obliga a utilizar disfraces, pero a los comunistas se nos reconoce por sus objetivos» (frag. del sociólogo francés Edgar Morin, asesor del Partido Ecologista Belga);

«La Ecología, por los parámetros que introduce, es una disciplina profundamente subversiva« (frag. del líder de los Verdes franceses, Philippe Saint-Mare, autor del libro Socializar la Naturaleza);

«La falta de un modelo socialista, es decir, el fracaso de las experiencias comunistas actuales, no es en absoluto un obstáculo, puesto que el objetivo fijado depende esencialmente de la originalidad de las luchas que se emprendan, y la Ecología es original e insospechada , invicta», «no es necesario citar a Lenín, sino ecologizar«, «disponemos aquí de un medio de acción, de movilización, de la solidaridad de los intelectuales alrededor de un proyecto colectivo, la Ecología, que no puede dejar de ser socialista« (frags. del líder Edward Goldsmith, uno de los dirigentes de Greenpeace, Paz Verde, y co fundador de Earthwatch, Vigilancia de la Tierra, caretas de la Green Monitoring International, la Internacional Verde de Monitoreo);

«Destaco un apotegma del ecólogo francés Michel Serres: La cuestión reside en dominar el dominio, no a la naturaleza» (Edouard Maire, líder del ecologismo francés).

Por último, la estrella invitada –estrella roja- y, de a ratos, filósofo: «Las naciones no-marxis-tas son medio ambiente no contaminado» y alentó: «no se trata de purificar la sociedad , sino de reemplazarla», «la Ecología desemboca necesariamente en un combate militante por una política socialista« (Herbert Marcuse) (!) (cfr, op. cit).

Roja «fue» en aquel tiempo la Ecología. En la revista Primera Plana (No 4, 13 al 26/5/93) titulé un artículo mío: «Verde era la Ciencia, y el burro se la comió«. Y no lograba desasnarme. De pronto me cerraba por qué Rudi Dutschke, el de las barricadas de París del ´68, el Rojo Rudi, expulsado de Gran Bretaña en 1971 y de Noruega en 1978 por considerárselo espía de la KGB y difusor del neostalinismo, ganó una banca como diputado de Die Grünen en 1980; él mismo lo explicaría: «Las banderas del ecologismo resultan más atrayentes y un modo de reclutar adherentes entre los jóvenes a quienes el comunismo a secas dejó de interesar». (18)

Me cerraba que dos diputados de Die Grünen, Frau Krista Nickels y Herr Julius Krizsan, por invitación de las Madres de Plaza de Mayo (19), pronunciaran una conferencia (Sala A-B, Centro Cultural Gral. San Martín, Bs. As., viernes 2 de marzo de 1984), Ecologismo y Libertad, «pues los Verdes tienen mala prensa, para nada son terroristas y esas cosas las aclararemos ahora» (anunció el anfitrión y mutante –de Henry Miller a ecolojoso- Miguel Grinberg) y «porque estas declaraciones corregirán rumores y terminarán con las calumnias» (Ibidem), ¿cuáles?, bueno, «la relación con el Partido Comunista no nos orienta hacia Moscú»«trabajamos en común con el PC, pero por la Paz», y «no hay que caer en ideologías lisas, ni en el peligro de un anticomunismo llano» (Nickels), «previamente era social demócrata», «¿qué nos une al terrorismo?, los legisladores de Die Grünen no contestamos preguntas reaccionarias«, «mantenemos con el PC una política de buena vecindad, sin encerrarnos»(Krizsan) (20). A mí me cerraba Roja . . .

. . . Y cerré, al fin, cansado, los ojos. Quizás en el Informador Público, en 1987, cuando el Gallego Iglesias» 21, rompiéndome una nota, me informó«La Ecología no es, no es comunista, ¿entendido?», como pedirme: Sea, Ud. un prematuro Homero, un Borges. Debí replicar, a lo Unamuno: «En mi hambre mando yo». Por tener tacto, uno come en la ceguera, Compensación: Casi se hizo tangible la Ideología ecológica.

. . . Una Ideología, suya y sinárquica, cuyos intereses y/o maneras y/o aparatos son «lo que hay en el tablero»: los imperiales del capitalismo (incluyendo la New Age, la post-modernidad Verde Fluorescente y los acuarianos de la secta Brother Phillip) y del comunismo (ortodoxos, prochinos, neoizquierdas europeas, norteamericanas, rusas y, versión criolla, MTP y Quebracho y además de progres y «estúpidos útiles»), aparte de los anarquistas (clásicos, tipo okupa, «esotéricos» del partido Humanista (22), etc.);¡el mismísimo arcoiris!

. . . Ideología que los ecólogos niegan rotundamente, aún quienes reconocen un cierto existir de brujas del ecoterrorismo («pecado venial», se deduce). ¿Por qué? Lástima que no respondan a preguntas reaccionarias. . .

Quince años atrás, la revista El Porteño me entrevistó (23). Publicado el reportaje, previa traducción, fue remitido a la entonces República Federal de Alemania, para que Die Grünen contradijesen mi parlamento. En Bremen, a 14.000 kilómetros de donde yo vivía (17), imagino que el diputado Udo Rolf Gerdes meditó bastante su respuesta: «Enrique César Lerena de la Serna debe ser un hombre especial, con alcance intelectual que parece amplio; por esta razón suponemos que su opinión respecto a ecología y conservación del ambiente surge de la interpretación propia, aunque las fuentes de su euforia mental no necesariamente deban ser ciertas. Puede ser verdad que la Ecología sea utilizada por ciertos partidos políticos, adecuadamente comprometidos, en forma egoísta y a veces bien disimulada, para alcanzar determinadas metas económicas, pero, ¿esto no forma parte de los seres humanos? Cada partido tiene su bandera, recluta adherentes gracias a slogans promisorios, les cuenta algo en tono más o menos patético, les graba en la memoria imágenes alarmantes de ´los otros´ . Y los estrategas partidarios responsables, por puro instinto de conservación y para estar seguros de sí mismos, siguen aferrados a la meta fijada, y suele ocurrir con cierta frecuencia que asciendan hasta el fanatismo y el terrorismo. Esto puede dar origen a dictaduras y represión»(. . .) El hecho de que Lerena de la Serna presente los pensamientos de esta manera, constituye un peligro para la tarea positiva y totalmente desprendida de toda ideología de dar solución a los problemas tan candentes del medio ambiente. En ese sentido tiene también razón en condenar y caracterizar como fanáticos y terroristas a aquellos que extorsio-nan, amenazan, saquean y destruyen para resolver esos problemas. Pero opino que él NO tiene razón al decir que la Ecología es una Ideología. NO LA Ecología que defendemos nosotros, porque no seguimos una bandera y no necesitamos de ningún color como característica externa. Y si él considera que, por ejemplo, las ballenas ´son animales crepusculares, acabados´, puede ser que tenga razón, pero es irrazonable atribuirnos una Ideología por exponer la técnica cada vez más sofisticada de matanza y elaboración. También se podría calcular alguna vez, ya que él los hace con las ballenas, cuántos arenques por día son ingeridos por el hombre, de qué manera, en parte indiscriminada, día a día los mares del mundo son rastreados para el almuerzo del hombre».

Los Mitos y Fraudes que desarticula Eduardo Ferreyra en su obra no proceden, como las patrañas y camelos andaluces, del gusto de encantar y entretener. Divertir e Ideología solamente se juntan con intenciones coloniales y designios de esclavitud.(24)

V

«La Ecología confunde la realidad de su discurso
con la realidad del planeta . . .

Konrad Lorenz, Premio Nobel

Evolución es tomar lo viejo para hacer lo nuevo.
La Ecología sustenta una tesis antievolucionista,
sin interés científico de ninguna clase . . .

Francois Jacob, Premio Nobel

Este libro se caracteriza por el hecho de sumarnos a la Epopeya del autor: estudio heroico, incontrovertible, admirable. Prologarle ha sido anticipar la conducta de lectores que, con sus acotaciones y testimonios, tercian en una batalla de oposición moral (25), pues litigamos la hombradía y no por la sutil inmortalidad del cangrejo.

«El medio es el mensaje» (26) . El del libro, botellita que se lanza al mar de televisores plagados de sirenas ecológicas –y cuyos Ulises, navegantes de Internet, leen muy poco (27) – depende de la Fortuna; mas, el mensaje es la botella (28), otras noticias, el Camino del medio (29), (Ni el «medio ambiente» de los discursos, ni el consumismo fútil).

La obra de Alain de Benoist (30), único precedente del libro de Ferreyra, nunca fue traducido al castellano y trata –como mis columnas o las de escasísimos autores (31) – del aspecto sociológico, la «biología», la cosmovisión y las necedades ecológicas en general. Nadie se había atrevido, hasta Eduardo Ferreyra, a meterse con los grandes cucos ecologeros: «El Agujero de Ozono», «el Efecto Invernadero» (aumento de la temperatura global, o disminución depende de la frialdad de la audiencia o de los ardores del disertante), «las lluvias ácidas«, la tala de bosques, los colorantes y productos «cancerígenos», el DDT, los residuos atómicos . . .

¿. . . Y la Naranja Bilz, Bidú, el turrón turco y los pirulines, los caramelos Media Hora –cancerígenos-, el Xencu, las figuritas Po-Pó, el Meccano, el proyector de cine Hollywood, la muñeca Linda Miranda «que camina, mira y anda» –causa cáncer-, y CASI, el «suspensor del Hombre Libre» . . ? ¡La Ecología es una religión insaciable! ¡Un Culto a los ídolos rentables de la Escamoteada Estadística! No cuentan, por ejemplo, que el oso polar, tres veces más cazado que la foca, no está en extinción, y la foca sí; o que los lobos mueren, en un 85%, por peleas internas de la jauría, y agréguense los fallecidos por accidentes, enfermedades, parásitos, alimentación incorrecta, clima, etc., y sólo un 6% a causa de cazadores.

¡A las ratas ni siquiera se las pudo exterminar con explosiones nucleares! Cito: «Esa fue la impresión que tuvimos en Mururoa; las ratas grises (Rattus norvegicus), no solamente resistieron las pruebas atómicas francesas, sino que estaban tranquilas y de buen ánimo. Triplicaron su resistencia a las radiaciones, duplicó su fecundidad y, notoriamente, su inteligencia» (32); y cito: «Luego de la práctica nuclear sobre el atolón de Eniwetok, observamos que las ratas sobrevivientes al estallido no presentaban signos de hallarse afectadas por las radiaciones; tampoco la descendencia mostró señales de alteración morfológica, psíquica ni conductal. Cabría pensar que, para ellas y sus vástagos, nada sucedió allí. Ni en los ejemplares, individualmente, ni en sus colonias, como emergente colectivo, no hallamos signo alguno de miedo o malformaciones derivativas». (33) Ningún comentario del ecologismo; tampoco del nacimiento de nuevas especies . . . porque fastidian al Apocalipsis ecologal.

Mitos y fraudes, y confundir adaptación con mutaciones (Mutación, del L. mutilus, del G. mytilos, mutilado); dice Jean-Baptiste Pier Antoine de Monet de Lamark«Las mutaciones son la antesala del crepúsculo», «las mutaciones, irreversibles, conducen fatalmente a la extinción de la especie que ha mutado en lugar de adaptarse», «las manos, convertidas en aletas, no vuelven a ser manos, y reinar en un período geológico acuático, tal el ejemplo de la ballena o de la foca, implica desaparecer en el próximo ciclo terrestre . . .» (34)

Resulta interesante oír a un científico que le acallaba ecologías al kamarado Lyssenko; escribe: «El hombre no mutó sus manos por el uso de herramientas; de lo contrario, como ocurre con muchas especies, habría personas con manos-martillo, manos-tenaza, bocas-pinzas, pies-ruedas».(35) Y revisemos al ya mitológico bolazo, el «caballito de batalla» de la Ecología:

«La Revolución Industrial, en 1885, a causa de los hollines depositados sobre los árboles, produjo un cambio de coloración –de blanco a negro- en los gusanos de seda. Este fenómeno se denomina en ecología; melanismo fabril y es una de las tantas mutaciones provocadas por el hombre, pues dicha mariposa se adapta a la técnica, o desaparece». (36)

Pues bien, disculpo que el ecologismo no leyera a Lamark –Haeckel jamás lo citó-, y que entre la bibliografía del ecólogo galopante de «caballito de batalla», anche unicornios y centauros no figure un cierto Engels, ni convenga; pero, muy distinto será conocer elementalidades de la Zoología y un poco de conducta de las especies . . . ¿O la omisión vende baratijas a caballito de la Ciencia? Sí, pues la variedad oscura del gusano de marras la registró Carl von Linneo con el nombre pictórico de Besten betularia spp, mariposa antiquísima, más que las chimeneas y la industria del taparrabo de mamut y las bikinis de Daphaenus (protocan). ¿Y entonces? Bueno, la subespecie blanca (Beston albalis) se redujo – sin desaparecer, ¿eh? – porque los pájaros insectívoros la detectaban fácilmente; a la inversa, la oscura – menos visible – impuso dominancia y, Ley Ethológica, «los animales de color negro rara vez son comidos, porque en el idioma de la Naturaleza lo negro significa venenoso, «aléjate de mí» .(37)

. . . Y paradojas de la Ecología:

Talaron miles de árboles para obtener el papel conque imprimir sus libros de protesta por la tala de bosques.

Contribuyeron a la formación de «mareas negras» para disponer del petróleo con que grabar sus filmes contra los derrames marinos de hidrocarburos.

Demandaron (como Santiago Oliver y los grupos ecologistas Foro Verde y Ala Plástica, de La Plata) que los jardines zoológicos se reemplazaran por videos documentales (El Día, 20/8/94; proyecto gestionado en Expediente Municipal 20346; e informe de guías voluntarios del zoo platense, octubre de 1996). Y no obstante que los videos son «cancerígenos», según la publicación ecologista española Integral (junio 1994).

Etcétera. Es decir, el atentado en mi casa de Escobar –murieron tres de mis perros y cinco gansos de estudio- el 11 de noviembre de 1983, porque días antes, por televisión, afirmé: «Ecologistas amigos, asesores del organismo llamado Cinturón Ecológico Area Metropolitana, Sociedad del Estado, CEAMSE, cortaron los vetustos viñedos de la zona de Florencio Varela, de 70 años, los del ´vino de la Costa´, para plantar sauces raquíticos encima de las ecológicas montañas de basura; eso sí, riegan a los ecológicos arbolitos de Navidad de la Ecología con arroyos destilados de los propios residuos y, ecológicamente, el afluente del pis de las ratas: reciclaje que le dicen; Ciencia» (38). La casual ausencia de mi domicilio tiroteado evitó el encuentro de contraofensiva, ¡una lástima! (In Memoriam de FranzFrida, Pilz y aves de paso de ganso).

Etcétera: Digo que en mi casa de City Bell hubo otros atentados (1992, 1993, 1995, 1997): Gatos y perros envenenados con estricnina y Paratión-cebo (Erna, bullterrier; Eva, bassethound. Murieron cuadripléjicos. Salvé a la pobre Lillie, akita inu, pero quedó epiléptica), o sacrificados a tiros de ecologistas cazadores (Tat, american pit bullterrier), o gatitos crucificados en los postes de teléfonos –rescaté algunos-; ¿paranoia materializada o paradoja ecologal? (39)

Enrique César Lerena de la Serna(*)
a 2000 metros de altura,
ante las cumbres de El Pelao,
Tafí del Valle, 1999


(*) Síntesis Biográfica

Enrique César Lerena de la Serna: llamado también con el pseudónimo de Jalí.

Nació en Buenos Aires, el 6 de noviembre de 1939. Su familia paterna dio cinco generaciones de veterinarios –veintisiete- y dos directores del zoológico de Buenos Aires: Tatarabuelo, bisabuelo, abuelo, tíos abuelos, padre, tíos, primos, hermano, sobrino. Tiene seis hijos.

Fue Oficial de Bomberos bonaerense –laureado con cuatro medallas Al Valor y diploma de Honor- e integró la Brigada de Explosivos de la Zona Norte.

Ex artista plástico (11 exposiciones individuales y casi 70 colectivas); ex humorista gráfico.

Filósofo, escritor, y actor de cine (Protagonista, co-protagonista y figura de reparto de los realizadores Lucas Demare, José Martínez Suárez, Jorge Pantano, Juan Antonio Serna, Ricardo Wullicher, Mario Lavín y Julio Iriarte, en once filmes); publicó más de 2500 ensayos y artículos en periódicos y revistas argentinas y extranjeras; autor del libro, con el cinólogo Sergio Grodsinsky, ¿Qué es un perro?, Ed. Libros Ethológicos, 1977. Dictó numerosas conferencias y seminarios.

Se doctoró en Ethología General, Tesis ad Magistra, en la Real y Pontificia Universidad de Salamanca, Valladolid, España, con dos estudios acerca del comportamiento de las aves de corral. Ha realizado una treintena de cursos cinológicos y posee título idóneo en Instrucción Canina. Son muy conocidos sus trabajos sobre gatos domésticos.

Profesor titular de las cátedras «Introducción a la Ethología», «Prehistoria e Historia del Perro», «Cinoethología» y «Ethología de los Animales de Laboratorio» (En la Escuela de Capacitación Profesional de la Asociación de Instructores Caninos, Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional de Buenos Aires, Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA – carrera de Bioterio- e inst. Proyecto 2001).

Rector de la Escuela de Capacitación Profesional de AIC.

Delegado de la Sociedad Ethológica Internacional.

Ex vicepresidente de la Asociación de Instructores Caninos de la República Argentina (AIC)

Miembro Honorario de la Fundación Argentina de Ecología Científica (FAEC).

Premio Hoja de Roble 1994; Premio Charif de Oro, a las Ciencias, 1998.

Reside en Tafí del Valle, pcia. de Tucumán, solo, junto a tres perros japoneses (Oseros de odate o akita inu).

REFERENCIAS

 

(1) cfr. Obras Completas; Ed. Tor, 1948.

(2) En Ethología, Biocrón es «el tiempo vital de cada especie», equivale a una pila o cuerda. Arthur Schoppenhauer, para referirse al por qué de las extinciones de animales, lo explica con la palabra Paleoweltschmerz. «Antiguo-dolor-cósmico». El biólogo francés Francois Jacob, premio Nobel rara vez citado, escribió esta contrecológica: «La desaparición de una especie proviene de ella misma, las llamadas influencias y factores externos, en realidad resultan la respuesta a una actitud interior: el fin de su biocrón, del ciclo específico que se ha cumplido». (cfr. Ethobiología, Ed. UT, 1977).

(3) Relaciones Naturales; Ed. Lumen, 1952.

(4) Ethología: «ciencia que estudia la conducta animal», posee más de un siglo de existencia y sus aseveraciones parten del fenómeno comprobado, repetible, aplicable o no, a otras especies. La palabra proviene del griego éethos, «comportamiento, costumbre, conducta, carácter, índole, singularidad, modalidad, propiedad», y del griego lógos, «palabra, razón, signo, estudio, tratado, consecuencia». Debe escribirse con «th«, aún en castellano, para diferenciarlo de Etología: «rama de la Geografía que se ocupa de los comportamientos planetarios en cada una de las cuatro estaciones»: el vocablo viene del griego etos, «el año» (cfrs. Diccionario Español Etimológico del Siglo XX, Félix Díez Mateo, Grijelmo Impr. y Artes Graf., 1971; ref. Diccionario Etimológico Castellano, Benot, Benot Ed., 1973). Distínguese los términos ethología y Etología con el uso de la letra compuesta «th» y simple, respectivamente, por ser las raíces griegas «éethos» y «etos» distintas en significado. la una, atañe al comportamiento animal, y la otra, al del año en sus estaciones planetarias». (cfr. Minuta de Comunicación No MVII, Reiterados y Correcciones, Real Academia Española de la Lengua, abril, 1985).

(5) Académico Diccionario Español Etimológico del Siglo XX. Félix Díez Mateo; Grijelmo Impresiones y Artes Gráficas, 1971).

(6) Apuntes; Vives y Romero, Impresora, 1972.

(7) La «científica» frase pertenece a Nicolás García Uriburu y fue pronunciada en Dusseldorf, Alemania, ante Carl Mainz Boni, a la sazón máximo dirigente de Die Grünen, el partido Verde alemán, quien aprobó el «axioma» con un aplauso. (cfr. ANSA y REUTER, 16-10-81).

(8) Psychologie und Alchemie: Steiner Verlager, 1943.

(9) La Cuestión de la Técnica; imp. Universidad de Salamanca, red. 1977.

(10) cfr. y anteriores, cit., revista Der Spiegel, 26-Sept-1966.

(11) del Libro «Desventuras de nuestros sabios naturalistas«, Luis María M. Rojas Torres, Casa Ed. Fray Mocho, 1927.

(12) La revista Caras y Caretas, mayo de 1931, narra la detención de «Ugo Vinci Colella, italiano, ´peón golondrina´ de ideas anarquistas» (. . .) «sujeto al que se conchabó para levantar la cosecha y acabó incendiando el campo del Sr. Anzorena por mala diversión y pura herejía» (sic)

(13) Dícese de la (falsa) historia que se relata para encubrir la (verdadera) historia. Con el fin de evitar la desconfianza de los interrogadores, el detenido, por ej. un espía, se adjudica un hecho vergonzante vg., el intento de violación homosexual de menores, «causa de su presencia en zona militar».

(14) Operación móvil, de aparente ofensiva o repliegue, de un regimiento o unidad significante, para que el enemigo no advierta las reales intenciones del cuerpo o los cuerpos de ejército en campaña. En la actualidad, sólo el mundo castrense usa el vocablo Divertir acorde correcta etimología, pues su significado es «apartar, desviar, confundir, partir, dividir, escindir», y esta voz, de donde la palabra «divertido», del L. divertodividido, de di, privativo, y verto, forma, es la contraria de entretenido, tener entre, algo así como entretejerse. Hoy, en especial los jóvenes, solamente catalogan las circunstancias y conductas en «divertidas» y «aburridas». No saben que aburrido viene del latín ab borrere, «tener horror a sí mismo». He oído que las personas «se divierten» con las cosas más increíbles: «Vi una canasta lo más divertida», «el casamiento estuvo divertidísimo» y ¡superior!, «la misa fue muy divertida, sobre todo el sermón» (sic). Y no creo que a algunos «divertidos» les guste recordar, invitados a «divertirse» en una fiesta de ingleses, que divertido en inglés se dice «gay«.

(15) Tato Bores puntualizaba: «Poder, se puede; pero no te dejan». Los dueños de las editoriales, los directores de los medios, los jefes de redacción o de página las agencias de publicidad, los clientes de los avisos. . . Por ejemplo, una llamada telefónica de alguien importante de Vida Silvestre al Sr. Director del periódico, o de Greenpeace a la mujer a cargo de las propagandas de una revista, ¡y listo!, de Ecología no me escribe más, de animales tampoco, por si las moscas. O, ¡qué interesante! ¿Así que vos sos ethólogo y, me contaron, estás contra los ecologistas? Traeme, traeme algo que te lo publico. . .» Lo pintoresco, lo interesante, se convierte en muy serio, no es divertido; yo pensaba que no eran notas científicas, ¡imposible de publicar, ni gratis! O a la segunda o tercera colaboración me echaban del diario; con excepciones, pagos en negro o, «aquí los columnistas no cobran».

(16) Programa. «Sueño de una Noche de Belgrano», conducido por Martín Caparrós y Jorge Dorio, controversia de 4 horas, por Radio Belgrano el 13 de Agosto del 84. El material, desgrabado, se seleccionó –de conformidad de las partes- y fue reproducido en el semanario Primera Plana, Nos. 71, 72 y 73 (ib. 7/9/84, 14/9/84 y 21/9/84). Destaco que en el área del Comfer nunca se había litigado vs. el incuestionable ecologismo, pues, «por órdenes de arriba . . .» suspendieron la emisión del debate entre quien aquí escribe y el director de las revistas Eco Contemporáneo y MutantiaMiguel Grinberg, célebre «naturalista de ciudad» (El programa silenciado era Apelación Pública, Canal 11 TV, junio de 1982); pero, como Sueño de una Noche de Belgrano llevaba dos horas «en el aire», alguien de «los de arriba» determinó convertir la polémica en un «juicio popular», que los oyentes votaran por teléfono y, previsible democracia, se convino: «La Ecología debe resultar ganadora, porque es lo sensato» (sic); los panelistas Marcelo Moreno y Michel Ghijs serían testigos del fraude).

(17) Escuchado en un noticiero radial, insegura fuente, mas, a la simple mención (en el debate con Brailosky), Jorge Dorio ratificó: «Sí, es verdad, lo leí en el Time. . .» (sic). Caparrós murmuraría: «Una cosa así no inventa un medio confiable como Time . . .»Brailosky asintió, igual ganaba el juicio (cfr. Radio Belgrano y Primera Plana, cit. ant.).

(18) Reportaje en el periódico alemán Das Rote, 2ª quincena de Septiembre de 1980.

(19) Ignoro si la invitación comprendía el pago de pasajes, hotel y almuerzos en La Estancia, ¡qué digo!, en el restaurante La Verdurita. A la conferencia de Die Grünen asistieron el Dr. Alberto Enrique Kattan, del Taller de Ecología de la UCR (Dixit: «Entendemos que las instalaciones nucleares son un pacto con el Diablo», «deseamos que sean suprimidas», «esas instalaciones bélicas encubiertas. Muy aplaudido), dos enviados de la Comisión Nacional de Energía Atómica, J. Martínez Favini, gerente de Asuntos Jurídicos, y el Ing. E. Palacios (Discursó: «Nosotros no vinimos a destruir esta reunión, sino a compartir el pensamiento». Aplausos), en fin, quince agrupaciones verdilocales y representando a la minoría absoluta, un burro, yo (cfr. Primera Plana 46 y 48, 16/3/84 y 30/3/ 84), «individuo con un pensamiento bastante cuadriculado» (según redondease Miguel Grinberg que, página comprada, publicó la réplica: Primera Plana, No 52, 27/4/84 y ss.).

(20) En Primera Plana, 46 y 48, ant. cit.

(21) Jesús Iglesias Rouco. Lo soporté dos años.

(22) Liderado por Mario Rodríguez Cobo, (a) Silo, (a) Rama, (a) Juan Carlos Escobar, (a) archivero Massein, (a) van Doren, (a) El Maestro, (a) El Negro. El Siloísmo, «gurdjieffiano, anarquista y ecologista», también usó muchos nombres: Grupo Cronos, El Lugar («Los Picapiedras»), Poder Joven, La Comunidad, La Familia y Partido Humanista (aliado con el partido Comunista en el FRAL). Hace tres décadas, en los montes de Tigre, veinte militantes de Cronos fueron detenidos, con armas, y procesados por actividades subversivas (intervino el entonces comisario Víctor Pedro Dengra, de la Guardia de Seguridad de Islas bonaerense, y se los condenó en el Juzgado de San Isidro, sin ninguna divulgación). Entre 1967 y 1970, Cronos desarrolló «expediciones formativas» a retiros en Tigre, Pilar, Capilla del Señor, Zárate, y Punta Vacas (Mendoza). Silo reivindica «el nuevo espíritu libertario y solidario que puede encontrarse en el joven guerrillero» (cfr. Manual del Poder Joven, M. van Doren, 1971).

(23) La Patria Masoquista o el Reino EcológicoBeatriz Muicey, mensuario El Porteño, No. 29, mayo de 1984.

(24) Escobar, pcia. de Buenosaires (1978-1988); en la zona de campo.

(25) «Moral»: adj.; que no cae bajo la jurisdicción de los sentidos, por pertenecer a la apreciación del entendimiento o de la conciencia; ciencia que trata de la bondad o malicia de las acciones humanas; del L. mos, comportamiento» (op. ant. cit., Diéz Matéo).

(25) Contraexplosión, Marshall MacLuhan, Ed. Pleamar, 1969.

(26) El informe conjunto de Evaluación de Calidad Educativa del Min. de Educación de la Rep. Argentina, la Secretaría de Educación de la MCBA, la Asoc. de Editores de Libros de Texto y la Asoc. de Editores y Libreros de Obras de Ciencias, realizado en 1995 (no hubo posteriores), demuestra que la Argentina prefiere divertirse: «0,7 libros anuales , incluidos los textos de estudio y diccionarios». Pero no es todo: «El 69% de los lectores no puede interpretar un texto informativo». Y más todavía: «El 49% es incapaz de identificar el sentido de un texto». Y aún más: «Solamente el 21% de los lectores retiene, sin agregados ni supresión parcial, un texto y, después de una año, sólo el 17,5% memoriza lo leído» (sic!)

(27) El vocablo botella socorre al remitente, pues atañe a la curiosidad (más efectiva que la solidaridad y comprensión humana); botella proviene del L. buttis, cuyo significado dice a quién se dirige. «el otro«. La palabra reconoce una segunda raíz etimológica, del verbo botar. «arrojar algo al agua, para que flote y navegue», del Ant. alto Alem., bozan., «impulsar con ánimo de avante» (op. ant. cit., Díez Matéo).

(28) «El que equilibra la fuerza de los costados», atinaba Buda. La mediocridad recurre a los bordes, paradojal y excéntricamente.

(29) La ilussion naturaliste, Ed. del autor, 1973.

(30) El sociólogo y tajante escritor Rodolfo Enrique Fogwill (cfr. El aire, ese recienvenido, artículo en la revista médica La mañana del Hospital, No. 13, Ed. Galanternic Comunicaciones y Laboratorio Promeco, abril de 1984, y Ecologema, Ecoretórica, Economía, nota en el semanario Primera Plana, No. 62, 6/7/84, y la ensayista Haydée Breslav (cfr. La Falacia Ecológica, artículo en el mensuario El Porteño, marzo de 1984).

(31) Rat´s Ethology, Oswald G. Mansfeld, New Link Co., 1977)

(32) Ethological Mystery, David Drumond, The Lanterns, 1969.

(33) Filosofie Zoologique, red. J. Monblac, 1906.

(34) El Papel del trabajo en la Evolución de los hombres, tomo II, La adaptación de las especiesFriedrich Engels, Ed. Claridad, 1944.

(35) Introduction to Ecology, Roel R. Williams, Natural Life Publ., 1975.

(36) El lenguaje de los animales, J. Munro Fox, Editora Hijos de Luis Rey, 1981.

(37) Programa Video Show, Canal 11 TV, reportaje del periodista Palacios Hardy (Hoy fallecido)

(38) Diversos atentados contra un ethólogo, diario Crónica, ed. de la mañana, 14/11/93; El Dr. Lerena de la Serna sufre nuevos atentados, revista Cans & Cat´s, anuario No. 6 y mensuario No. 6, diciembre 1994 y enero 1995; ¿En nombre de la Ecología?, trimensuario Jardines y Mascotas, Uruguay, febrero de 1995, Vida de perros, bimensuario Perros de acción, No. 5, febrero –marzo 1996.

 

 

Dr. Enrique C. Lerena de Serna, Ethólogo, Dr. Honoris Causa Instituto Max Planck, Alemania, 14 páginas): En su ensayo «Un Realismo Virtual Llamado Ecología», el famoso ethólogo argentino Lerena de la Serna nos introduce en los antecedentes de la ecología, Haeckel y Lysenko, y el fraude científico como principio básico de las alertas y denuncias ecologistas. La fina ironía y el tono cáustico de sus aprecia-ciones son una rara delicia literaria.

Apéndice 1 - Breve catálogo de disparates ecologistas

Ya sabemos que el orbe prístino «era verde fluorescente» como pizzería de suburbio. Hay una razón, ecológica, para «pintar de verde los ríos: se hace en defensa de las aguas» 1. Por falta de una Guía de Axiomas Ecolgéuticos, he aquí un brevísimo muestrario que servirá de ayuda a los lectores:

 

 

El Hombre

 

  • «El mundo tiene cáncer, y ese cáncer es el hombre» 2
  • «En el futuro sólo debe haber animales en el planeta; los hombres estamos de más» 3
  • «El oso tiene prioridad sobre el hombre, según el enfoque del ecologista y escritor Darío Paccino» 4
  • «El ideal es llegar a una suerte de Ballenocracia, con los seres humanos como servidumbre» 5
  • «Ojalá la llegada del tercer milenio encuentre una Tierra casi sin hombres y con abundantes animales y árboles frutales»6
  • «Solamente el hombre es culpable de la extinción de especies» 7
  • «El enemigo no sólo es el hombre, sino todas las actividades humanas»8

 

 

La Agricultura

 

  • «La agricultura es la causa fundamental de la extinción de especies vegetales» 9
  • «su difusión ha afectado y destruido especies animales» 10
  • «Cuando la humanidad se embarcó en la aventura agrícola hace 10 mil años, inició la matanza de la flora terrestre, que continúa hoy mediante el arado o los herbívoros domésticos»11
  • «La agricultura modifica perniciosamente los ecosistemas» 12
  • «Los canales de irrigación forman trampas mortales en los se ahogan pájaros, coyotes y serpientes» 13
  • «Debemos luchar contra los agricultores» 14
  • «Las mariposas fueron diezmadas en las áreas agrícolas de todo el mundo, notoriamente»15
  • «En Nueva Guinea, la agricultura costó las mariposas» 16
  • «Y los ingleses han perdido 1 de las 55 especies de mariposas, por culpa de los agricultores»17
  • «La agricultura exterminó a la mariposa azul inglesa» 18
  • «En Trinidad los agricultores eliminaron la mariposa Meliconius, ¡para siempre!, ¿qué harán ahora?» 19
  • Nadie hizo una lista de los animales extinguidos, hace miles de años, en los valles del Eufrates y el Tigris, ¡a causa de la agricultura!» 20
  • «Por culpa de la agricultura desapareció la civilización Khmer y Maya» 21
  • «Griegos y Romanos, mediante la agricultura y el pastoreo, crearon un desierto biológico en la cuenca mediterránea» 22
  • «Los israelíes creen que sus naranjales plantados en la arena no causan un desequilibrio ecológico, pues lo están causando y con repercusiones colosales» 23
  • «Habrá batalla. Combatiremos a los agricultores y ganaderos en el campo político» 24
  • «Se han elevado pedidos para entregar partes del Parque nacional Tsavo de Kenia a labradores sin tierras», «en Venezuela, más de 30 mil campesinos pobres ocupan parques nacionales y, con su agricultura, provocan el desequilibrio ecológico»; «negamos la llamada revolución tecnológica agrícola que aumenta la producción, en lugar de disminuir la población humana» 25
  • «La agricultura tecnocrática, con sus demoníacos experimentos de soja híbrida y maíz híbrido, por ejemplo, altera el equilibrio ecológico al pedir a la tierra más de lo razonable» 26
  • «También los abonos, incluso los naturales, exigen lo que no debe ser, pues por algo algunas tierras son pobres, tal vez como protección contra la explotación» 27
  • «En Australia los ecologistas controlan a los agricultores, para que siembren cuánto quieran sino lo que convenga» 28
  • «En Nueva Zelanda, para plantar, se talaron árboles y eso produjo la extinción del muérdago de Adams, un parásito arborícola»; en Swaziland, Sudáfrica, el cultivo del maíz desplazó a la margarita Kniphofia umbrina«; «al desecar pantanos, para convertirlos en tierras de cultivo, los ingleses extinguieron la mariposa cobriza y prácticamente desapareció el mosquito Visitant»; «las plantaciones de bananas, en el Ecuador, eliminaron la palmera Vuleito de Fidji»; cabe hablar de la destrucción por el arado» 29
  • «El desarrollo y difusión de la agricultura ha sido, y sigue siendo, una fuente destructiva más grave que la urbanización» 30
  • «Que no se are más la tierra» 31

 

 

La Ganadería

 

  • «La flora desaparece bajo las ovejas en Australia» 32
  • «La ganadería destruye las selvas, motivo principal del desmonte en el Amazonas y América Central»; «El pastoreo es un asalto a los ecosistemas»; «Un requisito sería la eliminación de todos los herbívoros domésticos» 33
  • «¿Por qué esta súbita urgencia de los latinoamericanos para emular a los tejanos? Las selvas se sacrifican para mantener el flujo de carnes destinadas a las hamburguesas» 34
  • «Las cabras, ganado vacuno, cerdos, perros y gatos están destruyendo la naturaleza.»; «que no se dediquen más praderas al pastoreo»; «que la locura ganadera se acabe, el pastoreo es un crimen» 35
  • «La pastura de ganado es una amenaza contra los vegetales del mundo» 36
  • «El ganado está exterminando a las margaritas»; «en las Baleares, las cabras devoran las peonías» 37
  • «Por qué las vacas deben comer la alfalfa?, ¿no es injusto?» 38
  • «El ganado es causante de desastres ecológicos» 39

 

 

Caza y Pesca

 

  • «Cazar y pescar son ofensas al ecologismo que se pagan con la muerte» 40
  • «Si se ponen en práctica los planes actuales para aprovechar el krill, se pondrá en peligro la vida de los pingüinos» 41(El lector recordará la derrota de Minode, empresa japonesa que se proponía faenar 48 mil pingüinos anuales [Existen más de 12 millones en nuestro país] para alimentación humana, elaboración de vitaminas, y curtiembre. La captura, aprobada por el Inst. Nac. de Investigaciones y Desarrollo Pesquero, y la Dirección de Pesca de la provincia de Santa Cruz, fue suspendida al desistir los industriales frente a las presiones de el representante de los pájaros-bobos: Juan Schroeder, con patrocinio del Dr. Alberto E. Kattan y del Dr. Luis R. Murga )42
  • «El derecho de las ballenas es histórico; nosotros somos usurpadores de este Derecho»43 «Celebramos haber hecho zozobrar al ballenero Sierra»44. (Dicho barco fue embestido intencionalmente por el rompehielos Sea Shepperd –de Greenpeace– en 1979, y dinamitado, un año después, en Lisboa 45. Ya en 1975, otro ballenero, el Cape Fisher, japonés, se enteraría que clase de «Paz Verde» otorga Greenpeace: lo cañoneó el Barbanegra, un bergantín ecológico, capitaneado por el alemán Albert Seidl .46

 

 

Alimentación

 

  • «Nos movilizamos en defensa de los cangrejos y langostas marinas, y en contra de las costumbres perversas de ingestión de carnes»47
  • «Debatimos si la ingestión de carnes –todas- responde o no a la concepción ecológica»48
  • «Un ecologista sólo come verduras y, por supuesto, ser vegetariano tampoco está bien, porque las plantas son seres y tiene derecho a la vida» 49
  • «La Comisión Promotora de Alimentos Ecológicos, COPRALEC, dedicada al estudio del sustento holístico que debe suplantar a las carnes y otras comidas de origen animal, como los huevos, la leche, los quesos, el yogur y la miel, sesionó ayer en Madrid. El delegado por Francia sostuvo: ´La miel es una especie de copro, y no incide en la vida de las abejas´; mientras que el representante por Alemania lo cuestionó: ´Se trata de leche de insectos, y comer miel nos transforma en ladrones de la comida de sus niños: es un pecado ecológico´. El próximo lunes el instituto discutirá el problema de la gelatina de pescado y los desequilibrios resultante de su consumo» 50
  • «Soy un indiscutible defensor del planeta y por lo tanto decido qué puede o no comer la humanidad» 51
  • «La población de Kenia, por el éxito de las medidas de salud pública y el fracaso intencional de los programas de planificación familiar, aumenta su tasa demográfica y lleva, con su necesidad de alimentación, al fin de las demás especies» 52
  • «La salud humana, los planes depredadores o la única manera de alimentar a tanta gente, y el aumento poblacional así causado, se traduce en la muerte de animales por las presiones expansivas» 53

 

 

Energía

 

  • «El carbón exterminará con sus gases a toda la humanidad en treinta años, o acaso antes» 54
  • «Los diques hidroeléctricos ocasionan efectos catastróficos en los ecosistemas»; «el endicamiento de ríos, para obtener energía eléctrica, origina desequilibrios ecológicos gravísimos» 55
  • «El dique hidroeléctrico Dickey Lincoln, en Maine, destruyó las flores amarillas del Albarraz» 56
  • «En 1970, el lago Nasser terminó con los cereales silvestres» 57
  • «Culpa de los diques electrificadores de la India se extinguió la hierba Hubbardia»58
  • «Ninguna excusa es válida para construir un dique» 59
  • «Gracias al pez culebra, que iba a peligrar con el funcionamiento del dique Tellico, en el estado de Tennessee, logramos parar la obra que estaba terminada en un 80%» 60
  • «El pez culebra se salvó y también la vegetación autóctona del valle» 61
  • «Al aprovechar la ley de Protección ambiental, los grupos ecológicos impidieron el tendido del oleoducto de Alaska» 62
  • «Los pingüinos antárticos están amenazados por las futuras operaciones mineras y petrolíferas, pero sólo la energía le interesa al hombre» 63
  • «A instancias de las organizaciones ecologistas y como protección ambiental y la vida de los animales, el gobierno de Alemania Occidental construirá dos gigantescos molinos de viento, para proporcionar energía sin recurrir a instalaciones nucleares y otras fuentes peligrosas. Los denominados Growian I y II, tendrán una altura de 100 m cada uno, con aspas de igual largo. La producción individual de los gigantes, con generadores que girarán a 1500 vueltas por minutos, se estima en 3 mil kilowatios-hora. Para conseguir los 1200 megawatios de una central nuclear media alemana, serían necesarios 400 de estos molinos. Nadie ha calculado qué sucedería si las aspas se desprenden durante una tormenta, ni que los apodados ´Polders del Emperador Guillermo Ecológico´ han de producir tanto ruido como para alejar a los pájaros y otros animales de la región» 64

 

 

Sanidad y Medicina

  • «Si uno vive ecológicamente no necesita medicinas» 65
  • «No curemos al hombre, él lo enferma todo» 66
  • «El crecimiento poblacional en Gabón, al curar la esterilidad humana y poner énfasis en la medicina, ha de desplazar al chimpancé»; «es menester una declinación compensatoria en el índice de nacimientos, recomendando la medicina natural, a fin de evitar la presión humana sobre los chimpancés africanos»; «y los gorilas», y «las flores del Gladiolo Dorado, en Sudáfrica», «y las mariposas» 67
  • «La medicina no consideró el aspecto ecológico al elevar los niveles de vida, pues las presiones demográficas son causa de extinción de otras especies» 68
  • «Se sacrifican especies inocentes para elaborar vacunas y realizar experimentos médicos» 69 (Es el caso del pleito ganado por los ecologistas al Laboratorio Merck, en 1978, el cual quiso importar 125 chimpancés de Sierra Leona, para pruebas de vacunación de Hepatitis B; pese a no haber riesgos, incluso la captura se realizaría sin armas, los tribunales –presionados por la televisión y manifestaciones callejeras- negaron el permiso . . . Un ecólatra, muy mono, señaló: «La enfermedad muy rara vez es fatal; que las poblaciones más grandes (o sea, la humana) resuelva sus problemas sin perturbar a las pequeñas (los chimpancés) 70

 

 

Urbanismo

  • «La urbanización en sí es extremadamente destructiva», «la construcción de casas y fábricas, carreteras y ferrocarriles exige la eliminación total o modificación drástica de los ecosistemas» 71
  • «En las ciudades del futuro los ecólogos deben coordinar los domicilios y el tránsito» 72 (Muy al modo stalinista y su ministerio de Ingeniería social; no en vano Trofim Lyssenko fue su ecólogo de cabecera
  • «La mariposa Plateada de Oregón sucumbe por la edificación de casas»; «la magnífica Atala Mairstreak, otra mariposa, está al borde del exterminio por la construcción de casas y hoteles»; las viviendas populares acabaron con las mariposas» 73
  • «Las mariposas se ven amenazadas por la expansión de ciudades, y recordemos que últimamente, en San Bruno, destinaron 300 millones de dólares al desarrollo habitacional» 74
  • «Los barrios obreros se levantan a costa del ecosistema» 75
  • «El gallito Attwater desapareció ante la expansión de Houston» 76
  • «El tránsito asusta a los peces» 77
  • «Los autos y camiones han disminuido a las aves» 78
  • «Los vehículos provocan daños y la extinción de especies»79
  • «Cuanta vez se pavimentó un camino fue en perjuicio de los animales y la flora» 80
  • «El pavimento destruye las especies», «pavimentar significa extinguir especies», «se llega al exterminio de grandes poblaciones animales mediante la pavimentación de sus hábitats», «las mariposas decrecen a causa de los caminos» 81 ; «Así, al trazar en 1980 la ruta de Woodside, se aniquiló a la mariposa Edith Manchada» 82
  • «Exhortamos a los gobiernos el suspender sus proyectos pavimentadores, pues acabarán con las mariposas!» 83 (Ray Bradbury? No, una nueva Ciencia Ficción; la Ecología.

 

 

De la Insectifilia al Zoocretinismo

  • «Si Lenín viviera sería vegetariano, integraría los grupos de ación directa del ecologismo, amaría los mosquitos, reclamaría por los derechos de las cucarachas, hormigas y ratones, se postraría ante las lechugas, defendería a las ballenas y a los bosques, dinamitaría con nosotros los diques, las rutas, los ferrocarriles, los aeropuertos, las centrales nucleares y proclamaría la liberación animal» 84 (Nota de E. Ferreyra: sabemos que Lenin fue un asesino confeso y un cretino como pocos; aún así, tenia la inteligencia suficiente como para saber que, de hacer todo lo que se acaba de leer, finalmente proclamaría la liberación animal rodeado del más sepulcral de los silencios: el de los cementerios . . . la humanidad habría desaparecido por completo. Y esa es, no les quepa duda alguna, el fin último del Ecologismo Internacional –como si los ecologistas pudieran escapar a ese autogenocidio que pretenden llevar a sus últimas consecuencias!)
  • «Levantamos firmas para impedir la persecución y muerte de cucarachas, hormigas, mosquitos y otros insectos»; «solicitamos a los gobiernos de Europa la prohibición de insecticidas porque las arañas, pulgas, piojos, etc., tienen derechos en un mundo donde hay lugar para todos» 85
  • «La ecología encuentra belleza en el delicado escamado de las alas del mosquito portador de la malaria, en las manchas brillantes del lomo de la garrapata africana»86 Y atención: está predicando el Sumo Sacerdote del dogma ecológico primermundista «Cualquiera de las especies de insectos que la gente rocía con insecticida es una maravilla de arte que deberíamos conservar en los museos», «la mera compasión exige su preservación» 87
  • «Un principio chauvinista antropocéntrico nos impulsa a desembarazar-nos del virus de la viruela y los parásitos de la malaria! 85
  • «La república Papúa, inspirada por la Ecología, establece en su Constitución Nacional la defensa de los insectos; constituye un modelo a imitar por todas las naciones del mundo» 89
  • «Exijo al gobierno de Bonn que finalice las campañas contra los roedores y nombre asesora a mi rata Walter» 90
  • «Bregamos por un ecológico regreso a la Europa Medieval, cuando los hombres convivían con las ratas y murciélagos y otros animales a los que los perros y gatos han disminuido» 91
  • «Los devotos de la secta ecológica Mariposas Azules aguardamos el Diluvio Universal que devastará al planeta y acabará con los humanos y los animales impuros, como los perros, gatos, cerdos, cabras y gallinas» () «solamente nos salvaremos nosotros, las mariposas azules, las onzas y las pirañas» () «He ordenado construir nuestro refugio y, sobre el tejado del templo de maderas y piedras, la señal de los protegidos de las iras ecológicas de Gaia son millares de alas de mariposas azules del Amazonas. Uno de los problemas es impedir que los pájaros roben estas alitas, pero también los pájaros tendrán su merecido cuando Gaia truene» 92¿Una Teocracia zoolátrica, mariposerística, larval? (anche verdulera, proflora, ¿qué?). No se apresure el lector
  • «En la Antártida, los turistas argentinos juegan al fútbol con pingüinos en vez de pelota» 93
  • «Deseamos que detengan la práctica del alpinismo pues, por lo que sabemos, al escalar los muros del norte de los Alpes, quitan de raíz a la pequeña planta Saxífraga«94
  • «Los hombre-ranas, con sus aletas de goma en los pies, destruyen los corales» 95 ; «y las anclas de los yates deportivos continúan dañando los corales» 96

 

 

Cajón de (Ecode)sastre

  • «Cuando con la marea baja la gente camina sobre ellos, los arrecifes se destruyen» 97
  • «Un estudio, en Inglaterra, probó que el pisoteo de las personas tiene graves efectos en las plantas vivas» 98
  • «Las reservas y parques podrían ser un factor de educación, pero si se abren al público correríamos el riesgo de dañas su flora y su fauna» 99
  • «La Rocky Mountain Ecological Laboratory of Colorado obtuvo que la reserva prohibiese su estada a los esquiadores, mochileros, estudiantes y nadadores porque, con sus gritos asustan a las truchas» 100
  • «Los visitantes de los parques nacionales tienden a ensanchar los senderos, compactar el piso, pisar plantas y están atentando contra la supervivencia de las mariposas»101
  • «En las Montañas Blancas de New Hampshire, los turistas acabaron con las flores amarillas de Robbins, la frágil Potentila robbinsiana, y eso perjudicó a las mariposas» 102
  • «Tendría que desalentarse el uso del césped en las casas, jardines y plazas, ya que no permite crecer con libertad a las hierbas silvestres y aleja a las mariposas» 103 ; Mariposas, mariposas, mariposas . . . Y flores. Medite el lector acerca de esta denuncia ecológica que conmovió al IVo Congreso Internacional de Conservacionistas: «En Ciudad del Cabo, Sudáfrica, el reservorio Nacional cuenta con tres sitios para picnics y columpios para niños; ello es causa de la consiguiente destrucción de los vegetales y así, por ejemplo, los niños arrancan y roban las hermosas flores amarillas del gladiolo sudafricano» 104. ¿Creían que al ecologismo sólo le preocupaba los colmillos de los elefantes, los cuernos de los rinocerontes y el carapacho de las tortugas?No, es una cosmovisión, una Patria (Sade mismo parece alumbrar). ¿Les resulta incomprensible? Escuchen: «Propiciamos el retorno a una sociedad natural, sin electricidad ni medicina farmacéutica, que no utilice automóviles ni aviones, que consuma sólo frutas y vegetales sin abonos ni manipulaciones genéticas, y en cuyas aldeas ecológicas el hombre se ilumine con velas, cure las escasas enfermedades con baños de lodo y ayunos, se armonice con flores de Bach y piedras o cristales canalizadores, se desplace en bicicleta, vuele en planeadores y globos de papel, emplee el viento para navegar . . . Ecología es volver a la esencia romántica del Hombre; hacia allí vamos«105¿Qué de tal modo hablan las brujas de los cuentos? Bueno, según la Ecología, «los hombres están destinados a ser comidos, porque es la costumbre de Gaia: comerse a sus hijos» 106¡Etcétera! (Me harté)Enrique C. Lerena de la Serna (De mi biblioteca y archivo ecomasoquista)Fuentes del Texto: 
    1. Respuesta al periodismo del «artista ecológico» Nicolás García Uriburu, ante la dirigencia del Die Grünen y el aplauso de Carl MainzBoni, jefe del Partido Verde Alemán, en Dusseledorf; ANSA y REUTER, 16/10/81
    2. La ciudad como sistemaRaúl Montenegro, Ed. del autor, 1981. Libro de lectura en escuelas y texto de consulta oficial. Tristemente célebre ecologista
    3. Maximilian Braunttrup, dirigente de la org. Animales Sagrados, con sede en Berlín; EFE, 5/1/78
    4. Antonio Elio Brailosky, autor de numerosos libros ecologistas y docente en la especialidad; en Sueño de una noche de Belgrano, Radio Belgrano, 14/8/84, y la rev. Primera Plana, No. 71, 7/9/84
    5. Declaración del grupo ecologista dinamarqués Paz MarinaANSA y UPI, 11/3/79
    6. New Agers? Yes!, Marilyn Ferguson, Acuarian Books, 1983. Autora de La Conspiración de Acuario, 1980, y The Turning Point, 1982, «biblias» de la New Age y los ecologistas light.
    7. Juan Carlos Chebes, director técnico de Fundación Vida Silvestreen Revista Argentina de Ecología y Medio Ambiente, No. 1, julio de 1984
    8. y 9, 10, 11, 15, 16, 17, 20, 21, 22, 25, 29, 30, 31, 33, 34, 35, 37, 39, 41, 52, 55, 59, 63, 67, 69, 71, 73, 76, 79, 81, 86, 87, 93, 99, 103, : Extinción causas y consecuencias de la desaparición de las especiesPaul R. y Anne Ehrlich, Ed. Fraterna, 1984, Famosos «científicos» de la Ecología mundial.

    12. Impact of AgricultureJ. Pires, en la rev. Oecologie, No. 12, 1973.

    13. Drowning WildlifeG. Bonnivier, en la rev. ecologista Defenders, febrero 1980.

    14. Crusade for WildlifeM. Fromme, en la rev. ecologista Defenders, abril 1980.

    18. The End of the Large Blue ButterflyD. Ratcliffe, en la rev. New Scientist, noviembre 1979.

    19. Meliconiu ethillaPaul R. Ehrlich y L. Gilbert, en la revista ecologista Biotrópica, No. 5, 1973

    23. Diabolic Israel?, Myra Denson, en la revista Eco-exult, No 6, agosto 1971.

    24. Predator and Pest ControlS. A. Cain, en el periódico Wildlife of America, 1978.

    26. HybridsJohn T. Mamet, en Agriculture-natural Magazine, No. 108, marzo 1972. Su autor asesora diversas agrupaciones ecologistas norteamericanas y europeas.

    27. Exhaustion and FertilityZen Oliver y Mutt Finlander Butler, en el periódico The Ecofarmer, No. 60, mayo 1973.

    28. ( y 32) The Decline of PlantsJ. S. Turner, Heinemann, 1966. Musa de la mitología del Ecologismo en las leyendas de «extinciones» botánicas y «alteración» del clima por tala de bosques. Se confunde, a propósito, la causa con el efecto, pues el clima precede al bosque, su consecuencia (Tal como los desiertos suceden al clima).

    36. Devastation, devastation . . . Mary Julie López, Wildlife Collection & Esalen Institute, 1978.38.

    38. Go horn! Walter Priest, en Agriculture-natural Magazine, No. 99 junio 1971.

    40. Ronnie Lee, jefe de la organización ecoterrorista Animal Liberatioon Front, con sede en Hammersmith, Inglaterra, responsable de más de un millar de atentados con explosivos, incendios, envenenamientos masivos y la muerte de por lo menos de 16 científicosANSA y UPI, 11/3/79.

    42. Diarios Clarín, 14/2/82, 18/2/82 y 6/3/82; La Razón, 17/2/82, y 4/3/82; y otros. La empresa Minode Penguins desistió, acaso saturada con las sensiblerías ecologeras del filósofo pajaril Adelino Narosky.

    43. Comunicado de la organización Anti-Whalings, ecoterroristas norteamericanos, AP, 11/10/79.

    44. Triumph, P. WatsonGreenpeace Chronicles, septiembre 1979.

    45. Diario La Razón, 7/19/79 y 2/4/80.

    46. Diario Crónica, 13/6/75.

    47. Instituto Centro de Educación Humana, org. y editora ecologista británica, también conocida como Eco-center; REUTERLATIN, 26/19/75.

    48. Declaración a la prensa del secretario coordinador del VI Congreso de Organizaciones Juveniles Europeas, auspiciado por el Club de Roma y la adhesión de Die Grünen, los partidos Verde Francés y Belga, y la Red Verde Internacional; UP, 20/5/75.

    49. ¿Qué debemos comer? Juan Francisco Ulloa, revista Salud y Nutrición de la Nueva Era, Ed. Integral, col. Temas, 1982.

    50. EFE, 17/11/79.

    51. Paul R. Ehrlich, citado (¡elogiosamente!) por W. Lauffer, en anuario ECO, 1981.

    53. An Ecological PerspectiveE. Duffey, Robert Tencer Books, 1975.

    54. Higiene y Biología, en Obras Completas, Ed. Tor, 1948.

    56. A Blow Against BoondogglesF. Maine, en el periódico Audubon, mayo 1980.

    57. Fada MorganaO. Knüpp, Müller, 1971.

    58. The HubbardiaJ. Turner, en la revista ecologista Bio-tanic, 1966.

    60. Little Fish vs. Big DamJ. Dernbach, en el periódico The Progresive, diciembre 1978.

    61. Curel Twist in Snail Darter Saga, E. Kaplan, en la revista Not Man Apart, septiembre 1979.

    62. Alaska´s Oil, R. Dawson, en el periódico Biological Conservation, No. 1, 1970.

    64. ANSA y EFE, 30/12/79.

    65. Dino Miloni, presidente del Movimiento Holístico ItalianoREUTER y LATIN, 1/12/80.

    66. Grafitti en la sede del CKI, Centro Kultural Independiente: el «okupado» galpón del ferrocarril, junto al río Paraná, en rosario, pcia. de santa Fe (hasta el 13 de agosto de 1998, en el que los desalojó la policía sospechados de «eco-sabotajes» a embarcaciones y material ferroviario). Uno de sus líderes, Pablo Roledo, desvinculando a los «okupas» argentinos con los europeo (Cancerberi, Lupi Grigi, etc.), explicó: «Los jóvenes que no se dejan utilizar son tildados de ecoterroristas». Se consideran ciudadanos del ecologismo («Ekología es mi país», «No tenemos tierras porque no la amamos ni respetamos», «Akracia es todo») y escriben rodeando la «a» con un círculo y, en vez de «c» y «q»,redescubrieron la «k» que «molesta a los burgueses»; adhieren al anarkismo moderno de Murray Burin, en cuyos lineamientos «La ekología social es básika» (Del periódico Kreo, marzo de 1998, y diario Clarín, 30/8/)8).

    68. EcosistemW. W. Herbert, GPB, 1979.70. 70. MemoN. Wade, en la revista Science, No, 200, 1978.

    72. Diputado Verde alemán (a la sazón) Udo Rolf Gerdes, directivo de la Asociación alemana de Arquitectos del Medio Ambiente y la Ecología Paisajística (sic), en la Revista Argentina de Ecología y Medio Ambiente, No. 1, julio 1984.

    74. L. Itow, en el diario San Francisco Examiner, 15/5/80.

    75. T. W. O´Connor, en el diario The New York Times, 10/6/78.

    77. Declaración a la prensa, ya detenidos, de un comando terrorista (de la org. catalana Merda en la Montagna), luego de volar el puente Xautarí, del camino A-16, de la ruta Barcelona-Francia; EFE, 2/3/77 y 28/2/78.

    78. Adelino Narosky, en Radio Municipal, 21/2/82.80.

    80. Herbert Murray, en la revista ecologista Firmness, 2º semestre 1979

    82. S. D. Weiss, en el Univ. Stanford Bulletin, septiembre 1980.

    83. C. Waisman, en la revista ecologista Omni, mayo 1978.

    84, Ronnie Lee, jefe de la organización ecoterrorista Animal Liberation Front (ALF), en el Diario La Razón, 12/3/79, ANSA y UPI, 11/3/79.

    85. Manifiesto de la org. Amigos Animales, ecologistas españoles con grupos de acción directa, reconocidos       por el Movimiento Internacional VerdeEFE, 27/10/75.

    88. B. Dixon, en la revista The New Scientist, No. 69, 1976.

    89. R. M. Pyle, en la revista ecologista Defenders, enero-febrero 1981.

    90. Josehka Fisher, directora y star del programa radial El Hombre es Culpable (emisora de Bonn, Alemania) y militante del ala fundamentalista del Movimiento Ecológico Alemán (DEM); EFE, 11/6/79.

    91. Agustín Valdepeña, presidente de la org. española Madre Tierra Geoeko, uno de los difusores del culto de Gaia en la península; EFE, 15/7/79.

    92. Roldao Mangueira, «mesías ecologal» e introductor del      culto de Gaia en el Brasil, EFE, 12/5/80.

    94. IUCN Bulletin, febrero 1979.

    95. G. Davis, en el periódico Biological Conservation, No. 1, 1970.

    96. M. Patrick, en el periódico Biological Conservation, No. 1, 1970.

    97. D. Woodland y J. Hooper, en el periódico Biological Conservation, No. 11, 1977

    98. (y 101) E. Duffey, en el periódico Biological Conservation, No. 7, 1975.

    100. W. Mitchell, en la rev. ecologista Omni, junio 1979.

    102. Th. Smarth, en el periódico Eco, 1983.

    104. Ecoscience, Population, Resources, EnvironmentPaul R. Ehrlich y J. P. Holdren, Eco-Books, 1977.

    105. Dino MiloniANSA, 9/10/80

    106. Naturaleza de Gaia, James Lovelock, Ed. Tercer Milenio, col. Piedra Viva, 1984.

Apéndice 2 - Breve recordatorio ecoterrorista

En realidad, millares de aciones del ecoterrorismo se publicaron en los diarios y titulándolas con cuerpo catástrofe; por ejemplo, el ataque misilístico para impedir en Creys Malville, Francia, la creación de una central nuclear y un aeropuerto, ocupó varias columnas en todos los medios de prensa; o, divulgando las actividades del Animal Liberation Front, el diario La Razón le dedicó cuatro hojas, con fotos de los encapuchados ecologistas y de su comandante. A principios de diciembre de 1998, otro diario, Clarín, informaba de las últimas proezas del Frente de Liberación Animal,; desde los titulares –»Un grupo ecológico terrorista envenenó pandulces en Italia»– al copete y la bajada del artículo –»Retiran millones de ´Panettoni´de la venta», «atentaron porque están elaborados con vegetales manipulados genéticamente»-, la nota (a ¼ de página y tres columnas) no era de las disimuladas. Es cierto que más de la mitad de los cables de las agencias noticiosas, de referirse al terrorismo ecologista son degollados (ir al basurero); me consta, fue el modo de obtener un archivo peculiar, pero también guardé unos dos millares y medio de recortes de los diarios, de noticias publicadas, cantidad elocuente para que por lo menos una vez cualquiera leyese de las bondades incendiarias, explosivas y venenosas del Santo de su devoción. Udo Rolf Gerdes consintió bastante y ¡en una revista proecológica! (¿qué habrán dicho los lectores?). Con su tradicional lamento resbaloso, Miguelito Grinberg me replica en carta pública: «No ignoro que sucedieran actos terroristas en el mundo contra centrales nucleares, autopistas, etc., y que sus autores los han reivindicado en nombre del ecologismo, pero bajo ningún concepto eso alcanza para demostrar que los que sienten simpatía por el ideario Verde somos tirabombas disfrazados de palomas» (Primera Plana, No. 48, 30/3/84). El pequeño detalle consiste en que no es en «nombre», sino nombres de grupos anidados en el mismo palomar del cual Grinberg figura como representante argentino: La Red Mundial de Asociaciones Ecologistas.Mas, colombófilos y halconeros, ninguno duda que este listado apenas sirve de mínimo recordatorio: Amenazas y Secuestros
  • «Care Nosacek, norteamericano, fundó en Milwaukee, Winsconsin, el Movimiento de Liberación de los Simios, reconocido por Free Animals, con sede en Londres. En su carta institucional amenaza con incendiar todos los zoológicos, laboratorios y lugares donde hayan monos enjaulados, y recurrir a la violencia terrorista, ajusticiando a quienes capturan primates y los negocian o exhiben, a los guardaparques y, de burlarse de los simios, al público. Recientemente, un grupo similar rescató a varios chimpancés del Zoo de Illinois y luego voló con explosivos el enrejado» (AP, 19/3/75)
  • «El capitán del Barbanegra, bergantín ecologista construido en Lisboa en 1896, pero dotado de sofisticada tecnología, utilizará sus cañones para desalentar a los balleneros; el marino, Albert Siedl, un alemán, advirtió: «Las ballenas van a vivir, aunque cueste un mar de sangre». (DPA, 2/6/75)
  • «Un comando del ala radical del Movimiento Ecológico Alemán, DEM, secuestró durante 24 horas al director del departamento de Lucha Permanente contra las Ratas, Dr. Egon Boden, sometiéndole a descargas eléctricas, ahogos en baldes de agua u orina, torniquetes y demás torturas, liberándolo en una calle de Bonn» (UPI, 29/6/79.
  • «En protesta por la botadura de un submarino nuclear, en Groton, Connecticut, manifestantes de una decena de agrupaciones ecologistas norteamericanas, arrojaron sobre la nave y en el espigón de puerto botellas conteniendo sangre humana, probablemente hurtada de algún hospital» (AP , EFE, 9/5/81)
  Daños y Muertes
  • Después de asesinar a uno de los guardianes del Zoológico de Barcelona, Asprén Cusi, utilizando puñales que abandonaron, un comando ecoterrorista catalán que se autodenomina Merda en la Montagna, dejó en libertad a dos tigres y tres leones, recuperados por la policía» (EFE, 19/4/77)
  • Miembros del británico Frente de Liberación Animal, ´porque la empresa probaba los nuevos champús en conejos ´a fin de conocer si eran inofensivos, suplantó el contenido de los envases por cloro, lo que produjo el principio de ceguera y lesiones de diez personas; tal el flemático informe de la Scotland Yard a los medios» (UPI, 2/6/78)
  • «El grupo ecologista Paz Marina se adjudicó la muerte de 41 cisnes, del puerto de Stubbekoebing, al sur de Dinamarca, para –según un comunicado– ´concientizar acerca de la fragilidad de los animales´. Las aves decapitadas pertenecían a la comuna» (AFP, 17/3/79 y 11/4/79)
  Envenenamientos y Otras
  • «Cientos de chocolates fueron tratados con una dosis mortal de arsénico, pues el fabricante londinense se aseguró de que los edulcorantes no causaran caries dándolos a probar a unos chimpancés, y eso enfurecería al Frente de Liberación Animal, el cual prometió vengarlos. Un aviso a la prensa permitió a tiempo el decomiso de los chocolates envenenados, antes de su distribución en Gran Bretaña y otros países de Europa» (AFP y EFE, 7/7/73)
  • «Entre las nuevas organizaciones terroristas que operan desde San Francisco, el FBI se prepara para enfrentar a la Water Underground, el ecologista cuyo grupo lo integran solamente mujeres, quienes hace un mes envenenaron la red pública de aguas porque ´los clorados y el flúor son cancerígenos´. Otro grupo, Ecological Tribunal, neutralizado en Maryland, se proponía robar sustancias destinadas a la guerra bacteriológica –contaba con técnicos infiltrados en el arsenal militar de Fort Detrick- y emplearlas en acciones ecoterroristas» (REUTER-LATIN, 19/9/75).
  • «Como respuesta a la explotación de vacunos´, el Escalón de Combate de la Intifada Italiana (IAI), procedió a envenenar con fosforados cuatro tanques contenedores de leche de 12 mil litros cada uno, pertenecientes a una usina láctea de Milán. Una de las inspecciones bromatológicas evitó las mortales consecuencias del atentado» (EFE, 20/6/79).
  • «La filial holandesa del Frente de Liberación Animal se responsabilizó del envenenamiento de pollos, con cianuro, en un supermercado de La Haya, y que ocasionó la muerte de una persona y varios internados graves» (ANSA y LATIN-REUTER, 27/12/83. «Otra persona falleció en La Haya, a consecuencia de haber comido carne de pollo, envenenada con cianuro por ecoterroristas y en protesta contra la ingestión de animales» (ANSA, AFP y UPI, 29/12/83)
  • «El grupo ecologista radical Animales Sagrados, que ya en otra oportunidad envenenó carnes vacunas e incendiara comercios de artículos de caza y pesca, inutilizó con estricnina gran cantidad de pescados de una enlatadora de Berlín» (ANSA y LATIN-REUTER, 29/12/83)
  • «Tras comprobar que los pandulces Motta y Allemagna contenían Rasticum, un raticida poderoso, las cadenas de supermercados europeas retiraron millones de ´panettoni´ de la venta. El daño cometido por los ecoterroristas se estimó en 650 millones de dólares y la empresa Nestlé, principal perjudicada, debería cerrar su planta de Italia, en Verona, que da trabajo a 400 obreros. Asimismo, las sedes de la agencia ANSA en Florencia y Bolonia recibieron amenazas de volarlas con explosivos, por advertir a la población que no debía consumir dichos pandulces. El grupo Frente de Liberación animal, ALF, reivindicó el atentado porque ´en la elaboración se utilizó soja híbrida, harinas de trigo alteradas genéticamente y huevos´; los pandulces fueron envenenados con jeringas» (ANSA, 11/12/98, y Clarín, corresponsalía en roma, 12/12/98).
  Incendios y Deflagraciones
  • «Un atentado con bombas incendiarias destruyó parcialmente la sala para ciegos del Zoológico de Cataluña; los ecoterroristas, del grupo Merda en la Montagna, dejaron un comunicado prometiendo, ´a partir del 1º de Agosto, vengar a los animales que se destinan al consumo y exhibiciones, incendiando carnicerías, mercados, frigoríficos, pescaderías, tiendas de aves y huevos, curtiembres, peleterías, co-mercios de caza, tabernas, zoológicos, museos, laboratorios y cuanto se entrometa con los anima-les» (EFE, 28/7/76)
  • «En forma casi simultánea, tres peleterías fueron incendiadas con artefactos deflagrantes accionados a reloj, en Amherst, Massachussetts,. El grupo ecologista norteamericano Animales Angélicos envió a la prensa una nota reconociendo su autoría» (UPI, 19/3/77).
  • «Tres bombas molotov fueron arrojadas en una galería de animales embalsama-dos de Colonia; si bien el incendio logró dominarse, hubo serios daños en las instalaciones y en las piezas exhibidas, tanto momificadas como réplicas prehistóricas. La muestra, patrocinada por la universidad, había sido reprobada por el grupo Red de Liberación Animal, el grupo anarco-ecologista Die Beleidigung («Ofensa») y otros que interpretaron la colección como una apología necrofílica» (UP, 13/12/77).
  • «A exactamente un mes del atentado que sufrieran una armería de caza mayor y una curtiembre en Madrid, el Grupo Acción Directa Ecologista (GADE) volvió a utilizar bombas deflagrantes contra los depósitos de la curtiembre, pero esta vez el edificio ardió hasta sus cimientos» (EFE, 13/12/77).
  • «Una peletería de Boston, a la que ya habían incendiado el 13 de febrero de 1976, fue quemada nueva-mente por terroristas ecológicos a los que denominan Guerreros del Paraíso y que se atribuyen una veintena de atentados semejantes» (AP y REUTER-LATIN, 4/2/78).
  • «Un comando de los Guardianes de la Era Acuariana arrojó bombas de fósforo contra una curtiembre de Memphis, California, especializada en pieles de animales salvajes, provocando un pavoroso incendio» (UPI, 3/7/78).
  • «Terroristas ecologistas no identificados, provocaron el incendio de una peletería en la ciudad de La Plata. Los ecologistas hicieron estallas dos botellas de accionar químico, bombas llamadas ´coctel ruso´, y dejaron volantes justificando el atentado. (TELAM, 24/7/83).
  • «Incendio en Milán, causado por terroristas del ecologismo a los que se conoce por Intifada Animales. Destrucción de una zapatería, especializada en botas de cuero» (ANSA, 11/8/83). «El grupo Intifada Liberadora de los Animales se adjudicó el incendio de una empresa de chacinados, en Milán, y una casa que confecciona ropa de cuero» (EFE, y REUTER-LATIN, 9/2/84).
  Explosivos
  • «En Memphis, California, contra el cuartel de la compañía de Bomberos. Atribuido al grupo ecologista Naturalwar» (AFP, 3/3/75). «Bomba en una subusina eléctrica, en Fessenheim, Francia. Ecoterroristas del ala roja del Partido Verde francés» (AFP y EFE, 15/5/75). «Grupo de Acción Directa Ecologista en Huelva, España. Dos bombas de alto poder en sendos comercios de caza; uno de los atentados provocó la muerte de dos empleadas y quemaduras graves a un armero» (EFE, 10/1/76).
  • «Bomba desactivada. Intento de atentado que se adjudica al Partido Verde francés; en Brewellis» (AFP, 8/8/77). «En el Zoológico de Amsterdam; el grupo Frente de Liberación Animal pulverizó con dinamita la vivienda del director» (UPI, 22/11/77). «Destrucción con una bomba plástica de parte de un edificio de un frigorífico en Colonia, Alemania. Reivindicó el atentado el Frente de Liberación Animal» (ANSA, 25/11/77). «Voladura de un puente en Barcelona; grupo ecoterrorista Merda en la Montgna» (EFE, 28/2/78).
  • «Atentado con dinamita, en el puente Oldshooter, Ohio. Se adjudicaría el intento, porque no logró estallar, el clandestino Eco-Space-O» (AP, 11/4/78).
  • «Un comando ecologista perteneciente al Werzoogruppe (WZG) destruyó la vivienda del biólogo alemán Kurt Lutzmann, en los suburbios de colonia, como repudio a trabajos de genética que éste realizaba. En el atentado murió su hermana Dina, también bióloga, mientras que el científico, su esposa y un hijo resultaron heridos» (ANSA y REUTER-LATIN, 2 y 3/1/79). «En un comunicado que firma el supuesto Brazo Ecológico Indoamericano de la Región Argentina (BEI-RA-I) se declara: «1) Desconocer valor científico a la teoría de la Evolución; 2) rechazar representabilidad científica a los impostores que siguen o siguieron las teorías de Charles Darwin». Copias impresas del comunicado fueron halladas en las proximidades del busto del sabio Florentino Ameghino, en Mendoza, donde la policía desarmó una bomba de regular poder y que de estallas hubiera afectado a la estatua» (TELAM, 18/2/79).
  • «Cuantiosos daños provocó una bomba colocada en el Zoo de Londres por el Frente de Liberación Ani-mal» (ANSA, 2/3/79). «Una bomba de gelamón explotó en una planta elaboradora de veneno para roedores, en Bonn, Alemania. Dos personas murieron y hubo tres heridos. El Movimiento Ecológico Alemán se responsabilizó por el atentado» (REUTER-LATIN, 11/6/79). «Una curtiembre resultó incendiada luego del estallido de una bomba-reloj, colocada por ecoterroristas de la sección francesa Nature. El hecho ocurrió en Campanelle» (AFP y EFE, 2/7/79).
  • «Dos terroristas lograron escapar cuando se les sorprendió colocando una bomba en el parque Güel, en Barcelona. El artefacto fue desarmado» (EFE, 17/10/80). «Bomba en una tienda de baja California, México, sin daños; atribuida al grupo E-Cóndor» (EFE, 23/1/83). «Una bomba de fragmentación fabricada en Chile, fue desactivada en Gorleben, Alemania. Dos grupos se atribuyeron el atentado, aunque infructuoso: el WZGy el Spartakustier; este último, con sede en Austria» (UPIANSA y REUTERLATIN, 30/4/84). «Una bomba puesta por la organización ecologista-feminista Water Underground estalló, sin causar daños, en un laboratorio fabricante de químicos mejoradores de aguas» (APUPI, y AFP, 5/8/84).
  Misiles
  • «En protesta por la probable instalación de una central energética nuclear y, ya construyéndose, un aeropuerto para emergencias, varias entidades ecologistas –no identificadas, pero se sabe que son más de una y actuaron coordinadamente- colocaron rampas disparadoras de misiles que, ocultas en distintos edificios y árboles, accionadas a control remoto, convirtieron a la ciudad francesa de Malville, Grenoble, en un campo de batalla durante casi dos horas. Los francotiradores mecánicos lanzaban sus sofisticada cohetería en todas las direcciones y desde diferentes alturas, provocando el caos en la ruta, el incendio de automóviles y camiones, la caída de árboles y paredes de las viviendas por donde pasa el camino, y una treintena de heridos y lesionados. Los misiles, de fabricación soviética, son un modelo para artillar helicópteros antiguerrilla» (ANSAREUTERLATIN y otras, 19, 20 y 22/1/82).
  Y . . .
  • «Tras amenazar al Primer Ministro de Australia, Malcolm Frazer, con detonar en Sidney y Melbourne dos bombas atómicas caseras, el Grupo de los Seis, una organización ecologista, consiguió el control absoluto de todas las actividades, inclusive de los ministerios de Finanzas, Defensa Interior y de Guerra» (. . .) «Las autoridades, frente a faltantes de materiales de uso nuclear, y porque la intimidación viene acompañada por indicios probatorios técnicos, tanto en el armado de las bombas como en la factibilidad de las detonaciones, decidieron acceder a los reclamos, entre ellos, la creación de un ministerio de Ecología», etc. (AFP, 2/1/76 y otras, 3, 4, 10 y 13/12/ 76). Llevaría un libro reflejar qué pasó con Australia desde entonces; acote, pues, el lector.
  Allanamientos y Detenciones
  • «Tres terroristas del Grupo Acción Directa Ecologista detenidos en las afueras de Madrid, cuando colocaban un explosivo plástico a un taller de taxidermia» EFE, 10/1/76). «Detención en Los Angeles de dos ecoterroristas, del grupo californiano Respect, quienes pensaban utilizar trotyl contra comerciantes marroquineros y negocios del ramo» (AFP y EFE, 2/19/76).
  • «Allanamiento de un sótano en Vogelstrasse, de la antigua estación de tranvías de Colonia, donde los ecoterroristas de la WZG guardaban explosivos, armamento y municiones» (ANSA y REUTER-LATIN, 23/1/77). «Procesamiento de dos integrantes del grupo ecologista Merda en la Montagna, acusados de volar un puente sobre el río Blanco, en Cataluña» (EFE, 2/3/77).
  • «Diez Miembros de la organización ecologista GADE detenidos en Madrid: se los acusa de numerosos atentados y secuestros extorsivos» (EFE, 11/11/78).
  • «Es detenido el abogado Ronnie Lee, en Hammersmith, Inglaterra, comandante en jefe del Animal Liberation Front, ALF, gendarmes ecologistas que cuentan con dos mil miembros activos y cuyas acciones, desde mediados del ´70, causaron 27 muertes –once eran científicos-, más de un millar de atentados con bombas, venenos, incendios y sabotajes» (ANSA y UPI, 11/3/79). «El Príncipe Felipe de Inglaterra, que habitualmente no interviene en casos relacionados con la Justicia, se interesó por la detención de R. Lee y otros ecologistas del ALF y, si bien «en desacuerdo con la metodología», dijo «entender que la causa ecológica debe defenderse sin tibieza, y eso, a veces, conduce a exageraciones«. Lee ya había sido condenado a los 27 años de edad, pero debió liberársele por presiones del ecologismo internacional. (AFP, 13/3/79). «Scotland Yard debió crear una sección especializada en ecoterroristas» (ANSA y UPI, 13/3/79).
  • «La Justicia hizo comparecer a los dirigentes Donald Glassey y Vicent Leophard, conocido como John Africa, de la secta ecologista Community Actio MovementMOVE, de Filadelfia, EEUU, autores ideológicos del asesinato de un policía, uso de explosivos, armas de fuego, incitación a la violencia e incendios reiterados» (DPA, 2/5/79). «No se presentaron al citatorio, amparándose en la Declaración de los Derechos Humanos, los dirigentes del MOVE y al que reconocen entidades ecologistas del mundo entero. El MOVE declara ser: eco-anarco-marxista-afro» (AFP, 6/5/79).
  • «Detienen a 10 ecologistas, 3 de ellos son argentinos –Alejandra LatoriaSilvia Adela Cabeillero Jorge Reyes-, cuando preparaban en Barcelona una acción con explosivos contra rutas» (AFP, 17/10/80, y EFE, 18/10/80). «Dos detenidos en Azcarate, Vasconia, pertenecientes al Brazo Ecológico Armado, BEA, de la organización terrorista ETA» (EFE, 25/7/80). «Ya funciona en Israel una unidad de elite, especializada en ecoterrorismo» (AFP, 7/10/80).
  • «El ejército brasileño posee una sección de Inteligencia destinada a ecoterroristas» (AP, 6/9/80).
 
  • () etc., y «Apresados por la DIGOS, la central de Inteligencia italiana que posee un departamento de seguimiento de anarco-ecologistas, se halla en la cárcel de Alta Seguridad Belle Vallete varios integrantes del grupo Lupi Grigi, responsables de atentados incendiarios contra el tren bala, en Val di Susa, cerca de Turín, y otras trece acciones ecoterroristas» () «Jefes de la organización eran Edoardo Massari, apodado Edo y Baeno, y su compañera, la argentina María Soledad Rosas, que se suicidaron en la cárcel el 28 de marzo y el 11 de julio, respectivamente» () «Pudo ser un genocidio, porque el tren alcanza los 300 kmph en algunos tramos entre Roma y Lyon» () «La argentina manifestó: ´Ecoterrorista es un término que nace desde los Estados con un punto de vista represivo´. Esa es la opinión de muchos de los jóvenes que adhieren a la causa ecológica» (Diversas agencias noticiosas, y revista Tres Puntos, 6/5/98, diario Página 12, 17/7/98, y diario Clarín, 30/8/98).Enrique C. Lerena de la Serna

Dosis Necesarias para Provocar los Efectos Observados en las Ratas

  • ALAR (Regulador de crecimiento para manzanas): 19.000 litros diarios de jugo de manzana – durante 70 años seguidos.
  • ROJO No, 2 (colorante): 7. 500 latas diarias de gaseosas – durante 70 años.
  • 4 mmpd (Tintura para cabellos): beber 47 frascos de tintura diarios – durante 70 años.:
  • CICLAMATOS (Edulcorante): 350 latas diarias de gaseosas Diet.
  • DES (hormona dietil-stilbestrol) Dosis equivalente a la recibida durante un tratamiento de embarazo : comer 62.500 kilos de hígado de vaca.
  • AMINOTRIAZOLE (regulador de crecimiento) : 7.500 kilos de arándanos diarios durante varios años.
  • RADIOACTIVIDAD: del agua de lluvia que cayó en Los Angeles en 1986, procedente del «fallout» de Chernobyl. Para igualar la dosis de radioactividad recibida durante un examen rutinario de la glándula tiroides: 250.000 litros en un solo día.
  • VIVIR CERCA de un fábrica de combustible atómico: para contrarrestar la radiación extra recibida, comparada con la recibida por los rayos cósmicos: usar tacos de zapatos 1 cm más bajos que lo usual , o sino
Comparada con dosis recibida por respirar gas Radón del interior de nuestras casas: permanecer 30 segundos más POR AÑO fuera de nuestras casas.RIESGOS DE MUERTE
CAUSA
PROBABILIDAD DE MUERTE
 
Fumar 20 cigarrillos diarios 1 en 200
Gripe 1 en 5.000
Viaje en transporte público 1 en 10.000
Concurrir a un estadio de fútbol 1 en 25.000
Practicar alpinismo 1 en 25.000
Tomar píldoras anticonceptivas 1 en 50.000
Terremoto (vivir en San Francisco 1 en 600.000
Transporte aéreo 1 en 10.000.000
Vivir cerca de una Central Nuclear 1 en 10.000.000
Repositorio de residuos de alta radioactividad 1 en 100.000.000.000.000
   

Facsímil de la Apelación de Heidelberg

LA APELACION DE HEIDELBERG

  • Nosotros queremos hacer nuestra contribución total para la preservación de nuestra herencia común, La Tierra.
  • Estamos, sin embargo, preocupados en los albores del siglo 21, por el surgimiento de una ideología irracional que se opone al progreso científico e industrial, y que impide el progreso económico y social.
  • Sostenemos que un Estado Natural, algunas veces idealizado por movimientos con tendencia a mirar hacia el pasado, no existe y probablemente nunca haya existido desde la primera aparición del Hombre en la biósfera, dado que la Humanidad ha progresado siempre dominando y transformando progresiva-mente a la Naturaleza a sus necesidades, y no al revés.
  • Suscribimos totalmente los objetivos de una ecología científica para un universo cuyos recursos deben ser inventariados, deben monitorearse y ser preservados.
  • Pero también exigimos que este inventario, monitoreo y preservación estén basados en criterios científicos y no en preconceptos irracionales.
  • Hacemos énfasis en que muchas actividades humanas esenciales se realizan manipulando substan-cias peligrosas o en sus proximidades, y que el progreso y el desarrollo han involucrado siempre un incrementado control sobre fuerzas hostiles, para beneficio de la Humanidad.
  • Consideramos, por lo tanto, que la Ecología Científica no es más que una extensión de este progreso continuado en dirección de una vida mejorada de futuras generaciones.
  • Intentamos hacer valer la responsabilidad y deberes de la Ciencia hacia la Sociedad como un todo. Prevenimos, sin embargo, a las autoridades a cargo de los destinos de nuestro planeta en contra de decisiones basadas en argumentos pseudocientíficos, o información falsa o sin relevancia.
  • Llamamos la atención de todos hacia la absoluta necesidad de ayudar a que los paí-ses pobres alcancen un sostenido nivel de desarrollo que sea igual que el resto del planeta, protegiéndolos de los problemas y peligros provenientes de las naciones desarrolladas, y evitar su enredo en marañas de obligaciones irreales que comprometerían su independencia y dignidad.»
  • Los mayores males que acechan a nuestra Tierra son la ignorancia y la opresión, y no la Ciencia, la Tecnología y la Industria, cuyos instrumentos, cuando adecuadamente manejados, son herramientas indispensables de un futuro formado por la Humanidad, por ella y para ella misma, salvando los principales problemas como la Sobrepoblación, el Hambre y las Enfermedades del Mundo.»

Firma:         . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Nombre: . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Dirección: . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Profesión, cargo o posición: . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Dr. Michel Salomon,
Coordinator of the Heidelberg Appeal
10 Ave. de Messine
75008, París, FRANCIA
FAX: (0033) 142-89-0059