Fanny Kemble, Londres, 1809-1893
Fanny Kemble, Londres, 1809-1893
Fanny Kemble, Londres, 1809-1893
Fanny Kemble, Londres, 1809-1893
Fanny Kemble, Londres, 1809-1893
Fanny Kemble, Londres, 1809-1893
Fanny Kemble, Londres, 1809-1893
Fanny Kemble, Londres, 1809-1893
Fanny Kemble, Londres, 1809-1893
Fanny Kemble, Londres, 1809-1893
Fanny Kemble, Londres, 1809-1893
Fanny Kemble, Londres, 1809-1893
Fanny Kemble, Londres, 1809-1893
Fanny Kemble, Londres, 1809-1893

Fanny Kemble, Londres, 1809-1893

Fanny Kemble nació en Londres en 1809, hija de Charles Kemble y de Marie Therese De Camp, dos prestigiosos actores. Fue educada en Francia, pero pronto empezó a trabajar como actriz. Con 20 años debutó en el Teatro Covent Garden de Londres haciendo el papel de Julieta en la obra de Shakespeare. Su actuación fue un éxito y, a partir de entonces, se dedicó a interpretar los personajes principales femeninos de las obras de este autor.

Para ayudar económicamente a su padre, gerente del Covent Garden, a los 23 años se trasladó a EE.UU. y empezó a hacer allí giras teatrales, mejor pagadas que en Inglaterra. Volcada en los ensayos y el teatro, y mostrando una energía, independencia y amor a la aventura, que pocas veces se le permitían a la mujer en aquel tiempo, actuó numerosas veces ante el público estadounidense. Ese entusiasmo por la acción, la aventura y lo inesperado lo trasladó a su vida privada. En 1834 se casó con Pierce Butler, un acaudalado joven de Filadelfia, heredero de dos plantaciones en Georgia, a quien casi acababa de conocer.

En el Sur, Fanny conoció la esclavitud. Tras observar el trato que se daba a las personas negras, le horrorizó y empezó a escribir contra ella, a pesar de su vida socialmente privilegiada. Escribió un diario contando lo que presenciaba: “Diario de una residente en una plantación de Georgia en 1838-1839”. El Diario incluye una serie de cartas no enviadas a Elizabeth Sedgwick y la descripción de un agotador viaje por las tierras interiores del Sur, hacia Portsmouth, Virginia, Wilmington y Carolina del Norte.

Sus puntos de vista abolicionistas la empezaron a distanciar de su marido. Para evitar un conflicto familiar, decidió no publicar el texto, aunque el manuscrito circuló entre sus amigos: Elizabeth y Katharine Anne Sedgwick, entre otros.

Durante los siguientes años, Fanny pasó los veranos alejada de su familia, en Massachusetts y en Europa. Finalmente en 1846 se separó de su marido y dos años después, cuando contaba 40 años, se divorciaron, quedando la custodia de las dos hijas, Frances Butler Leigh y Sarah Butler, con su padre.

Durante la Guerra Civil decidió publicar el Diario. Sus descripciones sobre el trato inhumano a los esclavos influyeron de manera determinante en la opinión política británica y contribuyeron a la decisión de mantener la neutralidad de ese país durante la guerra de Secesión, a pesar de que los intereses económicos no lo aconsejaban, pues el Sur producía algodón para las fábricas textiles británicas.

Finalizada la guerra civil, Fanny siguió escribiendo y eligiendo hasta donde le fue posible el tipo de vida que quería vivir. Escribió obras de teatro, poesía, once volúmenes de memorias, escritos de viajes y estudios sobre el teatro: Records of a Girlhood en 1878, Records of a Later Life en 1882, Notes Upon Some of Shakespeare’s Plays en 1882, Far Away y Long Ago en 1889, y Further Records en 1891. Murió en Londres en 1893.

Fanny ha pasado a la historia como abolicionista, por dar voz a las esclavas y por haber tenido una actitud crítica ante el papel de la mujer en las sociedades británica y norteamericana, un papel del que luchó para escaparse. También fue la primera en hablar del vegetarianismo y el veganismo. Se refirió a ello en un escrito de 1839, que no se publicó hasta 1863. Los vegetarianos que evitaban consumir huevos y productos lácteos y rechazaban utilizar a los animales para cualquier propósito se llamaron «veganos» o «vegetarianos totales».