Cabo Cod

 

La baja y arenosa playa, el matorral y el pino,
la bahía y la larga línea del cielo, –
¡Oh, qué lejos estoy de casa!

La sal, olor a sal del aire espeso del mar,
y las piedras redondas que desgastan las mareas, –
¿Cuándo vendrá el buen barco?

Los míseros tocones, quemados y negruzcos,
y la blanda rodera del giro de una carreta, –
¿Por qué es el mundo tan viejo?

El rumor de la ola y el cielo, ancho y gris,
donde vuelan los grajos y la lenta gaviota, –
¿Dónde están los muertos incontables?

Los sauces inclinados junto a la ciénaga,
el gran casco varado y el tronco flotando
¡Con la vida comenzó el dolor!

Y entre los oscuros pinos y la orilla plana, –
¡Oh, el viento, y el viento, para siempre!
¿Qué será del hombre?

El testamento del poeta

 

Le devuelvo a la tierra lo que la tierra me dio,
todo va para el surco, nada para la tumba.
Se ha consumido el pábilo y la vela del espíritu;
la vista no podrá ir adonde fue la visión.

Sólo dejo el sonido de muchas palabras
oídas al azar con ecos burlones.
Canté al cielo. El exilio me hizo libre,
llevándome de mundo en mundo, desde todos los mundos.

Librado por las furias y los amables hados,
pisé los firmes claustros de la mente.
Todo tiempo, mi presente, todo espacio, mi lugar,
ni miedo ni esperanza ni envidia vio mi rostro.

Soneto III

 

¡Oh mundo, no eliges lo mejor!
sabiduría no es tan solo tu ciencia,
cerrando el ojo a la visión interna:
es sabio aquel que cree en el corazón.

Colon encontró un mundo y no tenia mapa,
salvo el que descifró la esperanza en los cielos.
Confiar en la intuición invencible del alma
era todo su ciencia y su arte solo.

Una antorcha de humoso pino es nuestro saber
que enciende el camino solo un paso adelante,
a través de un vacío de misterio y temor.

Procurad entonces que brille la suave luz de la fe
solo por ella el corazón humano va
y entra en el pensar del divino pensamiento.

Soneto L

A la memoria de Jorge Ruiz de Santayana.

 

Aunque muerte absoluta se trague mi esperanza
Y con polvo sofoque la boca a mi deseo,
Aunque ninguna aurora despunte y ningún coro
Entone GLORIA DEO cuando el cielo se abre

Tengo una luz de amor, no voy perdido a tientas,
Del todo ya perdido, sin un fuego por dentro.
La llama que animó todo el espacio humano
Cubre a saltos mi pecho, se encara con la muerte.

¿No posee la noche de la tierra sus flores?
¿Mi aflicción no posee contigo la alegría?
¿No será suficiente para mí el gran consuelo

De estas horas que así, por ti perfectas, cantan?
No son malos entonces los ocultos poderes,
Que basta un solo amor para una eternidad.

 

 

Sonnet L

Though utter death should swallow up my hope
And choke whith dust the mouth of my desire.
Though no dawn burst, and no aurorean choir
Sing GLORIA DEO when the heavens ope.

Yet have I light of love, nor need to grope
Lost, wholly lost, without and inward fire;
The flame that quickeneth the world entire
Leaps in my breast, with cruel death to cope.

Hath not the night-environed earth her flowers?
Hath not my grief the blessed joy of thee?
Is not tne comfort of these singing hours.

Full of thy perfectnees, enough for me?
They are not evil, then, those hidden powers:
One love sufficeth an eternity

 

Traducción de Jorge Guillén

Estatua ecuestre

 

Permanece el trote aquí,
entre su arranque y mi mano.
Bien ceñida queda así
su intención de ser lejano.
Porque voy en un corcel
a la maravilla fiel:
inmóvil con todo brío.
¡Y a fuerza de cuánta calma
tengo en bronce toda el alma,
clara en el cielo del frío!

George Santayana, Madrid, 1863-1952

Frases

“Los amigos son esa parte de la raza humana con la que uno puede ser humano.”

“El fanatismo consiste en redoblar el esfuerzo cuando has olvidado el fin.”

“Nada hay tan pobre y triste como el arte que se interesa en sí mismo y no en su objeto.”

“La naturaleza y el júbilo de la libertad empiezan únicamente cuando las facultades bien integradas de la psique encuentran y establecen un mundo en el cual producen su fruto específico y propio”.

“Nuestra dignidad reside no en lo que hacemos, sino en lo que entendemos”.

“La memoria es un rumor interno”.

“Morir es algo espantoso, del mismo modo que nacer es algo ridículo”.

“La sabiduría llega con las desilusiones”.

“Nuestra adhesión a un jefe natural no es una pérdida de libertad, es el reconocimiento de que nuestras ideas tiene un ejecutor y un intérprete”.

“El mundo es una perpetua caricatura de sí mismo, en todo momento, es la burla y la contradicción de lo que pretende ser”.

“Cuando hombres y mujeres se ponen de acuerdo, las conclusiones deben ser las mismas, pero los motivos diferentes”.

“Un filósofo es un hombre, y su primer y último cuidado debería ser la ordenación de su alma: solamente desde ese centro puede él estudiar el mundo”.

“La cultura está entre los cuernos de este dilema: si debe ser profunda y exquisita, ha de quedar reducida a pocos hombres; si debe hacerse popular, tendrá que ser mezquina”.

“El escepticismo, como la castidad, no debe ser abandonado con demasiada facilidad”.

“Para una idea es de muy mal agüero estar de moda, pues esto implica que más adelante estará anticuada para siempre”.

“La consciencia de la vanidad es un poderoso desinfectante: llena la religión, como llena la vida, de fortaleza, dignidad y benevolencia”.

“A no ser que la naturaleza humana sufra un cambio inconcebible, el principal valor intelectual y estético de nuestras ideas procederá siempre de la actividad creadora de la imaginación”.

“Los pies de un hombre deben estar en su país, pero sus ojos deben observar el mundo”.

“El hecho de haber nacido es un mal augurio para la inmortalidad”.

“La teoría nos ayuda a soportar nuestra ignorancia sobre los hechos”.

“¿Por qué amontonar imprecaciones sobre otra criatura porque no es o no desea ser como nosotros?”.

“Dada la actual constitución del hombre, ser conciso es casi poseer la cualidad de inspirado”.

“Un niño educado sólo en la escuela es un niño sin educación”.

“Porque cuando nos elevamos del caos, aspiramos a la verdad, la perfección y la sencillez; pero, cuando reflexionamos y nos volvemos hacia dentro, viniendo de arriba, encontramos la tristeza y la desilusión, y el susurro del viento”.

“Aquí renuncié a viajar, porque puedo viajar continuamente con el pensamiento a todas las edades y a todos los países y puedo disfrutar el divino privilegio de la ubicuidad sin alejarme del centro de gravedad y de equilibrio que me ha sido concedido”.

“En lo trágico …, el sentimiento de compasión, en virtud del cual se aprecia y comparte el sufrimiento, tiene que ser recubierto por muchos placeres estéticos incidentales si el efecto ha de ser bueno en conjunto”.

“Nuestro saber es una tea humeante de pino que alumbra el camino sólo un paso adelante a través de un vacío de misterio y horror”.

“No es culpa de la sociedad que la mayoría de los hombres parecen perder su vocación. La mayoría de los hombres no tienen vocación”.

“Todo lo que un hombre emancipado se pregunta es qué objetos le atraen más, y cuáles son los medios para conseguir esos objetos. El hacer bien es saber lo que tú quieres. Ahora, cuando tú no estás satisfecho contigo mismo, es porque tú vas en busca de algo”.

“No pensaré mal de ti por contarme qué es psicológicamente lo que de verdad te ocurre. Sé que en el fondo de las cosas espirituales reina la oscuridad, y que, en el fondo de las cosas físicas, la suciedad”.

“Tal vez la única dignidad verdadera del hombre es su capacidad de despreciarse a sí mismo”.

George Santayana, Madrid, 1863-1952