«Ambos se dañan a sí mismos: el que promete demasiado y el que espera demasiado». «No es libre el que se ríe de sus cadenas». «La superstición en que fuimos educados conserva su poder sobre nosotros aun cuando lleguemos a no creer en ella». «Algunos se equivocan por temor a equivocarse». «Pedir prestado no es mucho mejor que mendigar, así como el prestar con usura no es gran cosa menos que robar». «El hombre más lento, que no pierde de vista el fin, va siempre más veloz que el que vaya sin perseguir un punto fijo». «La voluntad y no el don hace al donador». «Los hombres cuerdos son siempre verdaderos en su conducta y en sus palabras. No dicen todo lo que piensan, pero piensan todo lo que dicen». «La palabra casualidad es una blasfemia; nada bajo el Sol sucede por casualidad». «Para mí, la mayor belleza siempre reside en la mayor claridad». «La risa nos mantiene más razonables que el enojo».
Gotthold Ephraim Lessing, pensamientos