Helene Anna Held, Varsovia, 1872-1918
Helene Anna Held, Varsovia, 1872-1918
Helene Anna Held, Varsovia, 1872-1918
Helene Anna Held, Varsovia, 1872-1918
Helene Anna Held, Varsovia, 1872-1918
Helene Anna Held, Varsovia, 1872-1918
Helene Anna Held, Varsovia, 1872-1918
Helene Anna Held, Varsovia, 1872-1918
Helene Anna Held, Varsovia, 1872-1918
Helene Anna Held, Varsovia, 1872-1918
Helene Anna Held, Varsovia, 1872-1918
Helene Anna Held, Varsovia, 1872-1918
Helene Anna Held, Varsovia, 1872-1918

Helene Anna Held, Varsovia, 1872-1918

Helene Anna Held, nacida en Varsovia en 1872, era la hija de un fabricante de guantes judío, Shimmle Held y su esposa franco-judía Yvonne Pierre. En 1881, matanzas antisemitas forzaron a su familia a huir a París. Cuando el negocio de guantes de su padre quebró, tomó un empleo como portero, mientras su madre atendía un restaurant. Posteriormente Anna comenzó a trabajar en la industria textil y luego como cantante en los teatros judíos de París. Después de la muerte de su padre, se mudó a Londres, donde siguió siendo cantante e incluso logró un papel en la producción “Shulamith” de Abraham Goldfraden, dirigida por Jacob Adler.

Su personalidad vivaz y animada le ayudó a adquirir reconocimiento, además de que empezó a ser conocida por cantar canciones un tanto atrevidas para la época, su coquetería y su deseo de mostrar sus piernas en el escenario. Anna regresó a París, donde sus grandes y expresivos ojos, su cintura de dieciocho pulgadas y las actitudes y canciones poco convencionales, hicieron que rápidamente ganara en celebridad.

Además de las letras ‘picantes’ de sus interpretaciones, también se destacó por montar a caballo a horcajadas (en lugar de silla de montar), y por ser una de las primeras mujeres para montar la bicicleta y el automóvil recién inventado. Alrededor de esta época, se casó en 1894 con Máximo Carrera, un playboy uruguayo mucho mayor que ella, con quien tuvo una hija, Liane, nacida en 1895, quien también se convirtió en actriz y productora.

Durante una gira por Europa conoció a Florenz Ziegfeld, quien le pidió que fuera a Nueva York con él, donde crearon una nueva ola de interés público mucho antes incluso de llegar a los Estados Unidos, por lo que ya era el blanco de muchas especulaciones. Gracias a la publicidad magistral de Ziegfeld (y su capacidad para sobornar a la prensa), el nombre y las fotos de Held en todos los periódicos, su rostro en diversos objetos de tiendas de ‘souvenirs’ en Nueva York. En el momento en que llegó a los EE.UU., ya era una celebridad ‘construida’. Cuando finalmente apareció en escena, la crítica no fue muy benevolente con ella, pero al público pareció no importarle y la apoyaron.

Su encanto, entrega sugerente y su extravagante acento francés fueron aspectos que propiciaron que el público norteamericano se rindiera a sus pies. Despues de la premier, el público (¿pagado por Ziegfeld?) enardecido le desenganchó del carruaje a los caballos, lo cual produjo un suceso insólito de que la actriz casi fue arrastrada por los fanáticos. Su actuación y este suceso se convirtieron en la ‘comidilla’ de Nueva York.00

A partir de 1905, Held disfrutó de varios éxitos en Broadway, que la convirtieron en millonaria. La habilidad de Ziegfeld de manipular a la prensa a su favor, le aseguró la permanencia del nombre de Held y el suyo en los medios de comunicación.

Siempre en busca de un ángulo publicidad, Ziegfeld tuvo la idea de sacarle partido a la costumbre de Held de bañarse con mezcla de agua y leche para mantener la piel nutrida. Informó a la prensa sobre ello convirtiendo la anécdota en noticia excitante por más de una semana e incitando a muchas damas en seguir el ejemplo de la actriz. Durante un tiempo “El nombre de la joven se hizo tan conocido en este país como el nombre del presidente”, declaró el “New York World”, un año después de su llegada.AnnaHeld-NYPL2

A partir de 1905, Held disfrutó de varios éxitos en Broadway, que la convirtió en millonaria. La habilidad de Ziegfeld de manipular a la prensa a su favor, le aseguró la permanencia del nombre de Held y el suyo en los medios de comunicación. Vestida por los grandes modistos de París, Anna Held intentaba siempre ser retratada en poses que marcaran su estrecha cintura y amplias caderas, acorde a la ‘silueta sylphide’ añorada por todas las damas de los primeros años del siglo XX. Su imagen se convirtió en un reclamo de diversos publicistas, debido, precisamente a encarnar la figura típica según el estilo de la moda de esos años.Anna_Held_1900’s

Después de vivir con Ziegfeld durante más de un año, logra divorciarse de Máximo Carerra. A pesar de que nunca se molestó con una ceremonia formal, la convivencia prolongada prosperó a partir del 1904. Más tarde, Ziegfeld tuvo un amorío con la actriz Lilliane Lorraine y luego con Billie Burke, con quien se casaría en 1914, dejando para siempre a Held.

Held pasó los años de la Primera Guerra Mundial haciendo shows en Francia, presentándose ante los soldados franceses y recaudando dinero para la guerra. Se le consideró una heroína por sus contribuciones y su coraje al viajar al frente de guerra. Regresó a América y protagonizó “Madame le Presidente” en 1916 al término de la guerra.
En 1918 tuvo un colapso en el escenario y murió unos meses después por mielomas múltiples, a la edad de 46 años. Fue enterrada en el “Cementery of the Gate of Heaven” en Hawthorne, Nueva York. Ziegfeld fue muy criticado por la prensa por haber tratado mal a Held y su aparente indiferencia ante su enfermedad, además de que no estuvo en su funeral.

La película “The Great Ziegfeld” (1936) cuenta la historia del triángulo amoroso Ziegfeld-Held-Burke. Luise Rainer ganó un Oscar por su interpretación de Held, mientras que Ziegfeld y Burke fueron interpretados por William Powell y Myrna Loy.