Hubo una época en que Carpanta y el Coyote
eran pozos de sabiduría
¡Qué mala es el hambre!

En los arrozales de Vietnam
cazaban mujeres y niños desde los helicópteros
¡Qué puta es la guerra!

Arrimar el hombro por imperativo legal, afeitarse cada mañana
y que puntualmente le lleve el chofer a la agencia de publicidad
¡Es este un mundo muy cabrón!

En las fosas comunes, donde algunos eran enterrados vivos,
el último de la fila encala los muertos
¡Qué amarga es la victoria!

Perdonavidas, engreído y depredador
y no tener a nadie cerca digno de tales proezas
¡Oh, en el éxito cuánta soledad!

No quiero que nada malo le pase,
por eso, para protegerla, la vigilo noche y día
¡Qué incomprendido es el amor!

¿Quién haría algo así?
es lo primero que pregunta el asesino
¡Qué grandeza tirando la piedra y escondiendo la mano!

Semen, saliva y marcas de mordiscos
¿noche de amor o dictamen forense?
¡200 euros de bonus para quien resuelva el acertijo!

 

del libro de poemas Jornalero, ebanista, minero, revisor y camarero

Hubo una época del libro Jornalero, ebanista, minero, revisor y camarero