España, España la vilipendiada,
tanto por la inquisición de la Europa
fría, por el frío que Lutero arropa,
cuanto, mucho más, por su propia yeguada.

A qué tanta inquina, tanto África
comienza en los Pirineos, si baluarte
son de Europa nuestros Pascuales Duarte,
que defienden Sur, mar y lo que implica.

Y aquí los tienes, del escarnio prosaicos,
el «Vaya siestas se dan estos tunantes»…
más pareciera envidia de petulantes
que, para roncar, toman ansiolíticos.

Del yantar y libar horarios maldicen,
no seré yo quien quite coma a ese sajón,
si, a las siete, desayunos de salmón
con mostaza, en su Bolsa lo coticen.

De buenos días y dar gracias ni hablemos;
es como si digo que a ti te retrata
los que, barato turismo de alpargata,
ebrios y sin ropa, orinan y los vemos.

Que mal hablen de nosotros, pan de antes,
para Europa, orden del día: camareros,
maleducados y sucios y groseros
y morenos y chaparros ignorantes.

Bien están sátira y también frivolidad,
pero, si es para festejar tu bilis
sobre mi honra, de Lucano a Novalis
te digo: “Encubre temor tal temeridad”.

Tuvo a bien por mí Darío: «Si los perros
ladran, Sancho, es señal que cabalgamos»;
dos más, puedo añadir, a tales reclamos:
son pedantes y racistas sus cencerros.

País de trepas en usando religión,
ideologías, cooperativas,
colectivos, inversiones lucrativas,
como peldaños de salida del corion.

País de comer ajos y cortar barbas,
hacer mangas y capirotes, tan papos
ir predicando, estas lenguas de trapos,
que son buenas estas liebres que son gatas.

De todo hay en la viña, el jefe de pista,
payasos, la mujer barbuda, el tránsfuga,
hombre bala, el mago, el rey de la fuga,
domador, forzudo y malabarista:

En lo alto del botín, manos sin callos,
se oculta especulador financiero,
recoge lo que siembra el jornalero,
compra, vende, el futuro de vasallos.

Diga diseñador de moda es moda
pelo en brillantina y pantalón pitillo;
copiando, repite, lo que fue visillo
ahora es vestido en forma de pagoda.

Sindicatos, pasajero y amiguete
del ensueño de la alta burguesía,
son música de dentista, pleitesía,
y es su libro el libro gordo de Petete,

justicieros de lo que veleta radie,
sea empresario si es nacionalista,
o mujer si se disfraza de activista…
y a sus liberados más que a nadie.

¿Dónde internacionalismo proletario?
¿dónde huelgas del obrero sin herencias?
¿dónde aquellas cajas de resistencias?…
si Consejos de Administración su fario.

Periodista dando textos a quien paga,
para mano en decúbito supinas,
ya no hay censura pues por lo que opinas
te contratan o despiden en trafaga

y muestra, en trago, la parte por el todo,
cuando amago precise sinécdoque
y, el todo por la parte cuando toque,
metonimia, lo amagado bajo lodo.

¿Dónde la noticia veraz, contrastada?
¿la independencia, presunción de inocencia,
ajeno a pública, privada, injerencia,
derecho al honor y vida privada?

¡Viva la Pepa!, expolio al por mayor,
ahora todo cojo patas arriba,
el político dándose a la briba,
el okupa con el báculo del honor.

Solidarios si el visado es inmigrante,
no fiamos al vecino que nos ayuda
y el burka es cultura campanuda
y, si víctima, imposible ser tunante.

Loar la cerbatana, el mercantilismo
de niños, el politeísmo, vírgenes
en piras ardiendo, arrancar corazones
para los dioses… ¡viva el indigenismo!

Al animal, una vez domesticado,
pudiéndolo bautizar «de compañía»
se le trueca la selva donde gruñía
por este altar de alimento disecado,

pues animales son ahora personas
no humanas, que sin más obligaciones
derechos merezca, -idea de chambones
que boa no mate lagartas tizonas,

que Félix no capture ratón, ni Flipper
sardinas, ni lobo feroz dentelladas
a Bambi-, el perro es hermano mientras
no muerda la mano que le da de comer.

A estas alturas, supongo ya, épicos,
más que a favor de inuits, de las focas,
que no maten por hambre, por favor invocas,
y disfrute caribú cambios climáticos,

que aquí, balando, las cabras montesas,
para, con humano, vivir en humana
convivencia, de paz fraternal, arcana,
y de igual a igual hacer sobremesas.

Si llora el niño, el niño tiene razón,
si el terrorista enciende su orgía
hay que sí comprender la psicología
de su tan enigmática motivación.

Del islam repito estrofa del califa:
“Si libros no digan más que haya en Corán,
preciso, por inútil, ver como arderán;
si algo más, malo es, y bueno darlo en jifa”.

Jóvenes rebeldes (en casa del padre
hay internet, postre y no hace frío),
que con desgana trabaja, en desafío
por no apetecer de la crema el hojaldre.

Al maestro de escuela sus libreas
han canjeado por prédica de esencias,
lo que llaman, siendo política, ciencias,
de alias Pedagogía, ¡maldita seas!

En arte primordial el trazo de la obra,
luego, a lo que salga darle algún sentido:
«Esta taza rota es senda y sonido
del Universo herido cuando maniobra».

¡Quién ha en el castillo!, ora pronobis,
vengo, soy el artista, por lo de la beca,
si pones guita se me cura jaqueca,
si no, ya sabes, muchas rabietas y un bis.

Debiendo enfurecer a prolijo artista
que arte pueda ser cualquier atributo,
por contra le beneficia, pues astuto,
cualquier desafine lo hace arpista:

semen, heces, sangre, orina, vacías
cajas de zapatos, son pincel, paleta,
ya dará significado y birreta
el espectador en pago de asnerías.

Al, con versos, estrambotes de receta
espiritual al tonto en su tontería,
si me llaman poeta ¡eres poesía!
si acojo su poesía ¡soy poeta!

Hay poetas de presentación y cóctel,
entrada gratuita, dorarse la píldora,
leernos cartilla y endilgar canora
de Domine Cabra curado en moscatel.

Unas musas tan excelsas con farsantes,
a los que fuego de artista les consume
abrasando al genio en su perfume,
ya las vi hace tiempo… ¡en los Encantes!

Los hay que contra el comercio blasfeman,
habiéndolos que por lucro tienen vicio;
ni primeros ni segundos, que comercio
abre puertas y las usuras las queman.

A quien, comerciando, éxito nos trajo,
a coces tratado, mofado se viera
y con infundios se quema en la hoguera,
pues fama ganada, si es con trabajo,

no merece respeto y es estropajo,
que teniendo mejor empresario mundial
en vez de honrarlo se le tacha asocial,
que tonto admira tonto… y a su badajo.

Haya, en altar mayor, boina o barretina,
bastón de mando al bufón y al lisonjero,
antes que magistrado, titiritero,
y antes que sapiencia, siesta en cantina.

Hay quien motores a barquitos de papel
y quienes con remos mueven paquebotes
y los que hasta las ancas de que no flotes
en tales, ridículas, luchas sin cuartel.

Para filólogos la lengua es patria,
para los Rilke infancia es tal musa,
con dos catetos no sale hipotenusa
sino palurdo hijo en casquería.

En púlpito y palestra el conferenciante,
el trainer, el coach, el terapeuta,
liderazgo y motivación, suene flauta
e impulse tu vida, los pies por delante,

para reinventarse desde el corazón,
hacer simple lo complejo por intuición,
liberar tu potencial, ser inspiración,
que hay una fuente dentro de tu armazón

y orbe iría mejor, es lo natural,
si todos pudiéramos, sin fariseos,
poder hacer realidad los deseos;
ser, sueño eterno, lo intercultural,

del ególatra es tal ideología:
sus deseos lo primero y lo segundo,
los del otro, si son los míos, secundo,
si no, no merecen ser ni biología…

¡Cuánta verborrea estos vendezumos!
¡cuánto soplagaitas! ¡cuántos caraduras!,
fomentando del deseo dictaduras,
siendo que, en anhelos, cada cual sus humos.

A los poco informados voy a decirles
que Cataluña es una región de España
en donde uno en ser país se empaña
y otro, estoico, cabecea sin reírles,

por no darle ni excesiva ni importancia,
ocurriendo que silencio equivale
a conformidad y, de ahí, al todo vale
de ser Cataluña una geomancia.

Tierra de curas en traje de seglares,
protestantes más que tórpidos cristianos,
benedictinos obedeciendo arcanos
del rencor en indulgencia de altares,

donde púlpito sermón de providencia:
“Al payés reconcomido le injerto
la hostia consagrada del mirar tuerto
si al otro castigan con la invidencia”.

Del conspirador el huevo de serpiente
se incuba en la casulla de las abadías,
bardado por el sanedrín de Ananías
de los Hefestos Hefesto del presente.

De Virgen de los Creyentes son devotos
y besan, en mansedumbre de ultratumba,
el salterio de Nostradamus, y rumba
favorita el calvario de su estar rotos,

y, sumisos, de rodillas, en espera
de ser ungidos por órdenes mayores,
por mucho que la manzana expectores,
el veneno se afinca ya en tu fiera

para, en anclaje de hostia y varapalo,
hospedarse para siempre, de por vida,
en la zarpa de tu sueño, en tu comida,
siendo así que sin remedio vas al palo

y ya no ves, ni quieres, lo que no sea
el rezumar de esa fiebre que condensa
el ver tan sólo aquello que recompensa
lo que a ti te interesa y masajea.

Mal nacida martingala en entrecejo
prevaricador, cobarde y temerario,
por la vía del cloroformo ¡obituario!
¡qué ciega vanidad frente al espejo!

Forastero perpetuo, apátrida errante
de una tierra prometida nunca hoyada,
son sus abluciones de agua sagrada
el pasaporte del eterno emigrante.

Pregonero cuántico cuando explica
«Ser lo que ya soy quiero que me dejen ser»,
mientras no abre la caja, hilo y alfiler,
si abierta es, por cero multiplica.

En tu afán de insistir en que ya eres
lo que no eres, hay un no saber valerse,
pues nada puede devenir o hacerse
lo que ya es, por tal, sólo eres un creyeres.

Varados en irreal tiempo pasado,
allí, encerrados con un solo juguete,
aducen corona bajo el bonete
y es su canana la del gato maulado.

Para ser vosotros y vuestro garramar
nada importa ser paraíso fiscal
y por ciudadanos, mafioso tropical,
traficante de armas o drogas de ultramar,

que tal país está envasado al vacío,
bajo equilibrio del equilibrista,
si quieres a lo tuyo pasar revista
baste con, sin red, tirarte del trapecio.

Desprecian cultura pues al descubierto
deja el pajizo chamizo de Don Vito,
por ello la blindan en torno a su mito
perverso y oscuro del… lo mío te injerto.

Aquí hemos, atado y bien atado,
en treinta años, dos ensayos sin piedad:
Milgram, obediencia desde impunidad
y Tercera ola, tú mejor, yo befado.

Es tu dios la publicidad, Hermes del bluf
y sus bravatas, empapelas en sarga
la campaña publicitaria más larga
de la Historia de la Humanidad ¡uf!

Renegando del común antepasado,
traicionado su árbol genealógico,
así, huérfano, a espejito mágico:
«Tal siendo el distingo ¿por qué destronado?»

Patrimonio emplea resentimiento
cuando de ancestros se prefiere, en herencia,
frustración, así, amargura su paciencia
y es la nuestra soportar engreimiento

de utilizar Cultura para hilvanar
la enferma pasión del rasgo distintivo,
oscura mitología del olivo,
virtud, gracia, de la pureza fontanar,

por chamanes investidos de doctores
en exclusiva otorgando identidad;
no importando procedencia si a deidad
sus reliquias sin mácula les adores

-supremacismo, lengua, hispanofobia-;
más no merezca ostentar pertenencia
quien, siendo de la ceba, no haga ocurrencia
de halago, que apóstata será en Babia.

Y de la identidad ¿quién es la dueña?
(una forma de darse pisto y ceras,
un atribuirse fulgor en las porqueras)
…de los hijos de Caín es contraseña.

Que más noble lo sabe hasta el turista,
más solidario, ingente la modestia,
más laborioso y educado, más la hostia,
¿quién podrá decir que sea narcisista?

Si los dioses supieron ser imperfectos
y en Paraíso y Arcadia haya serpientes,
-mejor que Adán y Eva lo sabe Orestes-
¿a qué tu empeño en ser predilectos?

Guardan esencia el clero y los tractores,
la hiñan políticos e historiadores,
la vocean artistas y redactores,
la defienden funcionarios y estudiantes

y los que van trabajando para pagar
tantas penurias, al voto de silencio
han sido desterrados, si eres Rogelio
o como Roger paso al frente o… tragar.

En su escuela pública pretoriana
no enseñan a sufrir sino a sentir pena,
solidario rencor su puesta en escena
y orgullo de ser esencia batilana.

Con brazo pedigüeño usan el trícep,
bien comido, bien servido, Santa Rita
Rita lo que se da ya no se le quita,
no es la casa de Pepito, es de Pep.

“Mando delegado acepta que pacere
caldero de oro, triunfos y derechos,
y, al águila imperial, deberes, fracasos,
¡virtud soy, sin obligación que lacere!”

Para qué argumentos teniendo relato,
no al Parlamento si amos de la calle,
la erística a la dialéctica cizalle
y bota de siete leguas por zapato.

Con alfombra roja a la media luna,
de mala gana lo que suene hispano,
antes será catalán que castellano
quien por ser oriental desconozca tuna,

que bien pueden el sionista y el musulmán
ser huéspedes de tamaña ovejuna,
canjea uno minarete por fortuna,
el otro, su arcano kibutz de caimán.

Cuando dictadura el compás de la banda
enseña cogote cual más fiel vasallo,
si bajando testuz se obtiene caballo
llenando la saca se olvida de Irlanda.

Si dictadura trócase dictablanda
enseña patita con piel de cordero,
que a río revuelto gana dinero
mezclando el cascabillo con su escanda.

Cuando democracia alza el Imperio,
arrimando la ascua a su sardina,
¡tiranía dicen!, más votan la inquina
del yo el más demócrata ¡vaya misterio!

Tan catalanes son, tan, tan escoceses
que ¡son pictos!, picto en mano la guadaña
de oro del druida que impone saña
con las metafísicas de sus arneses,

pictos refundando el Reino de Alba,
bebida poción mágica del divide
y vencerás y del farol por envide,
¡pictos cavando en leyendas su tumba!

De «Fer pais» dícese panteón y estatua
para próceres de la antorcha espiritual,
en regio sepulcro de coronas ritual
y con efigies enaltecer la cacatúa,

sueñan prohombres con bronce toledano
en honor y fama a tan regios pillajes,
para el coro de la opereta, tatuajes,
y para el resto, con plumas alquitrano.

Nihilistas activos, farsantes, ¡dioses!,
suicidas potenciales, tan imbuidos,
más que demócratas, pescados hervidos
que gustan ser guiados por ídolos grises:

el Páter, resentido y ególatra
de profesión, el Opus Dei es su secta,
con cadena de masón y rabia abyecta,
Ara no toca!… es Edipo y es Electra;

Madre Superiora de la congregación
encarga misales para el capellán,
mientras, en su celestialismo, tabellan
quien es y quien no digno de marginación;

el hereu del “gran” Páter comprando pitos
para que al unísono todos Jabatos,
no a toque corneta, sino de silbatos,
esta brigada de paz con sus lacitos.

Familia bucanera, clan del deshonor,
de las rentas viven tal como en Chicago,
más siendo ultraje no es robo, es pago,
pues lo que saquean lo hacen por amor.

Mas es menos y el Pater de las Suizas
de tapadillo guiñol de marionetas
para contento de los niños probetas,
donde cura y pastelero son las rizas.

El Prior es fray anacoreta de la inquina
rezando por ser Mandela en el madero
y el Gandhi del no puedo lo que quiero,
¿se beberá el suero de su propia orina?

Tránsfugas haylos donde Pedro es Pere,
aviniéndose a ordenar el apellido
si el proceder del padre es Robledillo
y madre parida en Riba-roja d’Ebre,

feliz si pudieras purgar de tu raza
de primero a segundo españoles
apellidos, en dos, tres generaciones
tots pujoles y ferrusolas en plaza.

¡No es racismo! que el nombre en este vodevil
hace real la añorada quimera
del libre yo soy de ser lo que yo quiera
¡mejor ser centauro que percherón civil!

De gloria ebrio a costa del pijoaparte,
en arenas movedizas telarañas
y en falsos futuros futuras mañas
de pan duro y sopa de letras sin arte.

Su sermón es todo buenaventuranzas,
la desgracia es munición y euforia
cualquier malinterpretada protohistoria,
siendo de panes y peces sus finanzas:

como buen botiguer, experto en balanzas,
a su antojo las usa apoyando dedo
en platillo: con fiscal balanza agredo,
de la comercial callamos alabanzas;

nunca yerran cuentas… si son a su favor
y si, por malas artes del comendador,
números rojos en la biblia del pastor,
velados bajo manga, bicho en alcanfor,

así, cuando el Páter nos deja sin doblón,
alegan los devotos de la estopa
“Si a mil demonios sabe esta sopa,
¡trago!¡es de mi tierra este pimentón!”

Fraternales y devotos menestrales
son de su propio brebaje epicedios,
dando enfermedad sin poner remedios
velan entierros con cánticos nupciales.

Si revolución ni guerra batir saben,
con rabo entre las piernas, pobre diablo,
exigen cariño y afecto en retablo
de hembra en despecho del “¡No me seducen!”.

Así en yunta, por tan viejo pedregal,
por el mismo surco tirar del arado
con anteojeras se dice al astado:
“¡Espera el Olimpo tras el secarral!”

Que les despojan, alegan, la entraña,
más no queriendo perder lo conseguido
«Me voy, más con lo puesto», ¡qué arácnido!
si lo que tienen lo tienen siendo España.

Bajo el faldón del discurso lacrimógeno
no importa endeudarse con Satanás
si el fin es cáliz de glorias soberanas
y ese Santo Grial su punto erógeno.

Filósofos jugando a ser adivinos,
erudito arrogante hoza lodazales,
Razón sepa librarnos de pastizales
del credo del miliciano en desatinos.

El ser o no ser de la sinrazón pura,
la oscura nadería del existencial,
el filtro autista del filósofo alemán,
son los dogmas luteranos de este cura.

Los negocios y legajos de las suizas,
la cultureta de la grandeur francesa,
la estética de la moda milanesa,
así es el ADN de sus barbas postizas.

Creyéndote Cyrano eres Pinocho
y si flauta es tenora esto es Hamelín
donde tanto se adora un astro Michelín,
pues codicia pica siempre al tocomocho.

¿Por qué cantó el esclavo negro y cubano
“quién fuera blanco aunque fuera catalán”?
¿por apostura donosa del tal galán
o por tan baja estima por el nano?

Te dices Blancanieves con enanitos
y eres madrastra, qué envidia más trágica
que sea España madre biológica
y, tus triunfos, en todas partes delitos.

«De la mona es la seda lo que enseño»…
al negar la realidad de lo que eres
te elevas a ti mismo según quieres,
el resultado: un tullido de diseño.

Delirium tremens de unicornios, pegasos,
duendes, minotauros, grifos, cocollonas,
cíclopes, conejos blancos, cucaferas…
Beber es humano, por tanto, ¡bebamos!,

más por mucho que sueñes con angelitos,
mérito de apariencia no es trofeo,
que patito feo cría de pato feo
y se comió el lobo a los tres cerditos.

Más déjame que le diga a tu guiñote:
no robes lo que no sepas defender,
ni ofendas si no te sabes ofender,
que no será nunca Amadis Don Quijote.

Nada de lo que tienes te lo has ganado,
todo tira y afloja en pactos fenicios
usando el comodín de los patricios,
sin más esfuerzo que el del agraviado.

Podemos retarnos, en duelo de varas,
como hicieran los Oñaz con los Gamboas,
Urquizus, Mújicas, -culebras y boas-,
Ayalas y Callejas, Castros y Laras,

o, de todo esto, que de tanto resumir
bien poco es lo que digo, hacer un potaje
que orgullo merezca y a káiser destaje…
un país del que valga pena presumir.

En América nace segundo imperio
romano, el que, por las leyes de Burgos,
al indígena maya y a los licurgos
por igual trata, en derecho y salario.

Hicimos del mundo pionera custodia,
lo que por conquista no fueron colonias,
todos iguales en abolir vesanias
que yayo de Darwin loó con envidia.

Pues no eran fauna y flora, no ganado
que aprovechar, como hicieran los eslavos,
nos fijamos herrajes, clavos a clavos,
siendo todos de Dios hijos por Tratado.

Primeros en saber corriente del Golfo
y tres continentes trajimos al mundo
y escuelas y hospitales en abundo,
mestizaje avalando este triunfo.

En Alaska, Etiopía, Australia, los Nilos,
vencimos al caníbal y al irracional
y escribimos el derecho internacional
en lucha con jaguares y cocodrilos,

que no son los Imperios meros apaños,
los hay depredadores, léase alemán,
inglés, belga, y los que vencen e intiman,
Roma, España, Macedonia, con extraños.

Sabido es, a qué rasgarse vestiduras,
si dos civilizaciones contraponen
sus idus, de dos, sólo una sus jalones;
o se alían si afines sus hechuras,

o guerra fría si fuerzas similares,
en paciencia de futuros favorables,
mientras tanto, espera y no me hables,
que, cuando pueda, ya impondré mis lares.

Nuestro tren, sobre los rieles del idioma,
Palos común comienzo de travesía,
cinco océanos conforman membresía
que, de tantos, hacen única redoma,

siendo, por justa de sangre, hermanados
con los que, por yugo azteca oprimidos,
juntos en tal lucha fuimos bienvenidos,
por mucho que hoy se digan obligados.

El Atlántico y Colón nos trajo Cuba,
Magallanes Pacífico y Antártico,
de vuelta, Índico y, de nuevo, Atlántico,
siendo Elcano el primero que incuba,

a cielo abierto, circunvalar planeta,
en completo giro con nao Victoria,
y, sano y salvo, ser hazaña y gloria
con recios marinos y una corbeta.

Así, cordilleras y ríos titanes,
sangre con sangre y mismos apellidos,
señor Tajo, el de las ninfas y ninfos,
y Orinoco, al hombro tus caimanes,

Guadiana, agua y novia de mil celos,
Río de la Plata, en agua te consumes,
río Amazonas, padre patriarca, eres,
Paraná, socorro a sedientos campos,

El Duero cruza el corazón de roble,
Guadalquivir tiene las barbas granates,
aguas que corren por cantos de orates
en llegar al mar son uno y son tresdoble.

Pirineos, hace ríos de los copos,
con su Aneto y su Monte Perdido;
hermanos mayores, a legua de aullido,
Mulhacén y Teide, ven cielo y chopos.

Aconcagua, hijo mayor de divinidad,
que en la noche roza con belfo blando
las manos frías de la luna, hermanando,
los Andes, Tierra de fuego con Trinidad,

esos Andes, tan suprema su grandeza
que aun, con fuerzas minerales, en océano
sumergirse para ungirse soberano
en antárticos hielos, por ser firmeza.

Cuencas, cataratas, mesetas, desiertos,
trópico, pampa, el gran Chaco, los Llanos,
estepa, lago Titicaca, altiplanos,
Patagonia, Caribe, jungla y fiordos.

Dos hemisferios, un ecuador, estrellas
en destello de luciérnagas eternas,
a mis ojos, la Osa Mayor, sus linternas,
de Cruz del Sur, a los tuyos, sus doncellas.

No me tengo por santo más nada pido,
lo mío me basta, de mundos mejores
no creo en promesas ni gasto en ardores
si hechos no constan de lo bendecido.

En la vida no hay atajos ni avenidas,
ni buenas ni malas suertes, hay caminos
encontrados y otros tantos mal fiados
y un pensar propio en conato con bridas.

Ni orbe, ni mundo, ni verdad, ni destino,
nada se acaba, Dios ni vive ni muere,
nunca juzga Tiempo este miserere,
sólo nosotros, en tino o desatino,

y mejor preservar juntos lo sabido,
y con lo habido ir haciéndonos un hoy,
que poniendo al hecho antes que al soy
proponga un habrá que sea compartido,

que autodeterminación en democracia
es el manto púrpura del xenófobo,
que, malquistando a Esaú con Jacobo,
exigen «Lo justo es mi supremacía»,

y así, en agarrar toro por los cuernos,
a capotazos amansarlo en oficio
de que esto es lo que hay o último tercio,
que toros toreados préstanse tiernos,

pues virus de odio a lo bendecido
ni hace ascos ni es intolerante,
en todas partes, ya lo dijo el Dante,
sustento y acomodo su zurcido,

ya sea científico idealista,
capitalismo justiciero, curandero,
devota curia, sindicato obrero,
naturista zen o saber del humanista,

tanto odio puede haber en verdugo
sonriente como en víctima de cuchillo,
no haciendo ascos a hoz ni martillo,
a cetro, renta mínima, flecha o yugo,

bandera blanca, roja, también morada,
tanto gusta Manifiesto comunista,
Corán, Biblia, en cursiva de lingüista,
no importando si es marquesa o es criada…

donde haya del resentimiento rastro,
dándole motivo, medio y oportunidad,
encontrarás tras su juicio la vanidad
y el prejuicio de su verdadero rostro,

que guerra invisible es la más cruenta,
porque nadie como tal la considera
y su victoria es del silencio la cera,
pues tal asumimos sin darnos ni cuenta,

y en el fondo del hoy, ¡vigilemos!, plomos
aguardan allende y aquende los mares,
y tantos soldados sin guerra, a sus zares,
que a un paso del paso de la oca andamos.

Por lo mismo, en todas partes cuecen habas
y, en todas, un solitario inmunizado
es presente con futuro asegurado
si con sus logros rimamos nuestras trovas.

Es invierno, el cielo es frío en Barcelona,
ya no hay empedrados, ni vías ni tranvías,
ni en la calle juegan niños al me pillas,
ni con piedras a tejados se corona,

ver crecer la clase media, llevar flores
a María, aquellos polvos, estos lodos,
de aquellas verdades, estos acomodos,
y de aquellas mentiras, estos doctores.

No hay Gloria ni Paraíso que nos salve,
corre la vida imparable buscando
¿buscando? dejémoslo en avanzando
por un cómo y cuándo que nos disuelve,

¿por qué, entonces, este amargarse la vida
insultando, agrediendo, sin respeto
ni argumento en atizando al discreto
y con catetos jugarnos la partida?

Si es Platón amigo y la verdad camino,
si la muerte segura en hora incierta,
no me hagas perder tiempo en reyerta
por querer ser libre de rasgar mi lino.

Si empuñas intención frente a mi aliento
y en hocico me la Embridas con mayúscula,
no te quejes si relincho es mi mandíbula,
que ya pondré yo mayúscula y acento.

Tal que Aristóteles ya nos dijera:
Sólo hay felicidad donde hay virtud
y esfuerzo serio, pues la vida, en plenitud,
no es un juego de piedra, papel, tijera.

Y Spinoza: Cualquier cosa que contraria
sea a la naturaleza lo es también
a la razón, y cualquier cosa que fíen
contraria a razón es absurda, paria.

Por mi parte, no doy cuarto a pregonero,
mejor que Picasso, Opisso en mi agenda,
Dios me dé contienda con quien me entienda
y, antes que pellejo fino, duradero.

De paridad por fuerza, en rebeldía
me declaro, pues me basta que la muerte
a honrado y a tunante igualen suerte
y el resto… ley… y cada cual su gallardía.

Luján García Puig, poeta, Barcelona