Mosaico de Alejandro Magno

El mosaico de Issos (también conocido como mosaico de Alejandro Magno) es una copia romana (ca. I a.C.) de una pintura helenística (ca. 325 a. C.) hallada en la Casa del Fauno, en Pompeya. Representa la batalla de Issos, en especial la carga de los hetairoi de Alejandro guiados por su líder mientras los soldados de Darío III Codomano intentan proteger a su rey. Mide 272 cm × 513 cm y forma parte de la colección actual del Museo Arqueológico Nacional de Nápoles, Italia.

El mosaico representa una batalla en la que Alejandro trataba de llegar a Darío para capturarle o matarle. Tanto la batalla de Issos del 333 a. C. como la batalla de Gaugamela del 331 a. C. compartían esta característica, aunque en la primera Alejandro se acercó más a su rival antes de que éste huyera.

Generalmente se sostiene que el mosaico es una copia de un cuadro de Apeles que éste pintó mientras el líder macedonio aún vivía (por tanto tuvo que ser antes de la batalla de Gaugamela, en su visita a la tienda real), o bien un fresco ya perdido del pintor Filoxeno de Eretria que databa del siglo IV a. C. A este último menciona Plinio el Viejo,2​ quien sostiene que dicho pintor fue contratado por Casandro para decorar el palacio real.

El retrato de Alejandro es uno de los más famosos. El peto de Alejandro tiene una representación de Medusa, la famosa gorgona y su pelo de serpientes, que es típica de los retratos reales según los cánones del arte griego establecidos en el siglo IV a. C. Se le retrata a la izquierda, iniciando la carga montado en su caballo Bucéfalo, y manteniendo su mirada fija en el líder persa.

A Darío se le muestra en su carro. Parece estar dando órdenes desesperadamente al auriga real para huir de la batalla, mientras extiende su mano como un gesto mudo hacia Alejandro, o posiblemente tras haber lanzado una jabalina. Tiene una expresión preocupada en su rostro. El auriga da latigazos a los caballos mientras intenta escapar. Los soldados persas situados detrás de él expresan arrojo y consternación. También se representa a Oxiartes, el hermano de Darío, sacrificando su vida para salvar al rey.

La perspectiva en disminución –que tiene como centro al caballo, visto desde atrás– y el uso de formas para dar una sensación de masa y volumen transmite un efecto naturalista a la escena. Lanzas repetidas en diagonal, espadas que chocan, y la multitud de hombres y caballos evocan el furor de la batalla. Al mismo tiempo, la acción se detiene debido a detalles dramáticos en primer plano, como los caballos caídos y los soldados persas del fondo que contemplan su propia muerte reflejada en un escudo.

El mosaico está hecho de aproximadamente un millón y medio de diminutas teselas, colocadas en curvas progresivas llamadas opus vermiculatum (literalmente, trabajo de gusano, porque parecía imitar el lento movimiento de un gusano arrastrándose por la tierra). El mosaico es una obra inusualmente detallada y realizada para una residencia privada, y fue probablemente costeada por una persona o familia rica (como hemos dicho, Plinio el Viejo sugiere que esta persona fue el propio Casandro de Macedonia). Otra teoría sostiene que pudo haberse tratado de un mosaico original helenístico, que fue trasladado de Grecia a Roma. El arqueólogo italiano Fausto Levi apoya la primera teoría.

Mosaico de la batalla de Issos, 325 a.C.
Mosaico de la batalla de Issos, 325 a.C.
Mosaico de la batalla de Issos, 325 a.C.
Mosaico de la batalla de Issos, 325 a.C.
Mosaico de la batalla de Issos, 325 a.C.
Mosaico de la batalla de Issos, 325 a.C.