No pienses en nada. Deja que tu voz vague en silencio
por sus apetencias y predilecciones.
Y si piensas en mí hazlo levemente,
sin recelo y sin dejar de ser.

No pienses en nada. Deja que la naturaleza de las cosas adquiera en ti su propia dimensión.

No tienes nada que fingir. El ideal no es la perfección,
es, averígualo, tu destino.

 

de El libro de las tentativas
(otros poemas de El libro de las tentativas)

No pienses en nada de El libro de las tentativas