Paul Ordner, Francia, 1901-1969
Paul Ordner proviene de una familia judía de origen polaco que huyó de los progromos de finales del siglo XIX para establecerse en Viena y, más tarde, en París. Es hijo de Salomon Ordner y Régina Lautmann. Nació en París el 29 de diciembre de 1901, el cuarto y último hijo de la familia.
Desde muy temprano, urante sus estudios en la escuela Rollin (París 9°), se dejó notar su talento como diseñador. Tras la muerte de su padre en 1916, hizo el servicio militar y luego se incorporó a la Bolsa de París, gracias a su hermano Raymond, como empleado de corredor de bolsa.
Su hermano mayor Raymond Ordner, nacido en 1894, se fue como voluntario en 1915 para hacer la guerra. Expuesto a gases asfixiantes, regresó a París y se ganó la vida como dibujante con el nombre de Ray Ordner. Trabaja para numerosos periódicos como Pays de France, A la Baîonnette, Le Gaulois, L’Epatant, Fantasio, l’Auto, etc. Sus caricaturas son populares, pero su trabajo principal se encuentra en la Bolsa de París, donde es empleado. Ray Ordner también es productor y compositor de música de los años 30, con su hermana Jeanne, conocida como Pinky.
Los primeros dibujos de Paul Ordner aparecen en Illustration en 1923 (anuncio de Spidoleïne Motor Oil). Se casó en 1926, tuvo un hijo llamado Jean, pero esta unión no duró.
Después de un mal negocio en el mercado de valores, decidió emprender una carrera como dibujante. Con la ayuda de su hermano Ray, que ya conocía el campo, publicó viñetas para diversos periódicos como l’Intransigeant, Le Matin, Paris-Soir, Le Rire, Le Petit Parisien, Ric y Rac.
Su humor fue rápidamente reconocido entre las decenas de dibujantes de la época. Se hace amigo de Jean Fayard con quien juega al tenis. Muy rápidamente, Paul Ordner se interesará por el diseño deportivo.
A partir de 1931, Paul Ordner comenzará a trabajar para el promotor estadounidense Jeff Dickson, que dirige el Vélodrome d’Hiver, conocido como «Vel d’Hiv'». Luego ilustra los carteles y programas.
Sus ilustraciones de hockey sobre hielo y boxeo son magníficas y le permiten conocer a Henri Desgrange, famoso director del Tour de Francia y del principal periódico deportivo, Auto. Es uno de los únicos dibujantes que muestra el torneo de Roland Garros, las locas horas de ciclismo en el Vel d’Hiv’ y los combates de boxeo en la Salle Wagram de París.
En 1932 también dibujó para las revistas Rugby, The Sportsman y Le Miroir du Monde, para lo que se convirtió en periodista, viajando por toda Europa para seguir eventos deportivos. Su estancia en Alemania en 1933 le introdujo en el nazismo naciente. Lo encontramos en 1933 en Match L’Intran (precursor de Paris-Match), Pantagruel, le Sourire, Sporting, Catch. Sigue regularmente las etapas del ciclista del Tour de Francia y no solo atrae a los ciclistas, sino también a los espectadores y su entorno, lo que hace que sus informes sean mucho más interesantes.
Su talento también le permitió trabajar para la publicidad donde, a partir de 1934, realizó campañas publicitarias completas para La Suze sobre el tema del deporte. En el espacio de solo tres años, se convirtió en el diseñador oficial de más de veinte periódicos convencionales, lo que sigue siendo una excepción en el mundo de los ilustradores.
Procedente de la burguesía parisina, Paul Ordner frecuenta salones y comidas sociales. El suelo de parquet central del Vélodrome d’Hiver le pone en contacto con muchas personalidades de todos los orígenes, constituyéndole una extraordinaria agenda.
A partir de 1934 sus dibujos aparecieron en Cadet-Rousselle y el semanario Omnisports. Amigo de Gaston Bénac, periodista de l’Auto, frecuenta a muchos deportistas, como el luchador Henri Deglane o el rey de la chistera Chiquito de Cambo de quien se hace amigo.
Sus dibujos de rugby son hermosas páginas para el diario británico The Sketch, y sus dibujos animados se publican en Italia, España, Argelia, Estados Unidos. Encontramos al diseñador en los stands de Wimbledon, o en la playa de Saint-Tropez para ilustrar la traviesa reseña de Fantasio.
A partir de 1935 trabajó para la Compagnie des chemin de fer Paris-Lyon-Marseille (PLM), realizando carteles y anuncios. Sus carteles se encuentran en estaciones de tren en muchas ciudades y todavía son particularmente buscados en la actualidad.
En 1936, la llegada de las vacaciones pagadas permitió a las familias aprovechar la semana de 40 horas y tomar vacaciones. Este no es el caso de Paul Ordner que, aunque sigue publicando dibujos y anuncios en multitud de periódicos, trabaja para las revistas Ridendo y Coup Franc .
Desde 1933 por sus viajes por el Rin, ha sido consciente del ascenso del nazismo en Alemania. Sus dibujos, que aparecieron en Le Rire, son cada vez más violentos contra el poder alemán. Denuncian el antisemitismo y la estupidez de los nazis y el ilustrador no duda en caricaturizar a Hitler como un cerdo y a Mussolini como un perrito. Esto pronto le provocará muchos problemas.
Difundiendo su talento en todas las direcciones, Paul Ordner diseña anuncios para una serie de marcas registradas, así como paneles decorativos para la gente burguesa en París, mientras continúa publicando regularmente dibujos deportivos en «Auto» y carteles para el Vel d’Hiv, pero fue la política lo que más lo inspiró en estos años. Sus dibujos publicados en el periódico socialista Marianne aparecen regularmente en la portada a ambos lados de un fotomontaje firmado por el artista danés Marinus. A veces violentos, los dibujos de Paul Ordner, a veces firmado Rendro (su apellido al revés), reflejan una preocupación real por lo que está sucediendo en Alemania. Parecía ser el único en ese momento entre los ilustradores que temía lo que pudiera suceder.
En enero de 1940, Paul Ordner fue movilizado para ir a la guerra y se encontró en Moselle en el 174° RALP (regimiento de artillería de gran alcance). Lo perdemos un poco durante estos meses convulsos, pero sabemos que se fue a Nîmes, luego a Marsella en la zona franca en 1942. Algunos modelos muestran que sigue dibujando. En junio de 1940 los alemanes entraron en París. La policía alemana busca activamente a Ordner por sus caricaturas satíricas que aparecieron en los periódicos de antes de la guerra. Su hermano Ray se cuida mucho de eliminar todo rastro de los dibujos de Paul de la casa familiar.
De regreso a la capital en septiembre de 1944, rápidamente encontró su camino de regreso a la escritura. Sus dibujos políticos a la gloria del general de Gaulle y el MRP se publican en numerosas revistas como Gavroche, Le Populaire, Volontés y La France au combat.
En 1945 produjo con Albert Dubout el cartel de la película Le Dictateur. La vida deportiva se detuvo durante la guerra y sus únicos salidas siguen siendo el cine y las pequeñas editoriales que florecen en París después de la guerra.
Publicó la Histoire d’Hitler, Germania et Compagnie, un folleto de unas pocas páginas que narra con fuerza y veracidad el ascenso del nazismo, los horrores de la guerra y la derrota alemana. Este folleto, que llegó a las más altas autoridades del estado, le valió el elogio manuscrito del general de Gaulle en persona.
A partir de 1946, Paul Ordner se sumerge de manera más hermosa en el mundo del deporte. Ilustra el cartel de la Ronde de France, carrera ciclista que se supone competirá con el Tour de Francia, así como la película de las luchas de Marcel Cerdan, un familiar.
El diseñador se lanzó sin éxito al cómic, una nueva moda de los Estados Unidos, y publicó pequeños cómics con Essor y luego con las ediciones Lajeunesse. También se destaca su labor al servicio de la SFIO, el PRROU y el MRP, partidos políticos en boga después de la guerra.
Se le abrió una colaboración de varios años con la revista Le Chasseur Français , de la que siguió siendo uno de los fieles diseñadores durante unos quince años.
Pasados los años de la guerra, toda la comunidad deportiva renació a partir de 1947. A Paul Ordner se le pidió nuevamente que proporcionara sus dibujos, que hizo para Miroir Sprint y luego para el Miroir des Sports, donde siguió su trabajo con su amigo Gaston Bénac.
En 1949 colaboró con France Football, haciendo excelentes portadas del semanario, mientras colocaba sus dibujos en el Team. Ese mismo año, comenzó a trabajar para una de las editoriales más prestigiosas de Francia, Larousse. Presentes en todos los hogares, los diccionarios ven hojas completas dibujadas por Paul Ordner, principalmente páginas deportivas. En 1958 estuvo presente en la misma página que Picasso, Degas y Géricault, en un capítulo sobre «El estudio del movimiento»… ocupando solo la mitad de la página.
Entre 1951 y 1955, la carrera de Paul Ordner estuvo muy ligada a su presencia casi semanal en el diario deportivo Le Miroir des Sports, para el que realizó retratos de más de 250 deportistas de todas las nacionalidades y procedencias, en textos de sus amigos periodistas.
En 1951, también trabajó para la competencia, produciendo durante varias semanas las portadas del Junior Team. Ahora es uno de los pocos en Francia que dibuja atletas de una manera no caricaturizada, a diferencia de Pellos, Déro u otros. Las bicicletas Stella, queridas por el joven piloto Louison Bobet, le permitieron producir un magnífico folleto para elogiar sus cualidades para la exportación en 1953, año en que Bobet ganó el Tour de Francia.
El final de su colaboración, en 1956, con el Miroir des Sports le abrió de par en par la puerta de los semanarios de distribución nacional. Encontramos sus dibujos en Radar junto a Rino Ferrari, La Semaine du Monde y France Dimanche, donde ilustra durante varias semanas la saga de los reyes malditos de Maurice Druon.
Pero fue el periódico Voir el que le llamó la atención, en parte porque unió fuerzas con su viejo amigo Jean Fayard para realizar gran parte de los dibujos. Esta revista generalista, lamentablemente, solo se publicará durante unos meses antes de detenerse, por falta de éxito.
Paul Ordner se convierte en el amigo íntimo del duque y la duquesa de Windsor, con quien comparte el amor por los perros pequeños de la raza «pug». Esto le dio la oportunidad de hacer esferas de reloj, piezas únicas que se ofrecen como regalo a la familia real de Inglaterra.
A la prensa infantil le faltó el abanico de trabajos realizados por Paul Ordner durante casi treinta años. Cino Del Duca, a la cabeza de un auténtico imperio de la prensa, le ofreció realizar las portadas de algunas de sus revistas de 1957. L’Intrépide, Aventures Boom, Old Bridger, Joé Texas, Hurray!, Tom Nickson, tantas revistas que cubren el apogeo de las ediciones Mondial en Francia. En esta ocasión volvió a probar suerte con los cómics, pero Paul Ordner fue sobre todo el diseñador del movimiento, una cualidad que no se puede expresar en viñetas tan pequeñas.
A partir de 1960, la comunidad deportiva se alejó del diseñador porque la foto dominaba por completo las ilustraciones dibujadas en revistas especializadas. El talento de Paul Ordner se ejercitará unos años más con las ediciones Photochrom en Toulouse para las que publicará postales humorísticas. Muy populares en ese momento, estas pequeñas tarjetas que nos enviamos están llenas de humor. Los diversos temas (deportes, pesca, trifecta, militares, etc.) se prestan a todos los estratos sociales llamados «populares» y todos pueden encontrar algo cercano a ellos. Hizo un total de 294 cartas, es decir, 39 juegos de 6 cartas.
Q los 65 años, Paul Ordner ha producido mucho en sus casi 40 años de carrera. Sus exposiciones de pintura son escasas, la última tuvo lugar en el Hotel Carlton de Cannes en 1966, en compañía de otros artistas (Toulouse-Lautrec y Jean-Gabriel Domergue). Participó en el renacimiento del semanario Pero en 1969, y aún atrae a algunos futbolistas estrella en el campeonato francés.
Enfermo, murió el 15 de octubre de 1969. Sus dibujos continuaron apareciendo pocas semanas después de su muerte.
Fuente | Paul Ordner, 40 años de diseño deportivo
