Primo Levi y el lema nazi "El trabajo nos hace libres"
‘Arbeit Macht Frei’, esto es, ‘El trabajo hace libre’ [o ‘El trabajo nos hace libres’, que eran las palabras que se leían sobre la puerta de acceso al Lager de Auschwitz], a lo que parece, debería haber sonado más o menos así: ‘El trabajo es humillación y sufrimiento, y no nos corresponde hacerlo a nosotros, Herrenvolk, pueblo de señores y de héroes, sino a vosotros, enemigos del Tercer Reich. La libertad que os espera es la muerte.’ (…) pese a algunas apariencias en sentido contrario, el desconocimiento, el menosprecio del valor moral del trabajo era y es consustancial al mito fascista en todas sus formas. Bajo todo militarismo, colonialismo, corporativismo, encontramos la voluntad precisa, por parte de una clase, de aprovecharse del trabajo ajeno y de negarle, al mismo tiempo, todo valor humano».