Rafael Arnaiz Barón y el martirio

«El martirio del Trapense no está en la hoguera, ni en el plomo de un fusil. Dios nos pide otra cosa; nos pide que vivamos esta vida, aún separados de Él, y por un poco de tiempo suframos las penalidades del cuerpo, las miserias del espíritu y las flaquezas de la carne».