San Ambrosio de Milán

«Nadie se cura a sí mismo hiriendo a otros».

“El que me pregunta con mala intención, no merece conocer la verdad”.

«Para los buenos, la muerte es un puerto de descanso; para los malos, es un naufragio”.

«La trampa del demonio no te hará caer, a menos que ya estés mordiendo el anzuelo del diablo».

«Cuando pidas perdón por ti, es bueno que también recuerdes en ese momento perdonar a los demás».

«Cuando estés en Roma, vive como los romanos; cuando estés en otro lugar, vive como si fueras de ese lugar».

«Ningún deber es más apremiante que el agradecimiento».

«Quien promete algo a Dios y mantiene la promesa lo Glorifica».

«La oración muy prolija se transforma en mecánica y el excesivo distanciamiento lleva a la negligencia».