
«Pon los ojos en ti mismo y guárdate de juzgar las obras ajenas. en juzgar a otros se ocupa uno en vano, yerra muchas veces y peca fácilmente; mas juzgando y examinándose a sí mismo se emplea siempre con fruto».
«Pon los ojos en ti mismo y guárdate de juzgar las obras ajenas. en juzgar a otros se ocupa uno en vano, yerra muchas veces y peca fácilmente; mas juzgando y examinándose a sí mismo se emplea siempre con fruto».