En silencio, en soledad, algo bueno ha sido incinerado.
Hemos perdido el acento. Yo el tuyo. Tu el mío.
La metamorfosis del tiempo
se ha olvidado de nosotros
nos ha dejado iguales y ya no nos reconocemos.
Y sin embargo me reuniré contigo
cuando, agotado el clamor de las armas,
llegue la hora del cansancio y del abandono.
Volverás una vez la vida te haya malgastado
en otra parte.
Yo seré tú y tu serás otra.