Créditos película: Leonora Hamill & Chambord, rodado el 23 de julio de 2014.

El ciervo es el símbolo de Cristo, pero además, en la leyenda de San Eustaquio aparece un ciervo.

«Plácido era un romano pagano, general de los ejércitos de Trajano. Un día salió de caza y vio un  ciervo de gran porte y extraordinaria belleza. Lo persiguóo hasta acorralarlo de tal modo que el animal se vio ante un precipicio. En ese momento, el ciervo se volvió hacia Plácido y de entre sus cuernos surgió una luz y en ella la figura de Cristo: «Plácido, ¿por qué me persigues? Yo soy Jesús, a quien, sin saberlo, tú honras.»

Plácido, impresionado, no mató al ciervo y se convirtió al cristianismo, tomando el nombre de Eustaquio».

El ciervo es, además, símbolo de renovación y crecimiento cíclicos, por su cornumenta. Debido a ella se le asocia al Árbol de la Vida. Es enemigo de la serpiente, por lo que es enemigo de la noche y de la vida subterránea, relacionándose con el cielo y La Luz. en la Edad Media simbolizó la vía de la soledad y de la pureza y se le consideró animal de la elevación, Ya en Grecia y Roma, el ciervo tuvo atribuciones místicas como animal de sabiduría instintiva que reconocía las plantas medicinales y fue siempre uno de los mensajeros de los dioses, mediador entre lo celestial y lo terrenal, y opuesto al macho cabrío.

En casi todas las iglesias románicas hay la figura tallada de un ciervo en los canecillos.

Un ciervo en la Iglesia de San Eustaquio (París)

Misal medieval con San Eustaquio, el ciervo y la visión.

Un ciervo en la Iglesia de San Eustaquio (París)

Ciervos bebiendo agua en el Mausoleo de Gala Placidia en Rávena.

Un ciervo en la Iglesia de San Eustaquio (París)

Ciervo tallado en piedra en la Iglesia de San Esteban en Moradillo de Sedano (Burgos)

Un ciervo en la Iglesia de San Eustaquio (París)

Coronamiento de la fachada de la Iglesia de San Eustaquio en Roma, que muestra el ciervo coronado con el crucifijo, motivo de la visión del santo.

Making off en la Iglesia Saint Eustache (París). Invitada por Rubis Mécénat para concebir una obra para la Iglesia Saint-Eustache (París), la artista franco-británica Leonora Hamill lleva su mirada a la Iglesia como un lugar de camino y convergencia.