
Si los americanos hubieran podido, y si la hubieran visto, habrían comprado los derechos de «Un marido de ida y vuelta» para hacer la versión americana, con Henry Ford, Katharine hepburn y James Stewart, dirigida por George Cukor.
Un guión impredecible, sorprendente, sutil, inteligente y ágil (de Jardiel Poncela, por supuesto).
Se demuestra que en 1957, en España, se podían contar muchos tipos de historias, en este caso la historia de un trío, dos hombres enamorados de la misma mujer (Emma Penella) que acaban compartiéndola eternamente.
Excelentes tanto actores principales como secundarios, destacando la formidable actuación de Fernando Fernán Gómez y Fernando Rey.
Crítica feroz a la mujer superficial, caprichosa y dominante que, por contra, maneja a su antojo a sus amantes.
Una película donde el surrealismo tiene fundamento, está anclado en la realidad, se burla de ella.
Si resulta difícil saber acabar una historia como esta, sin duda el final de la película supera las expectativas.


