a mi tío antonio
in memoriam
Una vez desaparecida la campana del campanario
solamente el balanceo de la cuerda
como vestigio de los antiguos repiques
y es en esta gravedad de añicos
donde rozan mis dedos tus dedos lejanos
y me dicen “hay en el acantilado senderos que llevan al mar”.
de El libro de las tentativas
(otros poemas de El libro de las tentativas)