«Es el momento, hace mucho tiempo lo es, de que el movimiento austrolibertario rechace la virulenta oposición randiana a la religión. Sí, Ayn Rand ha hecho contribuciones a nuestros esfuerzos. No debemos arrojar el bebé con el agua del baño. Pero, sin duda, la actitud antirreligiosa pertenece a la segunda categoría, no a la primera».
